; Alternative ending

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Las cosas marcharon de la misma forma que antes, la normalidad regresó junto a su vida monótona en ese departamento, y la cálida presencia de Baekhyun se esfumó una vez más de él. Las semanas siguieron pasando, y cuando le quitaron el yeso de su brazo retomó el trabajo.

Hasta que un día recibió una llamada.

—¿Presidente Kang?

—Director Park.

El doctor hojeó una receta médica y la firmó antes de despachar al paciente que trataba para enfocarse luego en la llamada.

—¿A qué se debe su llamada?

—Te tengo una propuesta.—El doctor no dijo nada, esperó a que salieran las palabras dentro de aquella llamada.—Regresa a Seúl.










De rostro atractivo y altura mayor, el hombre bajó con su impecable traje negro azulado del vehículo, su corbata del mismo tono a juego y la inmaculada camisa azul estirándose bajo el pecho tonificado.

Se le veía con el cabello negro peinado hacia atrás, quizás dándole un poco de más relevancia a sus facciones neutras e inexpresivas. La bata blanca y la placa plateada sobresaliendo de su bolsillo expresaban la posición de su trabajo.

Y con las manos dentro de sus bolsillos, entró al gran y elegante hospital. La recepcionista y junto a las demás enfermeras y enfermeros fueron inclinándose a lo largo del edificio hasta llegar a dónde el presidente y un par de guardaespaldas esperaban también.

—Bienvenido de vuelta, director Park.—Manifestó con una sonrisa el gran presidente, y el doctor Park le agradeció con una leve inclinación.—Espero tenga tiempo en éstos días para reunirnos y hacer una fiesta para celebrar su regreso.

—Muchas gracias, espero estemos en contacto.

Y sin más los demás aplaudieron y otros dieron sus felicitaciones en todo lo que se encaminó de ida al que solía ser su consultorio privado. La diferencia entre los hospitales de Daegu y Seúl era muy notoria, la elegancia que éste esbozaba tras entrar tenía más preferencia que la sucursal en Daegu, pero no iba a discutir eso. Aún tenía cosas que hacer al llegar al nuevo apartamento en dónde se instalaría a partir de ahora.

Cuando vio la placa puesta sobre su puerta, sintió cómo si regresara a casa aunque le diera pesar haber dejado a Jongin en otro distrito, pero prometieron seguir en contacto.

Pero cuando abrió la puerta y entró a la que solía ser su oficina, su cuerpo se paralizó.

—¡Papá!

El pequeño Hanseol frunció sus labios y de sus pequeños ojos comenzaron a salir lágrimas, sin embargo no dudó en correr hasta los brazos fuertes de aquel hombre que enseguida dejó caer su maletín y bajó para alzarlo hacia arriba.

Chanyeol rió cuando sintió su cuello empaparse de lágrimas y sollozos, pero la verdad fué que también quiso llorar. Envolvió tan fuerte el pequeño cuerpo del niño cómo si nunca más fuera a verlo. Y es que fué así, pasaron tantos meses en los que no pudo cargar a su hijo, consentirlo o jugar con él porque vivía creyendo que lo mejor era que estuviera alejado de ellos para no hacerles daño. Pero fué el pensamiento más tonto que un padre pudo haber cometido tener.

Holding 𓆰 chanbaek.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora