𝇋Vlogckity𝇌
Luzu disfruta mucho del sabor que el vino le deja en la boca. Por eso no puede entender el motivo del porqué a su resiente amigo e interés romántico, quackity no le gusta el sabor de este mismo.
Quackity tenía problemas del tipo sexu...
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Alineó entonces su pene tan cerca de su entrada como el mareo le permitía, la rozó varias veces sin lograr que entrara, lo que los volvía locos a ambos. Solo querían sentirse unidos el uno con el otro, ¡pff! Si, claro... esto es más que obvio para ambos, ninguno hacía esto por unión, amor, sentimiento; son cosas absurdas que solo se cree la gente hipócrita... el sexo no es más que un deseo carnal al que estaban sucumbiendo, estaban cayendo, no se conocían de nada, pero el deseo y la tensión siempre estaba, y, ¿qué más da? Ya logro entrar.
Lo tomaba con determinación de la cintura y se empujaba hacia el, golpeando frenéticamente el cuerpo contrario. Llegando así a un momento en el que el peli negro se sentía extasiado y cerca de terminar. Más el castaño no le iba a permitir llegar tan fácil; pues eso significaría que terminó y el arrepentimiento le llegaría antes de terminar, debía hacer que valiera la pena.
El más bajo se encontraba arriba del regazo del castaño, con una botella a medio terminar en la mano y una estupida sonrisa que no le hacía lucir demasiado bien, pero al carajo, solo quería follar. Y dirán, ¿no eran interés romántico uno del otro? Pues si, pero ¿amor? No, no había amor, por más que lo intentaban, cada que lograban amarse algo pasaba, traiciones, molestias, problemas... y aunque ellos no lo recordaran, estaba en ellos, era su destino, tal vez no debían estar juntos...
Porque es así, mi canción favorita solía decir "no todas las almas gemelas a estar juntas estan destinadas ".
Brinco, brinco, jadeos y gemidos inundan la habitación, sonidos vacíos en paredes solitarias; dos cuerpos, más no dos almas, sexo vacío, amor imposible, tristes sonrisas y ansiadas palabras.
—más fuerte~ -eso era lo único que importaba, saciarse, y lo harían como ambos lo disfrutarán.
El castaño cumplió, lo hizo más fuerte, más rápido y más preciso, se encargó de satisfacerse, dándole la satisfacción antes al pequeño que yacía encima de él.
—L-Lusu~ —apodo característico que solía gritar, allá en los buenos tiempos en lo que tuvieron oportunidad de conocerse... y desconocerse.
El castaño recorría con sus dedos el torso frío y delgado del más pequeño, ansiando mucho ese cuerpo, sin saber que era realmente lo que le atraía tanto en aquel cuerpo pequeño y sensible. Tal vez lo manejable que era. Después de todo es más fácil manipular a alguien así...
Se notaba como ambos estaban tan cerca del orgasmo, uno tan fuerte que los dejaría muertos. Cansados y fatigados. Por lo que Luzu se aferró más a él, y dejándolo completamente clavado en su miembro terminó; y con eso, el otro lo hizo también.
Había terminado lo que por tanto tiempo habían ansiado. Y una pregunta acechaba sus mentes y sueños... ¿qué pasaría después de esto?
