Capítulo 33.♡

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Marinette

M: (¿Lila Rossi?) (¿Quién es ella?)

De repente, alguien tocó la puerta y se asomó.

Desconocido: Vicepresidente. La ceremonia está a punto de comenzar.

Ad: Ah, sí...de acuerdo, gracias.

Adrien comenzó a dirigirse hacia la puerta.

L: Adriencito, ¿Te vas?

Al segundo, la única prima que conocía de Adrien, entró.

Prima: ¡Oye, Lila! ¡¿Qué estás haciendo aqui?!

Ad: Prima, llévala contigo, la ceremonia está por empezar

Prima: Oh... Sí, claro.

La tal "Lila" se sentó un momento a mi lado.

L: Lo siento, ¿te sientes nerviosa? soy amiga de Adrien y su prima.
Conozco a Adriencito desde hace mucho tiempo.
Mientras estudiaba en francia escuche la noticia del matrimonio de mi Adrien y vine aquí de inmediato.
Fue tan agradable verlo... que mis antiguos hábitos aparecieron sin darme cuenta

M: Ah... está bien.

L: Realmente lo extrañé.

Prima: Lila, vamos rápido~ ¡tenemos que prepararnos para la ceremonia! ¡Marinette, eres muy bonita!

M: Jaja... *Tímida*

L: De todos modos, fue un placer conocerte, felicidades por tu boda *levantándose y dirigiéndose a la puerta*
Bueno... nos veremos de nuevo.

M: Ah, si...

Se sintió un poco incómodo pero...
las preguntas sobre Lila Rossi, pronto desaparecieron de mi mente.

Adrien estuvo ocupado cuidándome durante toda la ceremonia.
Tuve que calmar a mi papá, que no pudo contener sus emociones y comenzó a llorar.

Cuando terminó la ceremonia, estuve rodeada por mis tías una vez más.

Y finalmente, tuve que filmar otra película de espías como una forma de escapar del restaurante donde se realizaba la recepción de la boda.

M: ¿Está bien irse así? *Con la chaqueta de Adrien sobre sus hombros*

Ad: Sí, está bien, mi madre se encargará.

Llegamos a una zona con escaleras y...

Ad: Baja las escaleras con cuidado... *Algo preocupado.*

M: Adrien, tranquilo, no estoy inválida y he bajado otras veces escaleras *risa leve*

{Lila los observa de lejos}

Y ahora...

Cuando llegué a la casa, me duché y con una toalla en el pelo y un albornoz, llegué a la habitación y vi un camisón sobre la cama de matrimonio, sorprendiéndome.

Cuando llegué a la casa, me duché y con una toalla en el pelo y un albornoz, llegué a la habitación y vi un camisón sobre la cama de matrimonio, sorprendiéndome

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