𝇋Vlogckity𝇌
Luzu disfruta mucho del sabor que el vino le deja en la boca. Por eso no puede entender el motivo del porqué a su resiente amigo e interés romántico, quackity no le gusta el sabor de este mismo.
Quackity tenía problemas del tipo sexu...
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¿Enserio no te gusta? – preguntó curioso el castaño después de que su invitación a beber haya sido rechazada por su buen amigo quackity –
No me gusta, ya te lo dije vlogs – resigna el hibrido de pato, repitiéndole por segunda vez al oji rubí. –
¿Pero por qué? – se mostró bastante sorprendido por esto –
– se quedó callado unos segundos, preguntándose si responder honestamente o no hacerlo – s-solo no me gusta ¿bien? – su actitud fue de inmediato puesta a la defensiva, el castaño notó esto así que prefirió no molestarlo más –
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Ya había dado la una de la mañana en punto, y mentiría si dijera que nadie estaba hasta el gorro. Si es que me entienden. Con decir que incluso vegetta estaba más para allá que para acá es mucho decir. Todos se encontraban mucho peor que el susodicho. Menos quackity, el no había tomado una sola gota de alcohol; ni vino, ni cerveza, ni whisky, ni vodka. Nada de alcohol.
En un momento a otro el castaño hibrido de oso se acercó a él, dándole un vaso de plástico rojo y musitó mareado.
¿No tiene sed mi, hip, alcalde? – tenía una sonrisa boba clavada en toda la cara y le acercó el vaso a la cara al chico a su lado.–
No bebo alcohol, Rubius – se cruzo de brazos y se recargó en el muro que estaba detrás de él –
¿Y quien dijo que era alcohol? – rió y le acercó más el vaso a la cara. Por un carajo, no sabía que era ese olor, pero sin duda no era agua. –
esto no huele a agua cabrón. Y ¿sabes qué? A ti ni un pinche vaso de agua te aceptaría, ve y chinga a tu madre rubius – le sacó el dedo de en medio y lo mando a volar a otra parte. –
¿Quieres vino, quacks? – el mencionado giró los ojos y estaba dispuesto a voltear y golpear al ingrato que le haya hecho esa pregunta tan, pero tan estupida. –
Ah, vlogs... – entendía el estado de "ebriedad" del castaño a su derecha y a diferencia de rubius, a Luzu se lo perdonaba – no me gusta el vino... – mintió nuevamente, tratando de ocultar su nerviosismo, pues era increíble como el castaño tenía tan solo unas semanas conviviendo con el y lo conocía más que el mismo se conocía; por lo que seguramente sabría que mentía.
