Jimin a sus veintiocho años, tenía una vida sencilla. En todo lo que pensaba era en tener una vida normal al lado de Taehyung, su pareja durante más de diez años. Un día, Taehyung le dice que lo dejará por un "amor de ensueño". Al principio Jimin es...
—Hoy no comiste mucho —dijo Taehyung mientras le miraba desde el otro extremo de la mesa— ¿Estaba bien la comida?
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Estuvo genial, como siempre.
—Tienen un nuevo chef ahora, no es la misma que solían hacer cuando veníamos aquí con regularidad los fines de semana.
—No, está bien.
—Pareces distraído.
Estaba distraído, desde el momento en el que Taehyung había ido a recogerlo no podía dejar de pensar en Jungkook. Le estaba molestando. ¿Cómo pudo haberse dejado distraer por una buena apariencia y buen sexo cuando su futuro estaba sentado justo frente a él? Acercó su mano a la de Taehyung. —Hemos pasado por mucho juntos, has sido mi mejor amigo.
Taehyung le sonrió. —Somos un dúo dinámico, es todo.
Jimin asintió. Lo de anoche no fue real, lo que sintió en los brazos de Jungkook, fue todo un sueño. Era como comer comida gourmet y champán, no puedes comerlo todos los días. Taehyung era carne y patatas. Llenaba ese vacío, era comodidad y seguridad.
El estar con Jungkook sería como subirse a una montaña rusa en un parque de diversiones todos los días, y ¿Qué hay acerca de los otros amantes? A cualquier lugar que Jungkook fuera, representaría tentación. La gente lo veía, ¿Querría estarse preocupando? ¿Queriendo saber con quién dormiría después? ¿Podría esperar que un hombre como él fuera fiel?
—¿Jimin?
—Sí.
—¿Dónde estás?
—Aquí, contigo.
—No has escuchado ni una palabra de lo que he dicho.
—Lo lamento, estoy trabajando en el libro de nuestro autor estrella Gabriel García Márquez.
—Oh, ¿Es bueno?
—Sí, muy bueno, pero siempre está dividiendo sus infinitivos.
—Ojalá supiera lo que significa eso —Taehyung rió—, podría...
Jimin sonrió, —No es importante. ¿Qué me decías?
—Dije que las cosas serán mejores esta vez, lo presiento. Tenemos que hablar más y...
¿En qué diablos estaba pensando? Estaba pensando en Jungkook como si en realidad pudiera existir una relación entre ellos. Sabía realmente como eran las cosas. Jungkook no era de la clase de personas con las que se tiene una relación. Ni siquiera sabía por qué Jungkook había hecho eso con él en primer lugar. Tal vez sintió lástima. Sin importar lo que sus amigos pensaran de Jungkook, anoche se había dado cuenta que era un hombre sensible y cuidadoso. Le trajo una rosa y era afectivo. No muchos hombres lo abrazarían después de hacerlo. Ni siquiera a Taehyung le gustaba hacerlo. —¿Qué piensas? —dijo Taehyung.
Jimin le miró fijamente —Sí, —respondió dándose cuenta que tampoco le había prestado atención esta vez—, Pidamos café.
—¿Postre?
—No, paso.
—Entonces, ¿podemos ir a Contacto?
—¿Vas a pasarte toda la noche con tus amigos?
—Dime una cosa Jimin, ¿Te gustan mis amigos?
—Francamente, no. Pero nunca te prohibí que los vieras.
—Lo sé, pero ¿Qué es exactamente lo que no te gusta? —Llamó al mesero y ordenaron café.
—Son demasiado superficiales.
—Son muy Hollywood, lo sé.
Jimin asintió cuando el camarero les trajo el café. — Jungkook dijo que eran un montón de pretenciosos.
—¿Jungkook? Te refieres a ese Jeon —dijo mientras movía su café frenéticamente.
—¿Ese Jeon? —Jimin rió—, Ahora lo llamas así tan campantemente..., cuando antes....
—Te dije que me dejé llevar, si alguien es un creído es él. Es demasiado bueno para nosotros, demasiado perfecto.
—Suenas como que lo odiaras.
—Le pedí que bailara conmigo una vez y...
—¿Lo hiciste? —Jimin le miró fijamente.
—Sí.
—Nunca me dijo eso.
—¿Te has vuelto muy amigo de ese fenómeno?
—Jungkook no es un fenómeno. Es un gran tipo.
—¿Cómo lo sabes?
—Te... te lo dije, hablé con él. Así fue como descubrí que ni siquiera te conocía.
—Me conoce. Te dije que le pedí que bailara conmigo y dijo que no.
—Tal vez no tenía ganas de bailar —murmuró Jimin.
—Se cree un dios cuando no lo es. Trabaja para un hospital de por ahí.
—No, no lo hace. Es un bombero.
—No lo creo.
Jimin suspiró. —No importa, ¿por qué estás hablando de él?
—Tú fuiste quien lo mencionó. Dijiste que no te gustaban mis amigos y...
—Solo quiero asegurarme de que, si vamos a Contacto, no te pasarás toda la noche con tus amigos y me olvidarás.
