Capítulo 2

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Taehyung abrió los ojos lentamente, sentía su cabeza rara como si estuviera flotando. Veía un poco borroso y cuando inspeccionó un poco el cuarto con la mirada, se dio cuenta de que no estaba en su departamento; las paredes eran de piedra lisa con algunos decorados de lo que parecía madera pintada en blanco, los muebles eran de madera en excelente estado pero parecían bastante antiguos como para que fueran del siglo XXI, buscó los lentes en la mesita de noche y no los encontró, fue cuando se dio cuenta de que no los necesitaba, veía perfectamente bien y para él eso era algo nuevo y preocupante, siempre había necesitado de sus lentes y no tenerlos y tener buena vista le daba un mal presentimiento.

Se levantó de la cama haciendo a un lado la pesada colcha color marrón, pisó la alfombra que estaba a los pies de la cama y caminó por toda la habitación, era enorme. Se dio la oportunidad de tocar e inspeccionar los muebles, un tocador de roble y un closet con puertas de madera oscura, todo aquello le hacía recordar al sueño que siempre tenía así que dedujo que estaría soñando aunque se sintiera demasiado real. Caminó hasta una cortina roja y gruesa, con dificultad la abrió y se dio cuenta de la altura en la que estaba, sin embargo la vista que tenía era preciosa, frente a él se encontraba un bosque pero un poco más abajo habían hermosos jardines  con flores de todo tipo, con caminos de piedra y arcos de flores que hacían lucir todo como un laberinto.

Estaba fascinado con todo que se le había olvidado por completo el hecho de que estaba en otro lugar. Leves gotas de lluvia empezaron a caer y éstas golpeaban suavemente en el cristal de la ventana haciendo un poco de ruido el cual se vio interrumpido por tres toques provenientes de la puerta de la habitación. Taehyung se quedó en silencio y se ocultó atrás de la pesada cortina, asomó la cabeza esperando algún movimiento, sin embargo volvieron a tocar la puerta el mismo número de veces aunque esta vez se escuchó también una voz.

— Majestad, permiso para entrar.

Taehyung estaba confundido principalmente por el término con el cual se habían dirigido hacia él. Dejó de esconderse detrás de la cortina y fue cuando entró un joven al menos dos o tres años menor que él, su vestimenta parecía del siglo XV como si se tratara de un caballero de esos que se narran en la literatura fantástica que el mismo Taehyung se dedicaba a escribir.

— ¿Majestad? ¿Qué hace en la ventana? Pensé que no le agradaba ver la lluvia — el joven se acercó a Taehyung y lo tomó por el brazo para hacerlo caminar de regreso a la cama.

— Escucha este... no sé porqué me dices Majestad si yo no soy ningún tipo de rey o príncipe — Taehyung se sentó a la orilla de la cama y volteó a ver al joven de cabello marrón claro.

El chico solo rió y caminó al closet del cual sacó un pantalón marrón y una camiseta de manga larga blanca, regresó con Taehyung y al ver la notoria confusión del contrario se dedicó a hablar.

— Parece que volvió a tener esos sueños tan extraños, ¿no? Soy Jungkook, su compañero — dio una leve sonrisa dejando la ropa a un costado de Taehyung — prometió no olvidar mi nombre y es la tercera vez en la semana.

— ¿Sueños extraños? — nada le cuadraba a Taehyung, ahora se sentía más confundido que antes y no sabía cómo actuar con el chico.

— ¿Interrumpo algo? — una nueva voz se hizo presente en la habitación.

Taehyung volteó a la puerta y se dio cuenta de que quien estaba ahí, no era nadie más que Jimin con la ligera diferencia de que su cabello ya no era rubio, sino azabache. Tenía ganas de levantarse y abrazarlo con todas sus fuerzas, pero Jungkook no se lo permitió bloqueando su vista.

— Lo lamento joven Jimin, aún no está listo su Majestad, volvió a tener ese tipo de sueños raros y le está costando-

— Si si, lo mismo de siempre, que se apure a llegar al carruaje si no quiere que su esposo se entere y nos mate a los dos — Jimin se dio la vuelta acomodando la capucha con la que se ocultaba para no levantar sospechas; pronto desapareció de la vista de ambos jóvenes.

Taehyung sujetó su cabeza con ambas manos, trataba de unir cables en un corto periodo de tiempo, por un lado tenía a una persona igual a Jimin sin ser Jimin del siglo XXI y por otro lado tenía esposo, lo que le llevó a una conclusión: tenía un amante.

— Entonces joven Jungkook, si el joven Jimin es mi amante ¿quién es mi esposo? — debía tener cuidado con sus palabras, aunque al parecer por lo que comentaban hace momentos atrás ya había sucedido un par de veces más.

— El rey por supuesto, no se preocupe que pronto irá recuperando su memoria, estos episodios de amnesia suelen ser normales cuando uno se acaba de despertar de un sueño que le parece tan real.

Taehyung tomó la ropa a su lado y comenzó a vestirse por su cuenta, lo que confundió y preocupó al joven de cabello marrón.

— ¡Espere! ¡Usted no debe hacer eso solo!

Unos minutos más tarde después de aquel momento tan incómodo de estar desnudo y ser vestido por alguien más, logró salir de su habitación recibiendo una que otra reverencia por parte de la gente que trabajaba en el castillo. Caminaba a prisa pues tenía que seguirle el paso a Jungkook que por su juventud desprendía energía; por alguna extraña razón le parecía todo tan familiar pero al mismo tiempo desconocía el escenario, los pasillos y algunas habitaciones que tenían las puertas abiertas le parecían familiares hasta que llegó a las escaleras que se dividían en dos. Frente a las escaleras estaba un gran espacio vacío decorado por algunas estatuas y se extendía hacia los lados formando pasillos que parecían llevar a otras zonas del lugar. Bajó las escaleras y cuando por fin atravesó el inmenso espacio, salió por las grandes y pesadas puertas de madera para así encontrarse con un carruaje blanco; el cochero le abrió la puerta y logró ver la misma figura que había estado en su habitación antes; agradeció al cochero por su amabilidad y se introdujo quedando a un lado de Jimin.

Escuchó como el carruaje avanzaba y los relinchos del caballo, abrió levemente una de las cortinas que cubrían la puerta hasta ver como el castillo se hacia cada vez más pequeño. Cuando ya estaban lo suficientemente lejos, Jimin se abalanzó hacia sus brazos acunando el rostro de Taehyung entre sus manos y así besar con cierta desesperación sus labios, si bien confundió a Taehyung, no hizo nada más que corresponderle a pesar de que su mente le pedía que no lo hiciera, cerró los ojos y comenzó a marearse nuevamente, el aire comenzaba a faltarle hasta que sintió que su cuerpo dejaba de funcionar.

Royal Mate | Taegi AU | EN HIATUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora