𝐿𝒶𝓊𝓇𝑒𝓁 𝒢𝒶𝓉𝑒𝓈 𝓍 𝑅𝑒𝒶𝒹𝑒𝓇 • Enamoramiento

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Descripción: Antes de que Laurel llegara a Jericó era tu profesora de Ciencias Botánicas en Georgia, Tú y Laurel empezaron a tener una relación fuera de clases y debido a tu mala relación con tus padres ella pidió ser tu tutora legal. Sabías de los planes de Laurel y ambas viajaron a Jericó para destruir a los excluidos, lo que Laurel no sabía -o eso era lo que pensabas- era de tu creciente enamoramiento con ella.

Advertencias: No se bien como calificar esto, mensión de desnudación, alimentación forzada, manipulación, mensión de sangre no gráfica

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Estabas acostada en tu cama, te encontrabas en la mansión de la infacia de Laurel, tu tutora, tu antigua profesora y tu más reciente obsesión. Recientemente habías cumplido dieciocho años, Laurel te había adoptado hace unos años, mientras todavía estabas en la escuela secundaria y ella era tu profesora de ciencias botánicas.

Cuándo cumpliste la mayoría de edad ella te dijo que irían a Jericó, un pueblo hubicado en Vermont, para cumplir con su venganza. Sabías de su pasado, te lo había contado todo y estabas dispuesta a ayudarla, a obedecerla y a complacerla.

Te levantaste suspirando, todavía llevabas la ropa puesta del día anterior. Laurel le había ordenado a Tyler que asesinara a algunas personas para juntar las partes de sus cuerpos y él había acabado empapado en sangre y sudor; cuándo apareció en la noche en la mansión Gates no dudaste en curarlo, Laurel estaba en la Academia para excluidos Nunca Más y no estaba allí para regañarte por ser tan blanda, por lo que limpiaste el cuerpo del castaño y te aseguraste de desinfectar sus heridas con cuidado, tardaste horas en bendar correctamente su cuerpo por lo que te dormiste demasiado tarde y estabas cansada.

Al parecer Laurel no tenía que enseñar hoy porque se encontraba en la cocina, estaba preparando el desayuno y ya tenía su Matcha Latte en mano, supusiste que había pasado por el Veleta antes de venir aquí.

"Buenos días, cariño"te sonrió y le devolviste la sonrisa."¿Cómo has dormido?"preguntó la pelirroja.

Sentándote en la silla que estaba junto a la mesa respondiste"No dormí muy bien...".

"¿Por qué llevas la misma ropa que tenías ayer, T/N?"cuestionó arqueando una ceja y tragaste en seco, descubriste que preferías verla enojada con sus anteojos puestos, la hacían ver un poco tierna, pero para tu consternación ella no llevaba sus anteojos puestos, nisiquiera los necesitaba usar.

"Estaba cansada, realmente quería dormir y no me importó cambiarme de ropa"dijiste, no era del todo mentira.

"Bien, luego de desayunar iremos a tu habitación y te cambiaré de ropa"dijo, aunque sabías que era una órden, ella no esperaba que le dijeras que no, por lo que asentiste silenciosamente"Parece que mami no puede dejarte sola ni un solo día porque ya te descuidas"dijo a modo de reproche negándo con la cabeza.

"Lo siento... me olvidé por completo de hacerlo."susurraste bajando la mirada, ella puso el desayuno sobre la mesa y se acercó a ti.

"Lo sé, mi dulce muñequita... pero para eso está mami, para cuidarte, para guiarte y para corregirte cuándo eres una niña mala"habló tomando tu mentón para que la miraras.

