Juan estaba en la calle caminando cuando chocó con alguien y se le caen los lentes.
El no ve bien sin lentes, ve demasiado borroso y estar en la calle en medio de la madrugada, sin lentes, viendo todo muy borroso, creo que no es la mejor experiencia.
—Mierda, ¿Dónde están?— Empezó a preguntarse
Se agachó y empezó a buscarlos, pero era muy difícil
—¿Necesitas ayuda?— Dice una voz femenina, su voz era dulce, una de las voces más bonitas que Juan había escuchado
Volteó hacia arriba y logró ver la silueta de alguien, más no su rostro.
—Eh, si por favor, alguien me empujó y me tiró los lentes, ¿me podrías ayudar a buscarlos?— Preguntó Juan un poco tímido
—Oh, si claro— La chica empieza a voltear a varios lados pero no ve los lentes así que se agacha
—¿Los ves? es que yo no puedo ver mucho sin mis lentes—
—No los logró ver, ¿te empujaron exactamente aquí?— Pregunta la chica
—Creo que fue un poco más haya— Señaló atrás de ella
Alcanzo a ver un poco como ella se va hacía donde el señaló.
—¡Aquí están!— Logró ver qué ella viene hacía mi — Ya los encontré chico, aquí están— Le extiende los lentes
—Muchas gracias:).- Agarro los lentes y se los empezo a poner
Ya que se los puso, pudo ver cómo era la chica
Era una chica muy bonita, tiene unos hermosos ojos color verde, tiene muchas pecas alrededor de su rostro, sus mejillas son color rosas, tiene el cabello de color café claro, su cabello está un poco más abajo que sus hombros y lo acompaña un hermoso flequillo, es hermosa, piensa Juan.
Luego salió de sus pensamientos, dándose cuenta que los dos se quedaron viendo fijamente a los ojos.
—Eh, M-muchas g-gracias, q-quieres ir por u-un café?— Pregunto un poco nervioso por no saber que decir
—¿A la 1 de la mañana?— La chica soltó una bonita risa
—Oh, Eh si cierto, se me olvidó— Juan soltó su típica risa, pero en un tono de voz más bajo
—Si quieres te puedo pasar mi número y salimos otro día— Propone la chica
—Si, claro—
—Okay, por cierto, soy Eva—
—Juan, mucho gusto— Dicho esto Juan le extiende la mano
—Mucho gusto Juan— Junta sus manos
La mano de Juan estaba muy grande a lado de la de Eva, también de altura, La chica estaba muy pequeña a lado de Juan, el le sacaba como una cabeza
—Este es mi número— Le dió un pequeño papelito que decía
—########## — Evita:]
—Muchas gracias.. ¿a dónde te diriges? si no me quieres decir no hay problema— Dijo un poco nervioso
—No te preocupes, voy a mi casa y tú?— Le pregunta Eva
—Yo también voy a mi casa, si quieres te acompaño a tu casa—
—Oh no, no quisiera molestar—
—No molestas, cómo agradecimiento por encontrar mis lentes—
—Bueno, está bien, lo bueno es que está cerca—
Y así empezaron a caminar en dirección a la casa de Eva, pero Juan iba tan distraído viendo la belleza de la chica que no se dió cuenta que literalmente estaban tomando el camino a la casa de el
—Ya llegamos, ¿te vas a ir ya a tu casa? o quieres pasar a tomar un café, aún que sea la 1 de la mañana—
—Espera — Juan mira al rededor y se queda confundido — ¿Aquí vives? —
—Eh si, ¿por qué?—
—En esa casa yo vivo— Señala la casa de a lado-
—Oh, bueno entonces nos vamos a ver más seguido—
—Bueno, ¿quieres pasar?—
Y así pasaron toda la noche conociéndose mejor, y tomando un café a la 1 de la mañana.