NOTA MENTAL🤔
¿Y si descubrieras que tu llegada a Inglaterra es motivo de alegría para unos, pero no para otros? Y de repente te das cuenta de que hay SECRETOS. Secretos que, en cierto modo es mejor no averiguar.
ELA
—Hemos llegado, Milady. ¿A qué hora la recojo?
Miro mi reloj. Son casi las nueve de la noche, y ya está anocheciendo.
—Dentro de tres horas estaría bien, gracias.
Tom, el chófer de la familia, acaba de aparcar cerca de Leicester Square, el lugar donde he quedado con Evelyn, mi nueva "amiga". Lo peor de todo es que me he ido del castillo a duras penas. María no quería que saliera, pero finalmente ha decidido que uno de los guardaespaldas me acompañara, por si acaso.
¿Qué es lo que pienso? Que me fastidia más de la cuenta tener que pedir permiso para salir a la calle, aunque comprenda la situación. Sin embargo, necesito aire fresco y lo cierto es que no puedo estar consumida por el miedo, no es propio de mí.
Dicho y hecho. Antes de salir del coche me analizo unos minutos con nerviosismo, aunque no me da mucho tiempo, ya que veo que Evelin está ya aquí. Me está esperando delante del cine Magic Cinema—nuestro punto de quedada—, y me saluda con la mano desde la otra acera.
—¡Hola!
—¡Guau! Ela, qué cambio das al arreglarte un poco. Hoy parecías una adolescente con esas zapatillas de deporte.
—Sí, te lo he dicho: arreglarme no es lo mío, aunque tampoco me desagrada en ocasiones especiales. No soy de las que va a comprar el pan maquillada.
Le sale una risa.
—Pues... se te ve muy bien así.
—Gracias.
¿Qué más puedo decir? Comparada conmigo, ella parece una modelo y tiene muy buen gusto para vestir, propio de su profesión. Lleva unos pantalones cortos y un top celeste a juego con los tacones turquesa, aparte de un chaleco que combina perfectamente con los pantalones. Realmente, a su lado me siento como una estudiante de secundaria.
—¿Qué te parece si primero vamos al cine y luego cenamos en el Peter Gourmet? La carne está deliciosa y tienen una variedad interesante de postres.
—Me parece bien —digo y sonrío—. En cualquier sitio estoy mejor que en Northampton.
—¿De verdad? Pero si es una pasada vivir en un castillo.
Me hace mucha gracia porque Evelyn no para de mover el bolso de un lado a otro y parece entusiasmada con nuestra salida, al igual que yo.
—Lady María y todos los demás son geniales conmigo, pero aun así no consigo sentirme como en casa. Es normal, supongo...—añado y muevo un poco la boca, mientras miro al guardaespaldas que me han asignado—. Y no te creas que hay tantas cosas que hacer en un castillo. Es muy aburrido y antes casi me pierdo mientras buscaba el cuarto de la colada.
—Pues eres la primera persona a la que oigo decir que es aburrido vivir en un castillo. Será... —contesta extrañada y divertida al mismo tiempo.
Echo un vistazo a la cola que nos espera delante del prestigioso cine en Leicester. Las luces de la cartelera nos ciegan y las farolas que iluminan la calle intensifican ese brillo. No pensaba que iba a haber tanta gente y me imagino que vamos a tardar un buen rato, lo que para mí resulta insoportable, porque soy muy impaciente. El edificio blanco e imponente tiene tres pisos y la forma del cine es esférica. Me recuerda mucho al Globe Theatre, el teatro que Shakespeare fundó en 1599 y que tenía características semejantes.
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Duchess
RomanceELA emprende un viaje al extranjero, en el cual todo transcurre con total normalidad. Sin embargo, una desafortunada coincidencia hace que, de un momento a otro, se vea atrapada en un mundo desconocido para ella y para cualquier "plebeya" del siglo...