Lo último que dijo envió escalofríos por tu espina dorsal, Laurel siempre se había mostrado autoritaria contigo, en las clases que daba en Giorgia era una de las profesoras más estricta y cómo tu tutora no se mostraba flexible muy seguido; tenías bastantes reglas que ella te había puesto, la mayoría te parecieron estúpidas aunque difíciles de seguir como, por ejemplo, 'dormir como máximo a las 10 pm, excepto que se te permita lo contrario', sólo podías quedarte hasta tarde sin ser regañada o peor, castigada, si Laurel no se encontraba en casa. La veces que Laurel estaba en casa se aseguraba de que siguieras sus reglas al pie de la letra y también se aseguraba de castigarte si ella creía que era necesario.

Cuándo te soltó, trajo su silla frente a la tuya y tomó el plato con manzanas cortadas en trozos y panqueques, agarró un tenedor y llevó la comida a tu boca.

"Come."ordenó firmemente.

"¿Puedo comer yo sola?"preguntaste.

Realmente odiabas cuándo Laurel te alimentaba como si fueras pequeña e indefensa, tus ojos marrones miraron los suyos esperanzados.

"No."habló firme a su respuesta"Abre la boca"volvió a ordenar.

"Por favor... es humillante".

"T/N, si no quieres que te ponga en mis rodillas y te haga comer con el culo rojo te sugiero que abras la boca"amenazó y abriste los ojos como platos, inmediatamente llevaste tu boca al tenedor que sostenía Laurel y masticaste la comida, ella sonrió.

"Buena niña"elogió y sentiste como tu corazón se calentaba ante su elogio.

Ella siguió alimentándote hasta que terminaste toda la comida de buena gana. No sabías exactamente para qué te quería Laurel, siempre sentiste que te quería al menos un poco ya que no eras una excluida y se permitió quererte, en cierto modo ella te quería como una hija o tal vez algo más, pero de un modo más retorcido y tóxico.

"Vamos a cambiarte esa ropa, ¿sí?"habló y asentiste.

Laurel te llevó hasta tu habitación y cerró la puerta.

Te sentaste en la punta de la cama en silencio mientras ella se dirigía a tu armario y buscaba en la ropa que te había comprado. Todo lo que tenías te lo había dado ella, hasta tu ropa interior, si querías algo se lo debías pedir a ella. Laurel eligió un conjunto marrón claro y unas bragas negras de algodón.

"Desnúdate."dijo volviéndose hacia ti.

Sin replicar te desnudaste, te daba verguenza desnudarte frente a ella, te habías enamorado un poco de la mujer pelirroja y ella lo sabía.

"Dame tu ropa"ordenó y con el rostro ardiendo de verguenza se la diste, ella la puso en un sesto de ropa sucia para luego lavarla y tomó el conjunto que te iba a poner.

"Levanta los brazos, cariño"hiciste lo que dijo y ella pasó la parte de arriba de conjunto por tus brazos.

Cuándo terminó de ponerte la parte de arriba fue a ponerte las bragas, te dió unas palmaditas en el muslo para que te levantaras y pasó las bragas por tus piernas hasta llegar a tus caderas.

"Sólo queda te pantalón y listo, ¿sí?"dijo en un tono tierno y bajo.

"Sí.."respondiste mirándo a la pelirroja.

Te colocó el pantalón y cuándo terminó de vestirte te llevó hasta dónde estaba tu espejo, -más bien el espejo de la infancia de Laurel, ya que estabas en la que era su habitación-.

Te puso de frente y puso sus manos en tus hombros haciéndo que mires tu freflejo.

"¿Ves? te ves hermosa, eres hermosa para mami"dijo la pelirroja y le creíste, sólo porque ella fue la que lo dijo.

"Gracias Laurel.. te quiero"dijiste y ella te besó la frente sonriéndo como una niña comiendo dulces.

"Yo también te quiero, cariño.. no lo olvides jamás. Eres mi pequeña niña".

Y no lo hiciste, porque lo dijo ella.

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Hola!, lo siento por no haber publicado, fin de año y bebí demasiado y me levanté con sueño y resaca... no me regañen!

¿Qué les pareció? ¿les gusta esta dinámica o no? ¿sugerencias?




Marilyn Thornhill One-Shots [Solicitudes cerradas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora