Tres shots de tequila y un refresco // wenclair

first drink

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Donde Enid Sinclair tiene habilidades arácnidas y se hace llamar spider-wolf.

O donde Enid Sinclair intenta conquistar a la gótica dueña de un dulce gato negro.

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La oscura noche mantenía a la ciudad de Chicago ocupada. Las luces de los edificios iluminaban a cada persona que paseaba por las calles a pesar del frío que se asentaba en la ciudad. Por suerte, su traje era térmico y no tendría que sufrir mientras se balanceaba con sus telarañas atravesando el cielo de Chicago.

Hoy era una noche bastante tranquila, no ha habido algún avistamiento de robo, tener que salvar personas de accidentes mortales o algo por el estilo. Hoy solo estaba fuera por mero gusto, el ruido que los habitantes causaban eran su música favorita del momento.

Estaba en la punta del rascacielos más alto de la ciudad, disfrutando de una malteada de caramelo con mucha crema batida.

— Ni estando aquí puedo ver una sola estrella. Qué aburrido — Solía hablar sola todo el tiempo, después de todo, era ella sola contra la noche. Le dio un ultimo sorbo a su bebida, llevándose la colorada cereza que traía de adorno, a la boca.

Deseaba bajar para botar su basura en algún lado e irse por fin a casa, para tomar un descanso bien merecido. Reacomodo su máscara y sacudió la suciedad de su trasero antes de partir.

La forma en sus dedos hormigueaban cada que saltaba de un edificio la hacia sonreír, casi reír. Iba de edificio en edificio, bajando de a poco, saludando a algunos transeúntes fans de su persona.

Llegó a un callejón lleno de grandes botes de basura, botó su vaso en una de las bolsas abiertas. Se estiró por ultima vez ese día, vaya que necesitaba unas vacaciones. Lanzó una de sus telarañas al cielo para marcharse, o eso iba a hacer antes de que un maullido la detuviera.

— Un gato — Se dio la vuelta, rompiendo a la vez su telaraña. Si la gente al rededor pudiera ver sus ojos azules brillar, seguramente dirían que había encontrado oro. Aunque solo era un gato negro, casi lo mismo para Enid Sinclair — Ven bonito. Pst pst pst

El gato le miró con sus ojos redondos, acercándose lentamente a aquella extraña con traje de furro. Sus pasos eran delicados pero desconfiados. La rubia se decidió por arrodillarse para que el gato sintiera más confianza. Una de sus manos alcanzó la cabeza del minino. Bastante suave para ser de la calle.

— Hey, amiguito ¿Estás perdido? — El animal se dejó ser, restregando su cabeza contra la tibia palma de esa humana. Enid buscó por un collar, encontrándolo fácilmente.

Una placa redonda de plata brilló entre el oscuro pelaje.

"Thing" Datos: West Lakeview, Lake View. C. Yellow, 222

— Bueno, Thing, estás muy lejos de casa ¿Quieres un aventón? — El gato le maulló en respuesta, como si hubiera entendido la propuesta — Perfecto.

Lo tomó en brazos, acercándolo a su pecho en busca de que estuviera seguro y cálido. Salió del callejón caminando, buscando un taxi que la llevara hasta Lakeview, claramente no podía salir con el gato y saltar de edificio en edificio, seguro le dejaba todo el brazo pelado o se moría de un infarto.

Cuando subió al taxi, el hombre de largos bigotes pareció sorprenderse de ver a la super heroína de Chicago en su auto, pero no mencionó nada, intentando tratarla como una persona más.

— ¿A dónde vamos, señorita? 

— Llévenos a West Lakeview, en la calle Yellow, por favor.

El chofer asintió y se aventuró entre las transitadas calles de Chicago, buscando una salida de la abarrotada ciudad. El ruido fue dejado detrás cuando de alejaron de los enormes rascacielos y comenzaron a entras a las comunidades.