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Don't fight with him

Nunca fue partidario de las peleas, incluso desde pequeño podría autonominarse un pacifista total, a tal punto de depender de sus hermanas para defenderlo de acosos y burlas. Para él esas cosas no tenían relevancia, pero sus hermanas insistían en que al menos debía aprender a defenderse por si se veía envuelto en peleas.

Así que por sugerencia de sus hermanas, su madre lo inscribió en clases de defensa personal, taekwondo y boxeo. Ninguna le gustó, pero al menos le ayudó a crecer y desarrollar su físico.

Y tal vez eso era algo que tenía en común con Soobin, a ninguno le gustaba practicar deporte y preferían comer a moverse.

"El mejor ejercicio es respirar", repetía Soobin cuando la señora Choi les regañaba por quedarse los fines de semana haciendo una maraton de anime.

Así que cuando el mayor le propuso inscribirse al gimnasio ese mes, casi se ahoga con un dorito. Inaudito, increíble, inadmisible.
—¿Y a ti que bicho te picó? Creí que con respirar estabas más que satisfecho.

—Claro que sí, pero después de una hora de cardio respiras aún más.

Kai observó exceptico a Choi. Algo había ahí de lo que no estaba enterado.

—Tu nueva conquista ama los fisicoculturistas o es que observó tu piel de bebé —concluyó volviendo su mirada al capítulo de One Piece que había dejado pendiente.

—Nada de eso —bufó el mayor apagando el televisor en el instante ganándose un golpe en la pierna —solo que van a comenzar los juegos interescuelas y a sugerencia de Yeonjun es que terminé envuelto. El maldito solo quiere burlarse de mi y no puedo permitirme tal humillación.

—Bah, así que es solo cuestión de orgullo. Buena suerte wuuuuu fighting.

Choi Yeonjun se había unido al departamento de Cultura y deporte de su facultad hace no mucho para desagrado de Soobin, su rivalidad era bien conocida y a la vez digna de un reality show. Ninguno se soportaba, constantemente se retaban en silencio y hasta el momento Soobin siempre obtuvo una ventaja abrumadora en todo sentido, era de esperarse que Yeonjun actuara aprovechando la debilidad física de Soobin.

Soobin era bastante fuerte sin necesidad de entrenar arduamente, su genética le favorecía en muchos sentidos "un bastardo con mucha suerte" como era conocido, pero ante un Yeonjun que entrenaba a diario, no tenía oportunidad en una competencia física. Incluso si se trataba de saltar la soga Soobin sería aplastado y arruinaría su imagen ante todo su club de fans.

A Kai le importaba muy poco, siempre y cuando no se viera envuelto en el conflicto, era hasta entretenido verlos competir en cada cosa.

Mas era demasiado pedir, porque ya se veía venir lo siguiente.

—Cómo buen amigo que eres te inscribí y tendrás que acompañarme en esta odisea. Hay un montón de deportes y elegí en el que más tiempo estuviste entrenando. Competirás en boxeo. Una ganga.

—Solo estuve tres meses y lo único que hice fue correr al rededor del ring y golpear un saco enorme. Nunca llegué a una pelea de práctica.

—Por eso es que me acompañaras a entrenar.

En sus planes no estaba retomar un deporte y mucho menos terminar como saco de golpes, con suerte y le tocaría competir con un novato, por suerte era un deporte poco practicado y demasiado rebuscado para llenar las fechas del programa.

El sol estaba en su punto cúspide y el bolso en su espalda pesaba como si estuviera cargando cuatro bolas de bolos ¡Incluso hubiera preferido los bolos! A su lado Soobin estaba peor que él, pareciera que caminaban directamente a su final.
—Esto es tu culpa, pudiste simplemente negarte o buscar excusas ¡pero no!  tienes que ganarle en todo a Yeonjun.