Love Again, History Larry Stylinson

Momento de Regresar

Louis estaba demasiado callado. Quizás necesitaba tiempo, quizás recién estaba sopesando lo que estaba pasando. No había tenido oportunidad de vivir su proceso, pero no era eso, era que necesitaba respuestas y certezas.

Tímidamente se acercó a Harry, quien lavaba la poca loza que habían ensuciado. Lo abrazó desde atrás, rodeando su cintura con sus brazos y apoyando su carita hermosa en la ancha espalda del más alto. Sólo un susurro salió de sus labios:

"Gracias Harry"

Se notaba una leve pincelada de temor en su voz. Harry se dio vuelta, extrañado, y acarició sus mejillas melosamente.

"¿Por qué? ¿Qué pasa?"

"No me preguntes, sólo abrázame, por favor"

Claro que lo hizo. Sus largos brazos eran perfectos para estrechar y contener el pequeño cuerpo. De pronto un sollozo que rompió su corazón. Lo tomó en brazos y lo llevó a la cama. Se recostaron con dificultad, sin hablar, sin explicaciones. Poco a poco el llanto se Louis se fue calmando, hasta transformarse en una tranquila respiración. Harry lo acomodó en la cama, lo cubrió con las suaves mantas, y besó su mejilla mientras acomodaba su pelo rebelde.

Tomó su celular, y buscó vuelos a Londres, luego buscó departamentos. Para su buena suerte, encontró un loft de ensueño en Dalston. Siempre quiso vivir ahí, pero Thom pensaba que era un lugar espantoso. Envió un mensaje a la corredora, y cruzó los dedos para tener la buena suerte de comprarlo, esperaba que a Louis le gustara tanto como a él. De verdad quería que le gustara lo suficiente para decidir quedarse algunas noches o algunos días, o algunos meses. Mejor si fueran años. ¿O para siempre?

Fue al baño, se sacó la camisa con mucho cuidado, su quemadura no se veía bien. Suspiró preocupado. No dolía porque su vecina le consiguió analgésicos y había estado tomando el doble de la dosis. Decidió ir al hospital, no podía arriesgarse a perder el vuelo o sentirse mal antes de llegar a Londres.

No quería, pero tuvo que despertar a Louis. Lo hizo de a poco, le dedicó mucho tiempo, mientras sus dedos dibujaban cada detalle de tan bonitas facciones. Le hablaba en susurros, diciéndole lo perfecto que era, y las ganas que tenía de besar cada poro de su piel. Sabía que se estaba haciendo el dormido, porque no pudo ocultar su sonrisa ni sus mejillas sonrojadas, pero se hizo el desentendido, así que continuó con sus palabras:

"Te has convertido en mi razón favorita para sonreír, y en mis ganas de volver a empezar. Aún no pruebo el sabor de tus labios, y ya sé que será mi perdición, así como perderme en la suavidad de tu piel"

"Harry..."

Eso fue absolutamente un gemido que contenía la promesa de un futuro juntos. Los dos lo sabían, pero no era momento aún de esas confesiones.

"Tengo que ir al hospital, puedes seguir durmiendo"

"¿Al hospital?"

"Mi quemadura se ve mal, no quiero que empeore"

"Vamos. No te voy a dejar solo"

Harry le dedicó su sonrisa más grande, con hoyuelos que Louis desconocía, y que lo hicieron caer un poco más a los pies de su Dios tallado a mano.

La herida estaba a punto de infectarse. Tuvieron que remover la piel quirúrgicamente, dándole un sedante de corta acción. Tenía que volver al día siguiente, pero estaba autorizado para viajar. Aunque le dolía mucho, no tenía más opción que aguantar, le dieron medicación específica, pero a ratos era insoportable el dolor. Volvieron a la habitación, y Harry sólo quería acostarse y dormir hasta que despertara en Londres.

Tenía respuesta de la corredora de propiedades. El loft era suyo si podía presentar los papeles antes de 12 horas, y el primer depósito por la mitad del valor. Le envió un mensaje a Zayn para que se encargara y se quedó tranquilo. Se quitó la ropa con cuidado de no mover el parche que le habían puesto y se acostó, botando un largo suspiro. Louis estaba demasiado callado otra vez.