Capítulo 17.

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Unos minutos antes...

Marinette

Recibí una llamada de Adrien unos minutos antes de salir y le contesté.

M: Hola.

Ad: ¿Ya saldrás de la escuela?

M: Sí, he terminado por hoy.

Ad: ¿De verdad? Me dirijo hacia allí en este momento.

M: ¿Qué? ¿Por qué? Nos encontramos ayer.

Ad: ...

M: Ah, quiero decir...

Ad: No nos hemos visto cuatro veces esta semana todavía.

M: Sí, lo sé... Pero hoy es viernes, así que tenemos mañana y pasado también...

Ad: Deberíamos encontrarnos cuando podamos ¿Quién sabe si estaremos ocupados o no mañana o pasado mañana?

M: Eso es cierto, pero...

Ad: Estaré allí en unos veinte minutos.

M: ...bien. Nos vemos.

Ad: Sí.

Colgué el teléfono y me centré en mis pensamientos.

M: Eso fue inesperado. Bueno, necesitábamos encontrarnos de todos modos.

De repente un profesor distrajo mis pensamientos con sus gritos a través de una clase, el profesor Martín, de unos 59 años.

Martín: ¡¿Este cuestionario es una broma para tí?! ¡RESPÓNDEME!

Me acerqué a la clase y vi a dicho profesor con una de mis alumnas.

Mt (Martín) : ¡¿Cuál fue tu motivo para escribir esto?!

Alumna: Lo siento...

M: (El señor Martín otra vez ... parece ser especialmente estricto con mis alumnos de aula.
¿Podría ser por lo que sucedió el año pasado?)

Kim: ¿Señor Martín? No creo que haya un motivo específico para esto, veo niños garabateando así en las redes sociales no es original, pero es divertido, Jeje.

Mt: ¿Quién te crees que eres para intervenir? No eres más que un estudiante a maestro.

M: (Ah... Kim todavía no ha descubierto cuando debería intervenir y cuando no debería hacerlo)
(Él solo avivó las llamas...)

Mt: La maestra del aula 5 es la señorita Marinette, ¿verdad? JA... por supuesto, debí suponerlo.

Mis ojos se abrieron como platos ante su forma de nombrarme y me acerqué a él.

M: Señor Martín. Lo que hizo fue inofensivo y no fue malicioso de ninguna manera.
Le daré una severa advertencia de que no escriba en los cuestionarios otra vez, así que déjelo pasar...

Mt: ¡¿Qué?!

M: Lèa, discúlpate de nuevo y luego ven a verme.

Lèa: Lo siento...

M: Me disculpo también, me ocuparé de que esto no vuelva a suceder.

Los tres nos giramos y nos dispusimos a marcharnos.

Mt: ¿...Crees que una simple disculpa es suficiente? ¡Hump! Los jóvenes en estos días... ya sean estudiantes o profesores... están tan llenos de sí mismos...

No pude evitar darme la vuelta, y Lèa y Kim también lo hicieron.

M: ¿Estás hablando conmigo?

Mt: Sólo digo...

M: Ya veo, entonces te pregunto ¿Por qué estás diciendo eso aquí y ahora?

Mt: ¿Qué? ¿No puedo decir lo que quiero con mi propia boca?

M: Hay cosas que deberías y no deberías decir en presencia de mi estudiante y de otros miembros del personal.

Mt: ¡¿Estás tratando de darme un sermón?!

M: ... Señor Martín... ¿Estás actuando así debido al informe de actividad de servicio voluntario que me negué a escribir el año pasado? No soy su asistente, señor Martín.
Me pediste continuamente que escribiera tus informes por ti, lo cual hice, y la única vez que me negué...

Mt: Oye, oye, señorita Dupain, estás empezando a enfadarme mucho ¿Por qué traes eso ahora?
¿Crees que te estoy molestando por eso?

M: Sí, eso es lo que me parece.

Martín se levantó y se inclinó hacia mí, amenazante.

Mt: ¡ATRÉVETE A DECIRLO DE NUEVO! ¡¿ENSERIO CREES QUE TE ESTOY MOLESTANDO?!

Tragué saliva con mucho nerviosismo.

?: Bien, bien, señor Martín.

El profesor de educación física lo alejó de mi y trató de calmarlo.

Mt: Señor Couffaine, ¿Escuchó lo que me dijo Dupain? Ella dijo que la estoy molestando.
¿Es tan malo de mi parte dar un sermón a una estudiante por no tomar sus estudios en serio?

Couff: Por supuesto que no, quizás la señorita Dupain lo malinterpretó.
Deberías olvidarte de eso y prepararte para salir, es viernes, mencionaste que irías a pescar esta noche.

El profesor comenzó a llevarse a Martín a otro lado.

Mt: (A lo lejos) En mi carrera docente de veinte años, nunca me han hablado así, no puedo creerlo...

El Señor Couffaine me miró con nerviosismo y yo suspiré profundamente.

Luego de unos minutos me estaba dirigiendo hacia la salida, rodeada del bullicio de los alumnos.

?: ¡Señorita Dupain!

M: Señor Couffaine.. Gracias por intervenir antes.

Couff: No es necesario que me lo agradezca, quería calmar la situación y prácticamente terminé dándole la razón a él... lamento eso...

M: Está bien, no es que haya hecho algo de lo que esté orgullosa, debería haberlo dejado pasar.
(Normalmente no hubiera dicho nada, pero últimamente me cuesta controlar mis emociones...)

De repente, ambos nos quedamos en silencio mientras seguíamos caminando.

Couff: Em.. Señorita Dupain...

M: ¿Sí?

Le miré y me encontré con su cara muy sonrojada.

Couff: ¿Ti-Tienes novio?

Me sorprendí.

M: ¿Q-qué?

Couff: ...Si no tiene, ¿Le gustaría cenar conmigo esta noche?

Dijo corriendo, con mucho nerviosismo.

M: (Oh.. Así que Lara tenía razón...) Yo...estoy viendo a alguien

Couff: Oh... ya veo, JAJAJA, ¡Lo siento! No debería haber dicho nada.

M: Está bien, gracias por la invitación.

Ambos nos quedamos en silencio y yo pasé un mechón de mi pelo por detrás de mi oreja por la leve incomodidad.

M: ...Bueno, ya me voy... señor Couffaine, espero...

?: ¡MARINETTEE!

Ambos nos sorprendimos y miramos hacia la dirección del ligero grito.

M: ¿Eh? ¡EEEEEHHHHHH!

?: ¡Marinette Dupain!

Ahí estaba Adrien Agreste, agitando su mano, para saludarme, alejado solo unos pocos centímetros de su coche.

M: (¡¿QUÉ?! ¡¿QUÉ ESTÁ HACIENDO?!)

Continuará...

✨Positivamente tuyo✨ [Terminada ♡♡]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora