Capítulo 66

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- ugh - un gemido de dolor resonó en la habitación, el origen de dicho gemido no era otro que Akira, el cual estaba siendo aplastado una y otra vez.

Shiro miro inexpresivamente la cabeza de Akira.

- Dámelo - ordenó Shiro, ya había dicho esa misma palabra incontables veces.

- no - fue la única respuesta, nuevamente, siendo aplastado nuevamente por la pata de Shiro.

Ésto se había repetido por más de 5 horas, cabe decir que Shiro estaba empezando a cansarse de mantener está ilusión y a todos los demás en la inconsciencia.

Por su puesto, no era un cansancio físico o enérgico, era más bien un cansancio mental.

Había estado manteniendo dormidos a todos menos ella y a Akira mientras también había hecho está pequeña ilusión, no de olvide que había estado bloqueando la capacidad de Akira de volver al limbo, todo después de haber despertado de un fuerte dolor de cabeza de dos días que no había desaparecido del todo.

Aparte de eso, también estaba el hecho de que había recibido constantes "descargas" por parte de Sia, no eran dolorosas pero si molestas.

Otra cosa a destacar era el hecho de que Sia dejo de hablarle desde hace aproximadamente 3 horas.

Desde entonces, todo el peso de la ilusión y la carga de mantener a todos dormidos y mantener sellado a Akira en su cuerpo había caído sobre ella.

Así que si, estaba cansada mentalmente, su mente no había descansado realmente desde que empezó el proceso de evolución de la habilidad [Kinesis].

A saber, había pasado dos días enteros de insoportable dolor mientras la habilidad evolucionaba, y después, otras 6 horas más en las que tuvo que usar sus habilidades recién adquiridas para noquear a todos y hacer está ilusión y el sello de Akira.

Su mente estaba muy agotada y adolorida por tanto esfuerzo, más si tenía que mantener a Énato, Kyou y sorprendentemente a Silver, constantemente noqueado, Shiro hizo una nota mental de prestar más atención a Silver, ese lobo era más fuerte de lo que originalmente pensó.

Pero dejando eso de lado, volvió su atención a Akira.

El la estaba mirando fijamente a los ojos, no había miedo en sus orbes negros azabache, era como mirar un par de agujeros negros.

Espera...

¿Ojos negros?

Shiro se sobresalto cuando se dió cuenta que la ilusión que había hecho sobre Akira había desaparecido.

Ahora Akira volvió a tener sus extremidades en su respectivo lugar.

Incluso sus ojos habían vuelto a ser rojo sangre.

El se quedó allí, mirándola fijamente a los ojos, toda muestra de expresión había desaparecido de su rostro, incluso sus ojos no mostraban nada, no había irá, dolor, miedo, nada, simplemente estaban carentes de cualquier emoción.

A saber, una persona puede ocultar sus emociones, una persona puede enmascarar lo que siente con una máscara de indiferencia, incluso pueden fingir una emoción que no sienten.

Pero había algo que Shiro sabía con certeza.

Y eso es que nadie es carente de emoción, al menos nadie que posea vida o raciocinio para el caso.

Pero allí estaba, unos ojos que no reflejaban nada.

¿Habían oído el dicho; los ojos son las puertas del alma?

Bueno, una ventaja que tenía Shiro, o al menos su cuerpo actual, es que su habilidad para crear ilusiones también venía con un extra, una pasiva por así decirlo.

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