NARRA OLIVIA:
Me desperté con un dolor de cabeza inusual. Revisé mi teléfono para ver si tenía mensajes nuevos. 0 mensajes nuevos. "Genial, todos siguen durmiendo" pensé molesta. Me levanté de un salto y al hacerlo, me golpeé la cabeza con la estantería, y se me cayeron todos los libros encima.
—¡Joder!— protesté ahora que nadie podía oírme, ya que estaba sola en casa. Bajé las escaleras descalza hasta la cocina para comer algo. Me serví un vaso de zumo y me hice una tostada con mantequilla.
Caminé hasta el sofá con mi desayuno y encendí el televisor, me senté en el sofá.
Zapeé un poco hasta finalmente dejar puestas las noticias.
Escuché atentamente, ya que parecía ser importante:
"Noticia de última hora: Ha habido 19 fallecidos en el hospital Royal London a causa de un virus mortal que desgraciadamente aún desconocemos. Para su seguridad, les recomendamos que no salgan de-"
Apagué el televisor. No sería para tanto. Constantemente salían noticias como esas, y yo ya estaba un poco harta de oírlas. Terminé mi desayuno y subí a mi cuarto a ponerme el uniforme para ir al instituto. Cloud, mi gata, estaba dormida en mi cama. La acaricié y ella ronroneó. Bajé las escaleras con la mochila colgada en la espalda, abrí la puerta principal e inmediatamente un avión caza pasó por encima de mi vecindario. Se oían sirenas de policía a lo lejos, pero mi vecindario estaba tranquilo, más en calma de lo normal.
Caminé hacia mi instituto y allí me encontré con mis amigos. Parecían nerviosos.
—Siguen enviando coches de policía y aviones caza... ¿Qué narices está pasando?— William parecía desesperado.
—¿No habéis visto las noticias? Dicen que un virus se ha propagado en el hospital, y que la gente se está volviendo agresiva. ¡Hasta dicen que uno ha mordido a un tío y le ha arrancado la tráquea!— exclamó Emma.
—Han dicho que nos quedemos en casa— comentó Harry. —No me parece bien que estemos aquí, con todo lo que está pasando—.
Sonó el timbre y entramos al instituto, hacia nuestra clase.
—Por favor, sentaos— nuestra profesora nos recibió. —Antes de nada, seguro que habréis visto las noticias... No os alarméis, por favor. Seguro que no es nada grave. Trataremos de mantener la calma, y seguiremos haciendo clase como siempre. Los horarios no cambiarán. ¿De acuerdo? Bien, vamos a empezar. Sacad el libro de latín por la página 22—.
Hicimos las dos horas matutinas de clase como siempre, hasta que llegó la tercera hora.
—Nos toca... inglés. El profesor Allen debe de estar al caer— anuncia Harry.
Y, efectivamente, el profesor Jhon Allen entró por la puerta, tambaleándose, como si estuviese ebrio o mareado.
—¿Profesor Allen..?— lo llamé.
—E-estoy... bien... no os p-preocupéis, empecemos la clase, que luego me echan bronca— cuando terminó de hablar, vomitó en el suelo y cayó al suelo desmayado.
Rápidamente me acerqué para tomarle el pulso, pero justo cuando iba a poner una mano en su hombro, el profesor Allen se giró con intenciones de morderme en el brazo, como si quisiese arrancarme la carne y devorarla de un bocado. Pero por suerte todo eso no pasó, porque por suerte para mi, William me tomó del brazo y me alejó bruscamente.
—¡Olivia! ¿¡Estás bien!? ¿¡Te ha hecho algo..?!— William parecía muy preocupado.
—Estoy bien.. No me ha alcanzado, gracias Will— respondí para calmarlo.
William me arrastró hasta una esquina de la clase, donde estaban todos los demás.
—Madre mía Olivia... No nos habíamos dado cuenta de que estabas en peligro— se disculpó Emma.
Los abracé a todos. Los gritos del resto de nuestros compañeros tratando de huir del profesor eran ensordecedores. Ese horror nos provocaba pensar en que le estaba pasando al profesor. Y entonces me acordé de las noticias.
—Oh no, no, no.. Mierda, mierda.. Chicos, las noticias.. Era verdad...— digo desesperada con mis manos en mi cabeza.
El profesor se abalanzaba sobre todos los alumnos, después les mordía y se comía su carne o entrañas, todo era tan desagradable que no pudimos evitar vomitar. Nosotros estábamos refugiados detrás de una barricada formada por mesas y sillas.
—No podemos quedarnos aquí mucho tiempo.. Si se trata de una infección antes de darnos cuenta tendremos a más de treinta zombis acechándonos — advirtió Jack.
Yo estaba paralizada, mi respiración era entrecortada y sentía un fuerte dolor en el pecho y un gran nudo en el estómago.
—Osea... ¡Esto es súper asqueroso! ¡Osea..!— exclamaba Sophie.
—Hey, no perdamos más tiempo, salgamos de aquí y vayamos a la clase de música, que ahora está vacía— nos recordó Emma.
Finalmente nos dimos la mano y salimos agachados rápidamente. La infección en la clase se propagaba deprisa, ya habría como 20 infectados entre nosotros. Salimos de la clase muy nerviosos, y lo que vimos en el pasillo nos dejó impactados: Las paredes y el suelo llenas de sangre, arañazos por todas partes que la gente había causado para intentar escapar, un silencio inquietante y el horrible olor a podrido. —Dios mío...—dijimos.
—Vale, escuchad. La clase de música está al final del pasillo—susurró Emma. —Vamos en silencio, no debemos alertar a ningún infectado—.
Fuimos agachados hasta el final del pasillo, entramos a la clase de música y Harry tomó una guitarra que había en el suelo e hizo ruido para comprobar si la clase estaba vacía y si era un lugar seguro. Se hizo el silencio por unos segundos y finalmente podíamos decir que la clase estaba vacía.
Me senté en una de las sillas a pensar: ¿Porqué estaba pasando esto? ¿Porqué a nosotros?.
Emma se acercó a mi y se sentó a mi lado:
—Liv, no te preocupes. Aquí no pueden hacernos daño, y seguro que un helicóptero de rescate vendrá a salvarnos, ya lo verás— intentó esbozar una sonrisa, pero esta se esfumó cuando dejé caer un suspiro: —No creo que nadie venga a rescatarnos, Emma. Por ahora habrá que quedarse aquí, aunque creo que la azotea sigue siendo más segura— le contesté.
—¡Puaj! Osea, ¡mi falda era nueva! ¡Está súper asquerosa llena de sangre de otras personas!— exclamaba Sophie, que, al parecer, le preocupaba más su look que todo lo que estaba pasando.
—Chicos, creo que deberíais ver esto...— nos llamaba William, que estaba echando un vistazo por la ventana. Nos acercamos a él, y entonces señaló la calle: Lo que estaba pasando afuera, estaba todo lleno de policías y ambulancias, aviones y más. Supongo que lo que teníamos que hacer ahora era cuidarnos entre todos, porque si uno cae, caemos todos.
☆゜・。。・゜゜・。。・゜★
Espero que te haya gustado la primera parte de mi historia, puedes votar si te ha gustado y comentar si tienes alguna duda. Gracias por leer 💜
ESTÁS LEYENDO
Infectados - (Zombies)
HororCuando un virus letal se extiende por Londres, un grupo de supervivientes deberán aprender a trabajar en equipo para cumplir la única regla de esta caótica ciudad: Sobrevivir.