Capítulo 3.

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Marikawa Shizuka era una mujer hermosa, rubia de ojos castaño, cuerpo sumamente voluptuoso que encantaba a cualquier hombre que lo viera. Muchas veces la gente solía tratarla simplemente como una chica bonita y tonta, sí, varías ocasiones se había percatado como la trataban de estupida, pero simplemente ignoraba aquello. No tenía nada que demostrar.

Nadie veía más allá de su belleza y todos ignoraban el talento abrumador que tenía dentro de su propio campo, no por nada se había graduado con honores de la universidad de enfermería.

Bastaba con una mirada de sus hermosos ojos avellanas para percatarse de cualquier afección de algún cuerpo justo y como pasaba en estos momentos.

Bastaba con una mirada de sus hermosos ojos avellanas para percatarse de cualquier afección de algún cuerpo justo y como pasaba en estos momentos

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-"Ese chico de cabellos en puntas, ¿Go...ku-kun? Él realmente está muy lastimado" -pensaba la posando uno de sus dedos sobre sus labios analizando los movimientos que solía realizar el joven mientras interactuaba con los otros miembros del grupo.

Recordaba su nombre pues fue mencionado por su salvador antes de morir por manos del propio pelipuntas.

Una expresión de preocupación se hizo presente en sus facciones al punto de morder sus labios por la molestia que sentía.

-No sabemos en realidad como funcionan los no muertos pues se aleja de todo lo médico que conocemos -mencionó Takagi pues se encontraban debatiendo sobre aquellos monstruos.

La mayoría se deprimió levemente ante aquello pues la muchacha era realista, la cosa no pintaba bien y aquellos seres no parecían tener un final cercano, pero aquello no duró mucho.

-Salir de la academia es una prioridad en estos momentos, por más que la situación esté igual de mal afuera debemos reunirnos con nuestros familiares -habló con seriedad y seguridad Saeko.

-Saeko-sempai tiene razón, debemos avanzar -Goku agregó con seriedad recordando que había alguien que lo estaba esperando en su hogar.

El azabache caminó hasta la mujer de ojos violetas hasta estar a su lado, no le había molestado para nada que el muchacho la llame por su nombre pues sentía que ya se encontraban confianza por lo que pasaron.

Saya movió levemente las orejas al oír aquello de su amigo notando la reacción calmada de la Busujima, cosa que la irritó.

-¿Saeko-sempai? ¿No estás siendo muy confianzudo Goku? -preguntó Takagi molesta jalando la oreja de Goku.

-¡O...oye! Ya basta, due...duele -habló el chico agitando sus manos tratando de alejar a la furiosa Saya causando un pequeño momento de risas entre el grupo, excepto por la rubia enfermera quien simplemente miraba al joven seria- E...es que ella y yo somos así, ¿sabes? -mencionó el muchacho pues él le dio permiso para que lo llame por su nombre e inocentemente él se atribuyó lo mismo.

Pero los demás no lo tomaron así.

Saeko abrió sus ojos con asombro por las palabras del muchacho, eso sí podía ser mal interpretado, aunque en realidad no le molestaba, es más, le divertía ocultado unas risas con su mano contrario a Saya quien tenía el rostro rojo de molestia, cuando se volvió a Goku notó que su amigo tenía una expresión totalmente distinta mirándola directo a los ojos.

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