Capítulo 1

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Nuevamente había sucedido, llevaba noches y hasta semanas soñando con aquel escenario medieval, tan fantasioso pero tan real que lo único que lograba recordar de esos sueños era que corría de la mano de alguien que desconocía, como si estuvieran escapando de alguien o de algo.

La mañana se hacía presente, los rayos del sol entraban escabulléndose entre las cortinas marrones que adornaban la única ventana de la habitación. Taehyung abrió sus pesados párpados y mientras su vista se acostumbraba a la cantidad de luz pasó la mano por el lado izquierdo del colchón matrimonial en el cual estaba acostado; vacío y frío. Pronto el aroma de comida llegó e inundó la habitación y un suave maullido lo sacó de su trance matutino, su pequeño gato blanco había entrado a darle los buenos días y tan pronto como entró, Taehyung tomó los lentes de su mesita de noche y se los puso para poder finalmente desprenderse de la cama.

Apenas salió de la habitación logró ver la espalda de su prometido en la cocina preparando el desayuno, un gesto romántico que adoraba de él.

- Buenos días Tae, no te desperté para que disfrutaras más de tu horas de sueño - Jimin vestía aún su pijama, apagó una de las hornillas de la estufa y se aproximó a Taehyung para abrazarlo y así acunar su rostro entre sus pequeñas manos para darle un beso matutino en los labios.

- Buenos días Jimin, pero sabes que me gustaría ayudarte también - Taehyung revolvió el cabello rubio del contrario y se sentó en la pequeña mesa donde ya estaban servidos los platos con un desayuno al estilo americano.

Cuando Jimin tomó asiento frente a Taehyung, una melodía proveniente de su celular interrumpió el ambiente romántico de la pareja. Ninguno le quiso tomar importancia y siguieron disfrutando de su desayuno, sin embargo, no sólo interrumpió una vez, fueron dos a tres veces que el celular de Jimin sonó hasta que decidió tomar la llamada.

- Perdón Tae, tengo que ir de urgencia al trabajo, parece que no llegó el encargado del departamento de publicidad y -

- Jimin - Taehyung dejó el tenedor a un lado de su plato mientras limpiaba su labios con una servilleta.

- ¿Si?

- Ve, no te preocupes por mi, después de todo eres el jefe y debes encargarte

El rubio claramente se sentía mal por dejar a su prometido desayunando sólo, pero al ser el jefe de la agencia de viajes tenía una mayor responsabilidad y no podía faltar y manchar su nombre. Le dio una mirada a Taehyung como si le tuviera lástima y se levantó de su sitio para irse a arreglar.

Mientras Taehyung disfrutaba de su desayuno, notó cómo su pequeño gato entraba a la cocina moviendo su cola. Lo llamó para agarrarlo con cuidado y así ponerlo en su regazo para sentirse un poco más acompañado, el gato ronroneando se restregaba en su ropa hasta que poco a poco se quedó dormido.

Jimin finalmente terminó de arreglarse y al darse cuenta que su prometido no podía levantarse simplemente se acercó y le dejó un beso en la frente para así tomar las llaves de su auto y su celular de la mesa.

- Nos vemos en la noche - Jimin cerró la puerta suavemente detrás de él dejando finalmente a Taehyung sólo con el gato.

El único sonido presente en todo el departamento era el de los cubiertos chocando con el plato y el tic tac del reloj colgado en la pared de la cocina. Taehyung se percató de que el plato de Jimin estaba casi intacto y como no le gustaba desperdiciar comida le robó una de las salchichas que había dejado el contrario, al igual que las rebanadas de pan tostado.

A pesar de estar en soledad, lo disfrutaba. Siempre había sido un chico solitario y eso no le afectaba en lo mínimo, sabía apreciar su propio espacio y su tiempo con él mismo; aunque eso siempre le trajo malos comentarios de otras personas que consideraban su actitud como algo inapropiada pues le solían decir que nunca conseguiría a alguien con quien casarse y compartir su vida, y eso era lo que menos podía importarle.

Su encuentro con Jimin fue tranquilo, respetando sus límites y deseos. Incluso cuando se comprometieron tomaron su tiempo para decidir sobre cuando casarse, para lo cual aún faltaba bastante. Para Taehyung era suficiente con tener a su pareja que lo respetara y lo quisiera como es, sin reclamarle por necesitar tiempo a solas o por sus peculiares gustos de moda o de música. Sabía pasar tiempo solo pero también sabía pasar el tiempo y compartirlo con alguien más.

Sin darse cuenta, se había disociado y cuando logró salir de sus pensamientos vio que el reloj se había detenido, las manecillas ya no avanzaban y el tic tac tampoco se escuchaba. Con algo de pena agarró al gato y lo dejó en el piso, y como si le estuviera haciendo un berrinche el gato maullaba desesperado y cada vez más fuerte. Taehyung se levantó de su silla y un fuerte pitido en el oído le hizo perder el equilibrio, caminó unos cuantos pasos hasta que no pudo más y se desvaneció cayendo al piso, logró poner las manos para no golpear su rostro y con las pocas fuerzas que tenía vio a su gato acercarse lentamente, empezaba a ver borroso y sus párpados comenzaban a pesar.

De un momento a otro, todo, se volvió oscuro.

Royal Mate | Taegi AU | EN HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora