Holding 𓆰 chanbaek.

Capítulo siete.

𝑫𝒆𝒄𝒍𝒊𝒗𝒆

Baekhyun no lo supo, pero la quijada de Chanyeol se tensó y sus ojos se abrieron con sorpresa y dolor.

—¿Qué?

—Lo que oíste. 

Entre tantos minutos de tensión, Baekhyun por fin se dió la vuelta para mirarlo a los ojos y con voz firme decir:—Quiero el divorcio, Chanyeol.

No tenía por qué haber marcha atrás. Por supuesto que su corazón roto y la ausencia de oxígeno que sentía para respirar bien mientras lo decía, no era motivo para echarse atrás y seguir intentando sobrevivir a una verdad en dónde su esposo tras venir de acostarse con otro chico regresaba a casa a tocarlo a él.

El coraje y el dolor intenso que sintió no era pagado con simples palabras de perdón. Y no tendría piedad, así cómo él no la había tenido ni por su hijo Hanseol.

—Baekhyun no bromees con esa mierda.

En la boca del susodicho se dibujó una sonrisa triste. Si todo se tratara de una broma, las cosas no se sentirían tan dolorosas; pensó. Miró hacia el suelo mientras mordía sus labios y se preparaba antes de volver a hablar.

—Dímelo Chanyeol, ¿Desde hace cuánto es que tienes una aventura con Hyunsoo?

Chanyeol se inmutó por completo. Cada expresión endurecida se desvaneció, cada tensión en su boca se remplazó por una más nerviosa, y sus ojos que se habían vuelto esferas enojadas, se deshicieron en la sorpresa de sus palabras. Esa fué la primera vez que Chanyeol abrió los labios y titubeó sin decir nada.

En su lugar se acercó un paso hacia adelante con la intención de agarrar a Baekhyun, pero el segundo no le permitió si quiera acercarse más de dos pasos cuando retrocedió y vociferó en voz alta. —¡Responde ahora mismo!—demandó.

—Baekhyun, hablemos con calma.

Pero qué insulto. Baekhyun se rió sin gracia y cuándo volvió a ver a su esposo tratar de acercarse, levantó la palma de su mano en el aire y le estampó una fuerte cachetada en la mejilla que lo volvió a silenciar.

—No me toques con las mismas manos con las que tocabas a tu amante; maldito bastardo.

De alguna forma la manera en que trataba de evitar el tema usando otras palabras, dolía. Dolía demasiado y volvía a construir y estrellar de golpe su corazón cómo la primera vez.

—¿Te gustaba acostarte con él y luego regresar a casa cómo si nada?—El dolor reflejado en sus ojos no le permitió ver el dolor en los adversos. Pero durante cinco años de matrimonio el único que más había importado para Baekhyun había sido él. Él y su hijo. —¿Pensaste alguna vez en Hanseol mientras te acostabas con ese chico?, ¡¿Cómo pudiste, Chanyeol?!—A partir de ese momento Baekhyun ya no tuvo más fuerzas para mantener su voz normal, sollozó y lo hizo sin ningún detenimiento. Su voz más quebrada que nunca y la punta de sus ojos ardiendo al contener las lágrimas. Y Chanyeol no mantenía más que silencio.

Baekhyun se hartó, agarró del pecho la camisa de su esposo y apretó la tela, sacudiéndolo mientras exclamaba. —¡Responde! Deja de mantener el silencio y habla de una maldita vez Park Chanyeol.

Admite que dejaste de pensar en mí mientras dormías en la cama de otro. Qué el solemne te amo en el altar sólo era una más de sus mentiras. Que he dejado de ser así de joven y lindo. Qué soy un complicado chico. Que no lo intenté lo suficiente para hacerte querer permanecer siempre a mi lado. Que fui un egoísta pensando que vivía una vida feliz y tal vez para ti ya era cansado seguir en la misma burbuja.