Ashes of a Love - Larry Stylinson [Completa ✔️]

Capítulo VI

    Louis observaba con cariño el anillo en su dedo anular, dejando de lado su tarea designada: Cortar las verduras mientras Harry a su lado cortaba la carne.

    ¿Qué mejor que preparar la cena junto a su amado?

    Dejó de mirar su anillo y volvió a su tarea inicial tomando el cuchillo.

    Por un momento su vista se deslizó hacia el rizado alto a su lado, con su típico rostro serio, concentrado en su labor.

    Sonrió recordando tiempos pasados donde ese mismo rostro serio lo hacía suspirar como enamorado.

    Louis siempre mirándolo pasar al lado de Niall, guapo e impecable, de tacto tosco y mirada misteriosa, escondiendo sus molestias y dolor. Siempre respetuoso y justo con los demás, nunca dejaba atrás sus valores ni principios, y sobre todo siempre dando todo de sí, sin importar qué.

    Eso era algo que tenían en común, dar todo de sí, aunque no se enfocaban en las mismas cosas. Porque Louis trataba de dar todo de sí a las personas y Harry daba todo de sí en sus responsabilidades.

    Ambos se complementaban de esa forma.

    El castaño lo miró unos segundos más y suspiró completamente enamorado.

    Harry era tan encantador a sus ojos.

    Louis siempre disfrutaba analizar su perfecto ser por dentro y por fuera, recordando también lo que los une.

    Abandonó su tarea y se acercó a Harry, dándole un abrazo por la espalda y plantando un beso ahí. Escuchó una risa.

     —¿Qué haces?

     —Te doy mimos, amor.

    Harry sonrió enternecido. Amaba las atenciones que Louis le brindaba, siempre tan lindo y haciendo cada caricia especial sólo para él. Momentos especiales que lo hacen sentir dividido...

    —Oye, amor. —Louis lo sacó de sus pensamientos. —Hoy Niall traerá a…

    —Oh, sí, lo había olvidado. —Asintió.

    A los segundos terminó de cortar la carne en tiras y se estiró para echarlo a la sartén, escuchó casi al instante como el aceite reaccionaba.

     —Hm… ¿No me vas a soltar? —Giró entre los brazos del más pequeño y también lo rodeó. —Eres lindo, Louis. —Vió su rostro risueño, sus mejillas rosadas y el cabello castaño dándole su toque angelical.

     —Me lo dicen a menudo, Styles. —Ronroneó su apellido, lo miró coqueto y el rizado torció su sonrisa para sujetarlo de la cintura.

     —¿Ah, sí? ¿Quiénes te lo han dicho?

     Louis abrió la boca para contestarle con coquetería como suele hacer, pero unas tiernas y agudas voces los interrumpieron. Los gemelos entraron corriendo a la cocina.

     —¡Están tocando la puerta! —Eric exclamó señalando hacia afuera de la cocina.

    El castaño y el más alto se miraron para separarse con cuidado. Lucas se acercó a su padre, para jalarlo sin cuidado de su camiseta hacia la salida y Eric, con cuidado, tomó la mano de Louis, para hacer lo mismo que su hermano.

     —¡Vamos, vamos, abran la puerta!

     —Hey, hey… ¿Por qué están tan emocionados?

     —¡Creo que hay un perrito afuera! ¡Un perrito! —Justo en ese momento se escucharon unos ladridos que lograron hacer que Louis entendiera todo.