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Jungkook no hace más que admirar el delicado y pulcro rostro de un Taehyung dormido plácidamente en la cama.

Un montón de almohadas lo mantienen elevado garantizando no solo su comodidad sino también la de Jungkook quien no se ha movido de su lado desde que llegaron, y aunque el territorio le parece desconocido, no puede evitar sentirse pletórico al saber que está con su omega. Además, en las últimas horas ha desarrollado una necesidad de estar tocando cualquier parte del omega, sean sus manos, su rostro, besando sus labios, mordiendo sus orejas, fastidiando su cola, olfateando por todas partes, si no hace alguna de estas se desespera y empieza a apoderarse de él una molesta ansiedad.

— Agua... —Taehyung aún inconsciente susurra casi inaudible, sin embargo Jungkook lo entiende a la perfección y, dejando de acariciar la cola del menor, se levanta cuidadosamente en busca del vaso con agua que le urge a Tae.

Detiene sus pasos en el umbral, temeroso de tener que ir hasta donde está Seokjin para pedírselo. Solo ha convivido unas cuantas horas con él y puede sentir que su odio cada vez se endurece y eso lo coloca afligido pues siempre intentó ser del agrado para las otras personas, de modo que cuando estas lo trataban con rechazo, le dolía.

Suspira y sale a la sala donde se encuentran reunidos sus padres y los del omega. Todos enmudecen al verlo parado en medio de la discusión.

— ¿Qué quieres? —Seokjin le espeta rústico cruzado de brazos.

— Seokjin... —advierte en susurro el alfa regañándolo por la actitud tan infantil que tiene al agarrar bronca por un pobre cachorro.

— ¿Qué sucede, cielo? —le pregunta Yoongi alentándolo a hablar.

Jungkook, cabizbajo, dirige sus palabras a Seokjin.

— Disculpe la molestia, pero... —suspira—, quisiera solicitar un pequeño vaso con agua para Taehyung, tiene sed —alza la mirada y se posa en Seokjin esperando alguna respuesta pero al notar la rabia que este desprendía, baja sus oreja y desvía sus ojos de él.

— ¿Ya despertó? —Jungkook niega—. Bien, iré por agua —dice para perderse por el pasillo.

— ¿Cuándo hablaremos todos? —esta vez le habla a sus padres.

— Primero debemos hablar nosotros, cariño. Luego que despierte Taehyung, hablaremos con ambos.

— ¿Me separarán de Tae? —gruñó triste.

— Oh no, Jungkook, no te preocupes por eso —le asegura Namjoon.

— ¿Seokjin me odia? —nadie responde, solo se escuchan los pasos del pelinegro aproximándose.

— Toma —le extiende el vaso.

— G-Gracias —mira a sus padres antes de regresar a la habitación. Le sorprende el encontrarse con los más lindos ojos que pueden existir mirándolo desde que cruza la puerta.

— Ya estás despierto —sonríe y le entrega el vaso—. ¿Todavía te duele?

— Solo un poco —toma un sorbo y descansa el vaso entre sus manos— aunque sigo agotado. Mis ojos me duelen —dice tallándoselos.

— Eso es porque lloraste por mucho tiempo. Deberías volver a dormir.

— ¿Te quedarás conmigo? —el peligris asiente—. Ven aquí —tantea a su lado para que se acueste con él— ¿Jungkook...? —pregunta luego de acurrucarse en el pecho del alfa.

— ¿Uh?

— ¿Es verdad... es verdad todo eso que me dijiste en la pradera?

— Por supuesto, Tae. Eres mi pareja ahora, y aunque sé muy poco acerca de ello, mi lobo me educa también, lo sabes ¿no? Ellos te ayudan a sentir y ver las cosas más allá de las explicaciones humanas o de las cambiaformas. Y cuando te vi detrás de las piernas de tu papá, mi corazón casi da un vuelco, la sensación dolía pero a su vez era maravillosa.

cachorros ꗃ kooktaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora