Juegos del destino

Mar del Plata 1999, Barrio Jardin.

Los niños salieron desesperados al patio, apenas unos segundos después de escuchar el timbre del recreo. Un grupo de niños se acercó a molestar a Vanessa.
La niña, apenas llegada a la escuela no hizo más que pegarse a la pared¿Donde esta la maestra? pensó, pero está lejos y si gritaba sus compañeros se reían de ella aún más.
—¿por qué la molestan?—la vos de un niño se escucho por detrás de ellos, Vanessa quería correr a abrazar al niño.
—¿que te metes vos Emiliano?—uno de los niños, el más alto le hizo frente. Pero el tal Emiliano igual o más alto, no se hizo hacia atrás.
—Dejala en paz Matías.
Emiliano tenía una pelota de fútbol en la mano. Matías la miró. Una sonrisa, que en opinión de Vanesa era muy terrorífica, apareció en el rostro de Matías.
—juegemos con eso, vos ataja, que supuestamente eso haces en el club. Si te meto el gol puedo molestar a la nueva todo lo que quiera.
Vanessa miro con miedo. Ella era amuy tímida para hablar pero no quería q esa apuesta se llevará a cabo. Ni siquiera quería estar en esa situación.
—Dale. Pero si lo ataja no la molestas nunca más.

Ese día Emiliano atajo su primer penal. Y Vanessa conocío a su mejor amigo.