DÍAS CARMESÍS.

CAPÍTULO 8.

Minho despertó de golpe había tenido una pesadilla donde asesinaba al despiadado rey quien dormía con tranquilidad a su lado por más que deseaba quitarle hasta el último aliento con sus propias manos no podía arriesgarse por el bebé y el hecho de que era el padre de la persona de la que está enamorado.

Tomo distancia del cuerpo del rey para volver a dormir no quería tener más contacto con ese hombre le asquea sabiendo sus sucios planes y que no se tocaría el corazón si da a luz una niña.

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La fecha de la boda del príncipe y la princesa pronto llegó, ambos se veían tan apuestos tenían la imagen de la pareja perfecta.

Minho sintió su corazón desmoronarse al verlos ellos lucían tan felices en toda la ceremonia Wookyung núnca lo miró ni siquiera intento acercarse para preguntar por el bebé en su vientre.

— Cielo deberías descansar, estás a días de dar a luz, ¿Quieres ir a tus aposentos?

— Mi rey si me marchó ahora no estaría dando una mala imagen como su reina, es normal que alguien embarazado se encuentre débil en los últimos meses, no tiene por qué preocuparse estaremos bien.

— Bien, pero cualquier cosa tienes que decírmelo, recuerda ese niño es nuestra esperanza.

Wookyung se acercó con su ahora esposa a dar sus respetos con una enorme sonrisa tal parecía que de verdad le agradaba ella.

Era como si núnca hubiese sentido amor por él algo que lo puso tan triste pero sabía como esconder sus emociones. Doona veía a Minho sentía pena por él ahora salía sobrando, después de todo una vil concubina como él no puede soñar más allá cuando ya pertenece al rey.

— Mi amado hijo, me alegra tanto saber que tú y la princesa Doona por fin están casados se que vivirán una feliz vida juntos. ¿No es asi cariño?

— Cierto, nuestro rey tiene razón, ambos se ven tan felices, es admirable para todos que se demuestren tanto amor públicamente.

Minho tenía un nudo en la garganta sobre todo cuando Wookyung lo ignoro y sólo se despidió de su padre, no entendía como es que fueron distanciándose con el tiempo.

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Minho se encontraba cortando rosas para colocar en un florero en la mesa del comedor aún extrañaba a Wookyung no habían tenido noticias de él desde que se mudo lejos del reino con su ahora esposa.

— Mi rey, mi rey, tenemos excelentes noticias ¡El principe Wookyung y La princesa Doona serán padres!

Había creído que su mente le jugo mal pero no, realmente era verdad que Wookyung seria padre, la misma carta lo confirmaba. Minho destruyó las rosas sin importar que las espinas se clavaran en sus manos quería gritar y llorar estaba molesto ¿donde había quedado todo ese amor que ambos decían?

La humedad entre sus piernas asusto a todos los presentes era sangre al parecer su parto se había adelantado al haber acumulado demasiadas emociones.

Todo el palacio se fue pies arriba por la llegada del bebé demasiadas toallas y vasijas con agua tibia iban y venían. No fue hasta el amanecer que por fin se tuvo noticias apesar de ser una difícil cesaría ambos sobrevivieron.

Había dado a luz un varón, el orgullo del rey, Minho lo veía por dentro se reía pues ese niño no era de él si no de su hijo Wookyung.

— Mi amado carmesi me haz hecho tan feliz, bendeciste a nuestra familia con un fuerte varón, su nombre será Cirrus.

— Un gran nombre mi rey... gracias por cuidarnos..

— Shh por ahora descansa, fuiste muy valiente la cesaría fue difícil llamare a las nodrizas para que cuiden de ustedes dos.

— Gracias mi rey, siempre agradeceré su amabilidad..

Minho tenía su cuerpo vendado y adolorido pero estaba feliz de que su bebé hubiese sido un niño ahora que Wookyung lo ha olvidado si hubiese sido una niña no podría ni imaginar el cruel destino pero dios fue tan bueno con él brindando un hermoso varón.

— Cirrus mi pequeño y dulce príncipe, te protegeré siempre, no dejare que nadie te lastime ni te separen de mi lado es una promesa.

Beso su mejilla le habría encantado marcharse con Wookyung pero éste no volverá ya tiene a alguien más del que esta enamorado. Abrazo a su pequeño contra su pecho alimentandolo y quedándose dormido tener un parto no es fácil y se lleva todas las energías.

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— ¿La carta ha llegado a mi padre?, me imagino que esta feliz.

— Lo está mi príncipe, aun más ahora que su reina Minho ya dio a luz el mismo día que usted envió la carta, fue un varón su nombre es Cirrus.

Wookyung sonrió así que su amado Minho le había dado un niño, se sentía tan mal por ignorarlo pero si quería protegerlo debía hacerlo.

Doona entro en su despacho estaba molesta con Wookyung por mentir sobre un supuesto embarazo puesto que él núnca la ha tocado ni siquiera en la luna de miel.

— Sabes que lo que haz hecho se puede considerar traición contra el rey, nos cortaran la cabeza por mentir.

— No te preocupes, todo está bien, tenemos un bebé, una de las mucamas está embarazada, ella nos dará a su bebé a cambio de unas monedas de oro.

— ¿Realmente crees que no abrirá la boca e irá corriendo a contar al rey?

— Doona, Doona, esa mujer no quiere al niño, fue producto de un abuso así que ella encantada de deshacerse de él, recibir dinero a cambio es su oportunidad de vivir unos cuantos meses sin preocupaciones.

— Estás tan confiado.

— Eso es por que ella no tiene lengua, además no sabe escribir ni leer, es una tonta, sólo sabe que es dinero pero ¿como sabrá administrarlo si es alguien tan tonta?

— Y dices que no eres como tu padre, tú eres mucho peor que él.

— Sólo tomo algunos peones antes de mi gran jugada, y tú no te sientas una blanca paloma mi querida Doona se que te acuestas con el tonto Haseul.

— Me estas difamando, yo no tengo ningún amante no conozco a nadie de con ese nombre..

Wookyung fue tras ella tomándola por el brazo y riendo, no le molesta que juegue con otros hombres pero si que mienta.

— Los vi en el establo revolcándose como animales, así que no mientas o no querras perderlo, siendo honesto no me importa mientras hagas bien tu trabajo, mejor aun así realmente quedas embarazada de ese idiota así me haces más fáciles las cosas, ahora debo irme tengo asuntos que atender y tú se buena zorro y ve a abrir tus piernas para Haseul, si queremos que el rey esté feliz debes darle un nieto pronto.

Doona por supuesto se molesto pero sabía que era verdad si tenían al rey feliz ellos tendrían grandes recompensas además si puede jugar libremente con Haseul por que tendría que seguir molesta, tan pronto como recordó el sexo en el establo salió corriendo en busca de aquel campesino su lindo amante de peculiares orejas.

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Hola a todos espero les guste el capitulo nos vemos pronto. 🦧💖