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Don't Flirt With him

La victoria aplastante era obvia para él, Taehyun tenía todo para ganar, pero nadie creía que el pequeño y esbelto muchacho escondiera tanta fuerza. Con más de la mitad del público asombrado pora hazaña, Kai se sintió importante por haber recibido un golpe de Taehyun durante un entrenamiento

Había conseguido todo lo que cualquier mortal desearía, aunque eso significó tener un moretón en su mejilla durante una semana.

Fue su golpe de suerte, literalmente, porque después de eso Taehyun se hizo aún más cercano a él, ya sea por culpabilidad o porque quedó embelesado por su atractivo genético, Kai estaba contento.

Durante ese tiempo vio muy poco a Beomgyu, apenas se saludaban y desaparecía rápido cuando lo veía, no trató de darle explicación y simplemente disfrutó al máximo a Taehyun, iban juntos a clases, caminaban juntos al paradero y compartían la línea de bus hasta cierta parte.

Su cambio de humor diario era tan obvio que no le sorprendió que en la cena de ese día, sus hermanas comenzaran a molestarlo exigiendo una foto de su "ángel".

—Una foto no es suficiente, mejor que lo invite a la casa.

"Bahiyyih, pequeña demonio" pensó Kai al chocar miradas con su hermana menor. No tendría ningún problema en invitar a Taehyun, si no fuera porque el más pequeño estaría en manos de sus dos hermanas y sus abrumadoras atenciones, de esa manera solo iba a quitarle su atención y él quedaría como un simple espectador. El plan no era ese.

Por lo que con cautela desvió el tema de conversación esperando que ambas se olviden de eso.

No obstante, debió prever lo insistente que era Bahiyyih cuando quería molestarlo, sobre todo porque tenía mucha curiosidad por Taehyun cuando lo vio en la foto de la premiación y le pareció atractivo.

Cuándo terminó su última clase del día, pensó en invitarle un helado a Taehyun, y luego acompañarlo a su casa, no importaba si se hacía tarde, siempre podía quedarse en casa de Soobin.

Su rutina era sencilla pero agradable, podían pasar horas charlando de cualquier tema a estar en silencio durante mucho tiempo sin sentirse incómodos.

Taehyun era el tipo de persona que hablaba poco, pero siempre podía mantener un tema de conversación con alguien que despertaba su interés. Kai por el contrario era de los que soltaban frases aleatorias en ocasiones y en otras podía sólo escuchar sin interrumpir y prestando total atención.

Para Kai era el equilibrio perfecto así que casi siempre dejaba que Taehyun tomara la iniciativa en todo, era otro rasgo particular de él y no le molestaba en absoluto. Muchas veces guiado por el más pequeño, solo hacía lo que le decía. Nunca estuvo en contra suya.

Salvo por aquel día en el que fueron interceptados por Lea, su hermana mayor, cuando caminaban con dirección al paradero de autobuses.

Lea era un ángel de persona, si le contaban algo malo de ella nunca creería tales blasfemias, así que si ella le dijo que no apareció ahí adrede, le creía, si le aseguraba que no estaba planeado invitarlos a ambos a casa y que la amiga de Bahiyyih estuviera también ahí, le creía ciegamente.

Una cosa que aseguraba la presencia de Hikaru en casa era que Bahiyyih no estaría pendiente de Taehyun y tendrían tiempo a solas en su habitación, la cual había ordenado previamente, anticipándose a una visita sorpresa de Taehyun.

El pequeño se paseaba por sus estantes con colección de figuras de anime y peluches de Molang, ojeaba unos cuántos mangas y libros frunciendo el ceño en ocasiones, como cuando encontró el tomo 0 de Jujutsu kaisen e inmediatamente se lo pidió prestado a lo que él accedió sin dudarlo. Obviando con descaro que ese era un manga que Soobin dejó olvidado en su casa hace semanas y siempre se olvidaba de recogerlo. Si Taehyun lo quería, él se lo daría, luego iba a ajustar cuentas con su amigo.

Las escasas horas en su habitación le hicieron sentirse el ser más afortunado del mundo. Eran incontables las personas que trataron de llamar la atención del pequeño rubio, que coqueteaban descaradamente con él ignorando su enorme presencia tras Taehyun. Confiaba en las capacidades del pequeño para defenderse y alejar compañías incómodas, pero eso era algo que Taehyun no debería atravesar y molestaba en demasía a Kai.

Tal vez necesitaba una imagen más aterradora o una manera de hacerle saber al resto que Kang Taehyun no estaba disponible, ya que el rubio por si solo no inspiraba tanto temor como se imaginaba. Pará Kai era el epitome de ternura.

Es más, ahora que lo ve a detalle, puede asegurar que los ojos brillantes y enormes del rubio eran sólo la punta del iceberg de sus encantos. Y al parecer no era el único en darse cuenta de eso, porque al momento de la cena, la fluidez con la que Taehyun y Hikaru se comunicaban con Lea, le daban celos.

Lea los veía como dos pequeños hermanitos, pero en Hikaru había identificado un brillo distinto, un interés peligroso que Taehyun no parecía haber advertido.

Kai no dejó de estar atento a la conversación centrada en el cuidado de la piel y no pudo evitar exasperarse cuando Hikaru comenzó a inundar de cumplidos a Taehyun, que si su piel era perfecta, que si parecía modelo de revista, que haría buena pareja con su prima, que si sus hijos serían hermosos, bla bla bla.

Puro parloteo innecesario y molesto de cierta manera.

Que coqueteo tan descarado de la pequeña que hasta hace una hora le caía bien.

¿Estaría al tanto que Taehyun era mayor que ella por un par de años?

Toda su frustración pareció ser cómica para Bahiyyih que luego de mirarlo y analizar la situación, procedió a reír a carcajadas sorprendiendo a todos en la mesa.

Bahiyyih lo miraba burlona y altiva. Porque ella lo sabía muy bien.

No había manera de que Hikaru coqueteara con Taehyun. Era tan imposible como que Kai aceptara que Taehyun no le gusta.

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