Capítulo IV

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    ―¡Ya, papá! ―Se quejó Izzi al ser fotografiada por Harry junto a sus hermanos por milésima vez.

    ―¡Sonrían! ¡Una vez más!

    La familia Styles volvía a la rutina. De hecho, era el primer día de clases y de trabajo luego de unas bien merecidas vacaciones.

    ―¿Cuánto más vas a tardar? ―preguntó Matt, para fastidiar.―El señor Han nos está esperando.

    Louis vió la escena desde la puerta de la hermosa casa Styles. Harry tomándole fotos de recuerdo a sus cuatro hijos bajo la luz del perezoso sol que apenas iluminaba.

    El ambiente era familiar y lo amaba, aún así, sabía que debía hacer algo o los niños llegarían tarde a la escuela y ellos al trabajo.

    ―Guapo, creo que ya son suficientes fotos, ¿No crees?

    Su esposo era sentimental cuando de sus hijos se trataba.

    Según Harry, debía ser especial porque era el primer año de escuela primaria para los gemelos y quería un bonito recuerdo.

    ―Está bien… ―Dejó de apuntar con la cámara a sus hijos ya impacientes. No podía contradecir a Louis. ―Bien, ya pueden irse.

    ―Al fin. ―Suspiró Matt con fastidio.―Nos vemos en la tarde. ―El adolescente se despidió a lo lejos agitando su mano de forma rápida,

    Harry asintió a su dirección. Matt dió media vuelta y se montó en la camioneta negra. Su movilidad privada.

    Izzi se acercó a ellos para dejar un beso en la mejilla del rizado, como despedida. Miró a Louis cuando se alejó de Harry y le sonrió un poco.

    ―Adiós, Louis. ―Se dió media vuelta y caminó hasta la camioneta que los esperaba.

     Los niños que esperaban su turno abrazaron ambos a su papá y recibieron besos toscos en la cara. Harry no era del todo delicado, además sus manos eran un poco rasposas. Bueno, a los niños no les importaba mucho pues se habían acostumbrado.

    ―Los amo, por favor tengan mucho cuidado, obedezcan a su maestra y no se metan en problemas. Y eso va para ti, Lucas. ―Dijo Harry acomodando sus uniformes de escuela privada. ―Los amo.

    ―¡Yo también, papi! ―Exclamó Eric.

    ―¡Pero yo más, pa! ―Puchereó Lucas.

    El castaño sonrió por la escena.

    ―¡Bye, Louis!

    El mencionado parpadeó sorprendido viendo como Eric se despedía de él agitando su pequeña mano, emocionado y a Lucas también, pero más calmado, ambos a tan solo pasos frente suyo. El castaño les devolvió el gesto con una sonrisa que hizo brillar su mirada y hacer aparecer aquellas arrugas que él tanto odiaba, pero las cuales atraparon la atención de los gemelos y la de Harry.

    ―Cuidense mucho, y hagan muchos amigos. ―Dijo con voz suave y poniéndose a su altura, acariciando sus cabellos.

    Los niños se sintieron bien, porque Louis tenía esa calidez.

Ashes of a Love - Larry Stylinson [Completa ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora