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Prov. Fuyuka:
El día de hoy realmente está siendo uno muy malo, con todos los acontecimientos que tuvieron lugar en el colegio, casi olvidamos la práctica diaria, así que después de hablar por un rato dentro del club, de reírnos y de tratar de que Fudo no matara a Sakuma, salimos al campo.
en este momento yo me encontraba detrás del club, limpiando algunas de las toallas, que aplicamos para quitarle la pintura al cabello de los afectados, y agradezco en el alma, que el mío saliera con rapidez, otra cosa y otro cantar eran los pobres de Rika y Tsunami, estos aun seguían dentro tratando de sacarse todo, y no se quien la esté pasando peor, ellos o Touko, quien fue la encargada de cuidar de ambos.
—¡Hola Disculpa! —llamaron con fuerza a mis espaldas.
eso hizo que las toallas se me cayeran de las manos, cosa que me decepcionó, porque ya casi estaba por terminar.
—Realmente eres muy torpe. —Oí decir a otra persona.
para cuando me giré, no supe cómo reaccionar nunca antes las había visto, habían tres chicas, una de cabello claro, y ojos verdes en un lindo tono, otra de cabello castaño super claro, de ojos grises con un tono de verde azulado, la última traía el pelo corto, en tono claro, con ojos color lilas.
—¿Sí? —me levante— ¿En qué puedo ayudarlas?
—Buscamos al joven Endou Mamoru, dime, ¿Sabrás dónde encontrarlo?
—Si, mucho gusto, soy Kudo Fuyuka, yo soy~
—Linda, si, no te hemos preguntado tu nombre. —dijo la de cabellos largos mirándome con molestia.
—¡Diana no seas descortés! —regaño la de ojos verdes.
—Solo digo la verdad Alice, si hubiéramos querido saber le hubiéramos preguntado el suyo primero. ¿No lo crees?
Realmente odiaba este tipo de situaciones, ¿Porque siempre me tocaba conocer personas de muy malos modales al primer instante?
Primero la niña de mi anterior colegio, luego los amigos de Tobitaka, no fueron muy amables la verdad, luego fue Akio, aunque con él es otra historia, y ahora esto, ¿Acaso tengo una maldición de la que no puedo salir?
—¡Holaaaa! —la chica batió su mano enfrente de mi cara— ¡Te estoy hablando!
—Alice, déjala. —Pidió la tercera, esta no había dicho nada hasta los momentos.
—Pero necesito llegar con Endou, es urgente. —dijo mirándola.
Dios, si nol fuera porque lo van a reconocer al pasar por ahí, las mandaría al otro lado del colegio.
—Síganme, él está por acá.
comencé a caminar, con un poco de peso en la canasta, tenía barias toallas mojadas, y eso no era muy cómodo de llevar, ojalá que no se me diera por tropezar.
