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"¿Qué estás haciendo ahora Taka?" escuchaste los jadeos ahogados detrás de la línea. sabías perfectamente bien lo que estaba haciendo. solo querías escucharlo.
Mitsuya gimió al escuchar los sonidos de su mano sobre su polla mojada.
"(nombre)... sabes lo que hago... no me hagas decirlo".
Te reíste amando escuchar con la dificultad con la que hablaba mitsuya cuando estaba excitado. "Dilo, puta".
"mmnh... me estoy tocando, mientras escucho tu voz".
"que obsceno, taka..." seguías jugando con él. diciéndole qué hacer. cómo tenía que tocar su polla. si tenía que hacerlo rápido, o demasiado lento. masajea su punta goteante o aprieta sus bolas.
Cuando le dijiste a mitsuya que le diera una palmada en la polla, escuchaste claramente la bofetada del hombre y el fuerte gemido.
"Te dije que fueras suave, idiota..." rodaste los ojos. mientras te recostabas en la silla.
Los gemidos ahogados eran todo lo que podías escuchar ahora. y no te quejabas. todo era música para tus oídos. te encantaba escuchar la voz la voz gimiente de mitsuya.
"¿De verdad me deseas tanto? Escucha lo patético que suenas ahora, pequeño pervertido".
Mitsuya comenzó a repetir "sí, sí, sí" muchas veces.
"Sabes mejor que no puedes correrte sin mi permiso".
El hombre se quejó en la otra línea. mientras él seguía llamándote y rogándote que lo dejaras correrse. simplemente dijiste que no, y seguiste tocando su pene, una y otra vez, pero él no se corrió.
Era molesto escucharlo suplicar tanto cuando ya sabía la respuesta.
"A la mierda mitsuya. Tú pediste esto, cierra esa sucia boca tuya y aguanta sin correrte, o verás".
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