Mundos opuestos

Capítulo 16

El día siguió avanzando sin mucha novedad, Manuel intentaba molestar a Joaquín constantemente diciéndole alguna pesadez y Joaquín por su parte solo lo ignoraba, al ver que el día ya estaba acabando el menor decidió salir al jardín para tomar un poco de aire fresco y despejarse de lo que estaba pasando cuando siente que alguien lo abraza por detrás, sonríe y coloca sus manos encima de las contrarias, no era necesario que mirara quien era, conocía esas manos y ese perfume a leguas de distancia.

¿Muy abrumado? -dice el castaño posando su cabeza en el hombro del menor-

Tu hermanito -dice con tono sarcástico y suspira- realmente me tiene vuelto loco

No lo tomes en cuenta, Manuel es así -suspira- no le gusta perder y probablemente sienta que me perdió por que no estoy tomándolo mucho en cuenta

-rueda los ojos y se suelta del agarre del contrario- no me cae bien él -se voltea a verlo- no me gusta que esté acá, siento que intentará de todo para -suspira negando- no me gusta

-frunce el ceño- ¿para que? No me crees capaz de rechazarlo

-lo ve- obvio que no te creo capaz de hacerlo, no fuiste capaz ni de defenderme cuando me trató mal -suspira- es importante para ti y se nota

Tú también eres importante para mí, él es como mi hermano y no voy a dejar que se meta entre nosotros -le toma el rostro con cuidado- confía en mí

-lo ve y quita las manos del chico- Emilio, está situación me agotó -suspira- me iré a dormir -pasa por el costado del castaño y entra a la casa-

-suspira y sigue al menor- Joaco -lo toma suave del brazo- una relación es a base de confianza, no te he fallado aún

-frunce el ceño- ¿aún? Ósea lo dejas por si pasa en el futuro -suspira- Emilio, ahora de verdad estoy muy agotado -sube las escaleras y se dirige al cuarto-

Joaco -suspira y sigue al menor- no quise decir eso -abre la puerta de la habitación para entrar junto al menor- hablemos

-entra al cuarto y suspira pesado- ¿qué haces acá? -ve en dirección a la cama-

-ve a la misma dirección del menor- ¿qué quieres?

Uy pero que buen recibimiento de la pareja -dice Manuel quien está estirado en la cama- solo quiero hablar y pasar tiempo con Emilio

¿De que quieres hablar? -dice el castaño- puedes hacerlo mañana, ahora ya es muy noche y tengo sueño

Si gustas -se levanta y camina hasta el castaño- puedo quitarte el sueño -le sonríe- sabes que soy muy bueno en eso

Me cansaste -dice el moreno viendo al contrario- Manuel, deja de estar coqueteándole a Emilio, ten un poco de decencia

-alza una ceja viéndolo al contrario- ¿quien te crees para hablarme así?

No me creo - lo ve- soy el novio de Emilio, así que por favor deja de andar coqueteándole por que me vas a encontrar

-ríe- ¿acaso crees que te tomará en serio? Emilio nunca a tomado a nadie en serio y tú uno serás la excepción niñito -lo ve- serás uno más del montón que se enamora de Emilio y nada más -sonríe- ¿acaso sabes lo nuestro?

-suspira- que cosa -lo ve alzando una ceja- que tuvieron sexo -sonríe leve- esa es una gran diferencia entre tú y yo, tú eres como un hermano para Emilio y yo su novio, contigo tuvo sexo un par de veces y conmigo hace el amor desde el primer día que nos conocimos -niega sonriendo- no te quieras sentir más importante que yo por que no lo eres y ahora vete de nuestro cuarto

-frunce el ceño- ¿me vienes a correr a mi? Mira niñito -lo toma con fuerza de los brazos- te diré algo, viví en esta casa mucho antes de que entraras a la vida de Emilio, esta casa es más mía que tuya pendejo, a mi no me vienes a decir lo que tengo o lo que hacer -le sonríe- además, si alguien se irá de este cuarto serás tú, por que yo dormiré con Emilio en la misma cama que hemos dormido siempre que vengo, aunque lo que menos hacemos es dormir -mantiene su sonrisa-