❮uzuzen❯

⬞ Police

⬞ Smut (+18)
Si hay algún error háganmelo saber, es una adaptación de otro one shot propio.

Feliz año hdp los amo y gracias por tanto apoyo a esta porquería 🫶

Y como si se tratase de algún tipo de comunicación ancestral, el ya sabía lo que su novio quería.

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Las horas pasaban lentas en el reloj, el segundero parecía ir cada vez más lento, como si los minutos tardaran milenios.

El rubio estaba harto de los turnos nocturnos de su novio, ya casi nunca le veía, no podía abrazarle, besarle, ni coger desenfrenadamente como lo hacían antes. Extrañaba que sus rondas fuesen durante el día.

Siguió esperando acostado cama, extrañaba tanto a su novio, sus toques, su olor, sus besos húmedos; extrañaba el como acariciaba su cuerpo con sus largos dedos, como si fuese la obra de arte más delicada qué hay. Pero sobre todo extrañaba el sexo.

Juraría que podía sentir la boca de Uzui besándole, en sus labios, mejillas, su cuello, clavículas, su pecho, su estómago y en ese lugar tan privado que el albino conocía de memoria.

El chico levantó el cuello de la camiseta blanca de Tengen y olió el exquisito aroma de este, como si estuviese encima de el.

Llevo sus dedos a sus labios y dio el mismo paseo que hacían los labios del mayor sobre su piel, con suaves caricias llegó hasta su intimidad y empezó a estimular su glande con pequeña caricias, mientras percibía el aroma de su novio, como si fuese él, porque solo él sabía tócalo de esa manera.

Pequeños gemidos empezaron a escapar de la boca del rubio en el momento que adentro su mano en su ropa interior acariciando su falo y estimulando su sexo con mayor intensidad.

El reloj dio la una y la puerta principal se abrió religiosamente como todas las demás noches.

Las pisadas lentas se escuchaban por el pasillo, pero el chico estaba tan concentrada en su propio placer que olvidó la hora de llegado de su enamorado.

Uzui estaba parado en el marco de la puerta, paralizado, con un pie dentro y el otro fuera, viendo como su novio se masturbaba mientras olía su camiseta, esta estaba subida dejando ver la ropa interior del menor donde su propia mano se había colado.

Tengen cerró la puerta con fuerza y Zenitsu se exaltó en su lugar levantado ambas manos en el acto, miró en dirección a la puerta y su mirada se oscureció a ver a su mayor, con el uniforme y viéndole con los ojos bañados en lujuria.

Una sonrisa ladina se formó en los suaves labios del hombre y el rubio se volvió loco.

— ¿Qué cree que hace, Agatsuma Zenitsu? —interrogó el albino posándose frente a su mayor que se acomodo de rodillas en la cama.

— Es que usted ha estado muy ausente y lo he extrañado tanto — el rubio mordió su labio y se acercó a la orilla de la cama sentándose con las piernas abiertas una a cada lado de las de su novio.