꧁༺ C̟a̟p̟ít̟u̟l̟o̟ 1༻꧂

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Namjoon y Jin se quedaron con él a la mitad de la noche después de que Taehyung se fuera. Jimin estaba en estado de shock. En realidad, esta situación estaba más allá de haber sido simplemente abandonado, Taehyung había comunicado que se iba después de diez años de relación. Namjoon y Jin habían sido sus mejores amigos por años y se encontraban igual de impactados.

Jimin alzó el vaso de whiskey que Jin le había servido y sorbió un poco. Le quemó como fuego y le hizo toser. Jin le retiró el vaso y le trajo mejor un poco de té. Nunca había sido bueno para beber.

 —No puedo creer que ni siquiera eso me salga bien —gimió Jimin.

—Detente —Namjoon le regañó—. No tiene nada que ver con lo que hiciste. Taehyung sólo tiene una crisis de los diez años, eso es todo.

—¿Una qué? ¿De los diez años? —preguntó Jimin arrugando la nariz.

—Ya sabes, una crisis... una crisis en sus pantalones.

Jin suspiró mientras sacudía la cabeza.

—Dijo que tenía a otro hombre, ¿cierto? —Namjoon protestó.

—Un hombre de sus sueños —Jimin se burló—. Dijo que era el hombre perfecto y que, si no iba tras él, siempre se estaría preguntando qué hubiera pasado.

—¿Es alguien que conozcamos? —preguntó Namjoon lleno de curiosidad.

Jimin inhaló y se removió las gafas, luego sacudió la cabeza en forma negativa. —Dijo que su nombre era... este... Jungkook, creo.

—Bonito nombre, ¿Dónde lo conoció? —preguntó Namjoon.

—Taehyung, ha estado pasando el tiempo en ese famoso club de la ciudad, ya sabes el que construyeron el año pasado llamado Contacto, toda la gente importante de Hollywood va a ese lugar. Es mixto de gays y heteros —Se sopló la nariz.

—Nunca nos mencionaste eso —Dijo Jin sentándose a su lado.

—De vez en cuando, durante los fines de semana iba ahí a beber algo, se juntaba con algunos amigos del estudio. Se convirtió en un lugar de entretenimiento después del trabajo. No me importaba, porque siempre regresaba a casa a eso de las siete de la tarde. No quería que dejara de ver a sus amigos por mi culpa.

—¿Y fue ahí donde conoció a este... eeh, Jungkook?

Asintió miserablemente. —Eso es lo que dice.

—Bueno, digo que estás mejor sin él —Namjoon anunció inesperadamente.

—Cállate Nam —le dijo su pareja—. Lo lamento tanto, Jimin.

—No hay problema, es sólo que no sé cómo continuaré viviendo sin él. Será extraño, ahora terminaré solo.

—¿Por qué dices algo así? —Namjoon acercó su mano y le dio una palmada en la pierna—. Pronto vendrá alguien más.

Jimin asintió con una leve sonrisa, pero sabía que las cosas serían distintas. Él y Taehyung se habían conocido en la universidad. Habían estudiado sus carreras juntos. Estaban cerca de los treinta, habían vuelto a estudiar después de conseguir trabajos horrendos.

Jimin cumpliría veintiocho años el próximo mes. Jamás se había considerado alguien extremadamente atractivo, aunque las personas le decían que tenía los ojos lindos. Después de haberse formalizado con Taehyung y obtenido un empleo sedentario como editor de libros, había ganado unas cuantas libras extra en el centro. No había nada llamativo en él. No tenía un cuerpo escultural, definitivamente no había forma en la que pudiera competir en el mundo gay de allí afuera, donde el énfasis estaba en la belleza. Ni tampoco quería hacerlo.

Lo que tenía con Taehyung era una vida bastante simple. Tenían sexo ordinario, vacaciones comunes, trabajaban, veían la televisión y compartían sus problemas. Eso era todo lo que él quería. Ahora, de repente Taehyung quería algo más... una visión... un maldito chico de ensueño y perfecto.

En el momento en el que Namjoon y Jin se fueron, la tristeza de Jimin se había transformado en enfado. Estaba furioso. ¿Cómo se atrevía Taehyung a tratarlo de esta manera después de todos estos años? Había estado a su lado cuando estuvo buscando un empleo, lo había mantenido, sostuvo su mano cuando descubrieron que uno de sus anteriores amantes había sido diagnosticado con SIDA y le había acompañado a que se hiciera una prueba.

Ahora, ¿había tirado todo eso a la basura? Todo por una fantasía. Y un hombre de ensueño... apostaba a que todo lo que ese hombre quería era tener buen sexo. No le importaba lo que Taehyung y él habían construido juntos. No le importaba estar arruinando su vida y llevándose su futuro.

Bueno, si Taehyung estaba dispuesto a tirar sus vidas a la basura y todo por una fantasía, por lo menos averiguaría quien era ese chico perfecto y le haría saber lo que pensaba acerca de él.

Probablemente era alguien que quería obtener algún papel en una película... pensaría que Taehyung tenía alguna influencia con el productor... algún niñato adicto a los esteroides con un trasero redondo y una zapatilla de bailarina en su entrepierna. Bueno, tenía algunas palabras que decirle.

Durante toda la semana, Jimin estuvo contemplando la idea de ir a visitar ese club en el que Taehyung solía pasar el tiempo. El viernes siguiente, Jimin decidió que sería el momento ideal. Se puso frente al espejo de su casa y estuvo preocupándose durante dos horas, pensando en que ponerse.

No le gustaba ese tipo de lugares. Eran como carnicerías. No tenía ni idea de cómo las personas iban vestidas a ese lugar, pero si se encontraba con Taehyung, quería lucir espectacular. Escogió un par de pantalones negros de vestir y una camisa negra (de un tono más oscuro que sus pantalones). Le hacía parecer más delgado, aunque no es que estuviera gordo. Sólo tenía una talla extra en el centro y en las caderas. Taehyung les llamaba manubrios del amor, pero eso le hacía sentir algo incómodo.

Se afeitó y aplicó un poco de loción para después del afeitado, luego decidió quitárselo de encima, pensaba que era demasiado y que se había sobrepasado. Su cabello castaño claro, era grueso, le llegaba cerca de la nuca y se le enrollaba un poco en la parte baja, lo que le molestaba. Lo peinó detrás de las orejas y se colocó nuevamente las gafas, aquellas modernas sin aros en la parte baja que Taehyung le había convencido que comprara. —Resaltan tus ojos —dijo, le habían costado una fortuna.

Con un suspiro, tomó su billetera y las llaves de su auto. Estaba alterado antes de siquiera haber comenzado y ahora que estaba estacionando su Toyota en el garaje cerca del club, estaba comenzando a dudar de su decisión. Si Taehyung se encontraba dentro con su nuevo amante, ¿qué sentiría? ¿Podría manejarlo? No quería que Taehyung pensara que iba detrás de él. Se acercó a la puerta, luego se dio media vuelta y comenzó a caminar de regreso al estacionamiento. Se sentó en su auto durante unos minutos, luego volvió a salir.

 ¡Al diablo con Taehyung! Era un país libre. Tenía derecho a entrar al lugar, ¿cierto? 


𝓒𝓸𝓷𝓽𝓲𝓷𝓾𝓪𝓻á...


꧁༒☬𝓨𝓮𝓸𝓷𝓰☬༒꧂

꧁༺ 𝐃𝐢𝐬𝐜𝐨𝐫𝐝𝐢𝐚༻꧂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora