✧⁠◝ 03

244 37 1
                                    

—Jeongin, ¿qué demonios te pasa?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Jeongin, ¿qué demonios te pasa?

Jeongin miró a Seungmin con una mirada impasible mientras le metía un palito de helado a Sujin en la boquita. La hija de Bin se había enfermado los últimos días debido a la ola de frío que azotaba la ciudad, y no era la única: ese día, Jeongin tenía su agenda llena por lo menos durante una semana más.

No le importaba demasiado, porque Jeongin amaba a los niños y no dudaba en ayudarlos si era posible.

Siempre quiso un niño dentro de su familia, y el sueño de adoptar uno seguía ahí metido en su cabeza, a pesar de la inestabilidad con Chris.

Inestabilidad. Como si fuera eso. Como si estuvieran pasando un mal momento y no le hubiera pedido el divorcio oficialmente tres días atrás.

En esos tres días, Jeongin no tuvo noticias de su todavía marido, pero no lo iba a llamar para presionarlo.

Jeongin conocía a Chris lo suficientemente bien como para saber qué decisión iba a tomar finalmente.

—Tose, cariño —le pidió dulcemente a Sujin, que obedeció.

La hija de Changbin, que fue producto de su exnovia Eunsung, era un encanto con todo el mundo. Educada, bonita y tierna, estaba siendo criada por sus dos padres a pesar de que no estuvieran juntos, ya que todavía conservaban una gran amistad aun cuando hubieran sido novios en el pasado.

Eunsung no tenía problemas en que Sujin pasara semanas completas con su padre, pues tenía un trabajo pesado como gerente de una empresa de moda y, por lo mismo, solía viajar durante largos períodos de tiempo; sin embargo, no era una madre ausente como muchos solían pensar. Llamaba a Sujin cada noche preguntando como le fue en el día, y cuando Eunsung estaba en casa, le ponía total atención a su hija. Además, conocía a también, la actual pareja de Changbin, y no ponía reparos en que Seungmin fuera como un segundo padre para Sujin.

—Has estado comiendo helado a escondidas de tu tío Seungmin, ¿no es así, enojona? —se burló dulcemente Jeongin de la pequeña niña, que enrojeció por la culpa y vergüenza.

—No me cambies el tema —reclamó Seungmin, detrás de él—. Jeongin, demonios, ¿cómo se te ocurre...? ¡Christopher no merece ninguna oportunidad! ¡Te engañó con su asistente!

El breve recuerdo de ver a Christopher tomándole la mano a Félix en su oficina, hablándole al oído mientras provocaba que se riera, causó una punzada de dolor en su corazón. Sin embargo, fingió una indiferencia que no sentía para que no siguiera regañándolo.

Jeongin nunca se consideró a sí mismo como una persona celosa, no, así como Chris. Mientras Christopher era todo posesividad y gruñidos, Jeongin era calma y silencio, porque Chris nunca le dio motivos para dudar de él en esos ocho años que estuvieron juntos.

No hasta ahora.

—Bronquitis aguda —le dijo a Seungmin—, sólo descanso, mucho líquido y acetaminofén para bajar la fiebre.

Apego ☘ ChanInDonde viven las historias. Descúbrelo ahora