Ian

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Me desperté por la mañana me puso la misma ropa de siempre; un hoodie negro y un calentador negro. Y sí mi color favorito es el negro. Baje las gradas y escuhe a mi mamá decir que porque deje mis zapatos de fútbol en la sala, y automáticamente recordé que con esos zapatos pasé ayer por el parque y estaba esa chica, igual no era la gran cosa. Desayuné mientras mi abuelita contaba todo lo que tenia planeado hacer ese día, supuestamente esta planeando salir con sus amigas, asique en el momento en el que yo llegará de la escuela ella no estaría en casa, tampóco mi mamá ni mi padrastro, y sí, tengo un padrastro, mi papá de sangre no estuvo para mi, mi mamá siempre me contó que su miedo al fallar en su rol de padre fue tan grande que mejor se alejó, hasta que mi mamá conoció a mi padrastro un señor de buen corazón y con gran voz para cantar, se conocieron cuando yo tenia 6 años, al cumplir mis 8 años decidieron que teniamos que ir a vivir en una casa más grande la cúal fue la casa de los papás de mi padrastro, yo me sentía muy mal asique optaron por también llevar a mi abuelita materna,ahora que tengo 16 años me doy cuenta que fue lo mejor las desiciones que tomo mi mamá aunque en el pasado yo no las entendía, regresando al tema terminé de desayunar agarre mi mochila y me fuí, mi colegio estaba a 5 minutos de distancia asique iba escuchando música y caminando lentamente razón por la cuál siempre llegaba atrasado, despúes de unas horas se acabaron las clases y estaba de vuelta a mi casa, no estaba nadie en mi casa asique me quede dormido hasta que escuche el timbre de la casa y fui a abrir la puerta y estaban mis amigos.

.-Te estamos llamando hace tiempo.- dijo uno de ellos.

.-¿Que hora es?.-respondí aún dormido

.-las 6: 30, pendejo, siempre salimos.- respondio el mismo chico dandome golpes leves

Era verdad ellos y yo siempre hemos salido desde que yo vine a esta casa y no tenía amigos hasta que conocí a uno y así fui conociendo a los demás, todas las tardes saliamos a jugar futbol en el parque del conjunto, pero ese día me quede dormido. Despúes salimos y estabamos parados hablando en el parque, pero ví a la misma chica pasar con su mamá y su abuelita, no sabía que decir solo saludé pero esa chica salió corriendo. Ese día me quede con muchas dudas.


El hilo rojo del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora