¡Crónicas de la Familia Kim Jung! | namseok

Vivir entre alfas

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Ser un Kim era llamar la atención por cualquier lugar, siempre iba a ver gente mirándote o algún paparazzi lanzando alguna foto, siempre estabas en la mira. Ser Kim Hoseok también era complicado, pero con el pasar de los años aprendió a sobrellevarlo y simplemente a ignorar a las personas a su alrededor ya que era conciente de que no le caía muy bien a las personas por ser esposo y Omega de Kim Namjoon, trataba de no llamar la atención pero era imposible cuando salía con sus hijos.

Ante los ojos de los demás Jeonghan, Jeongin y Beomgyu eran las cositas más adorables de todo el mundo, eran hijos de un Magnate y de una familia tan reconocida. Así que salir con los pequeños era un tanto difícil así que siempre que tocaba salir Hoseok llevaba a algunos guardaespaldas con él y más cuando su Alfa no estaba con él. Hoy habían salido al supermercado y lastimosamente el pequeño Jungkook estaba muy irritado y con mucho malestar los últimos días gracias a que unos colmillitos  comenzaba a salir en su boca de bebé y Hoseok lo único que pensaba era en los mordiscos que metería ahora.

'Definitivamente es hora de que deje la teta.' Fue lo único que pudo pensar Hoseok cuando vio los puntos blancos en la boca de Jungkook. Así que con su bebé con malestar lo dejo en casa con el Alfa mayor y él decidió salir con los gemelos y el pequeño Beomgyu. El problema era que los gemelos eran unos cachorros alfas incontrolables que amaban la atención y que no podían controlar sus instintos de posesividad cuando se trataba de Hoseok y también de Beomgyu, hasta los momentos estaba comprobado que los gemelos eran unos pequeños alfas superiores, mientras que el pequeño Koo y Beomgyu aún no se sabía, aunque Hoseok tenía sus sospechas con Jungkook y Beomgyu.

Los pequeños gemelos le gruñían a cualquiera que pasará su mirada o se acercará a su papi o hermano. De hecho, ya habían ahuyentado a un niño que quiso hablar con Beomgyu y Hoseok no tuvo más remedio que reprocharles ahí mismo, el Omega no tenía ninguna duda que los gemelos eran y tenían las mismas mañas que el Alfa mayor.

—Nueve meses aguantando dolores, náuseas, mareos y largos reposos, para que salieran alfas e idénticos a su padre... —Murmuro mientras suspiraba y metía un cereal al carrito. —¿Al menos tú me salvas cierto Beomie..? Porque hasta koo me traicionó. — Hoseok hablo con cariño y acaricio la cabecita castaña de su hijo.

—¿Que dices papi? —El niño le miro confundido, iba sentado en el asiento del carrito, pero su mirada se fue hasta otro cereal.— ¡Papi yo quiero ese!

De repente Hoseok escucho unos pequeños gruñidos y rodo los ojos porque reconoció al instante que eran sus incontrolables cachorros.

—Hey...! ¿Que pasa? ¿Que les dije? —Reprocho Hoseok y su mirada bajo a sus piernas dónde ahora sus gemelos abrazaban a cada una mientras miraban a una dirección. —No pueden ir gruñendole a las personas.

—¡Pero papi, ese hombre de allá no deja de mirarte! —Hablo Jeonghan con reproche.

—¡No me gusta como te mira papi! ¡Hyujin! ¡Woosik! Hagan algo! —Dijo Jeongin a los hombres que permanecían a una distancia moderada de ellos.

—No, Woosik y Hyujin no harán nada a una persona que solo nos miro.

—¡Pero papi! — Jeonghan reprocho llevando su mirada al hombre a lo lejos y le mostró sus pequeños colmillos al feo hombre que probablemente quería robarse a su papi y no, su papi era solo de su padre y de ellos, no de ningún tonto señor.