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"Me encargué de entregarle los papeles a Angela antes de las fiestas. Pensé... uh, mierda, pensé que la gente de MedCORP no nos contactaría hasta después de Año Nuevo, pero aquí están." Lewis golpeó su tableta contra la mesa haciendo que la pantalla de su computadora se estremeciera por un momento. "Demonios, ya no quiero hacer esto. ¿Puedes ser el jefe? Te dejaré todo en las manos si te encargas de ellos."

"Ya tengo bastante en las... ugh, manos por aquí. Pero..." ehxaló entre dientes quitándose las gafas para cubrirse los ojos por un momento y enfocar su mente en la conversación con su jefe. El sonido húmedo bajo su escritorio no le ayudaba en lo más mínimo. Gruñendo por lo bajo, metió una mano en el cabello negro de Logan y tiró de él un poco, separándolo de su pene por un momento antes de ver a Lewis. "Envíame lo que necesites que revise. Pero sugiero que les des un aviso de que, ah-

Se retorció un poco cuando Logan se safó de su agarre y lo tragó hasta la base, labios mojados con saliva y pre semen embarrando sus testículos, haciendo que un escalofrío se deslizara sobre su columna. Murmuró un mierda bajo, intentando apartarlo, pero Logan estaba en una misión. Reid aspiró una respiración y se puso las gafas, tratando lo mejor posible de leer lo que Lewis le acaba de enviar. Y entonces Logan tiró de sus bolas con una mano haciéndolo doblarse y quejarse. 

Lo miró fijamente, advirtiéndole que se detuviera, pero los ojos azules estaban llenos de travesura. Logan le mostró su lengua, roja y húmeda, antes de enrollarla alrededor de la punta de su pene y chupar como si estuviera intentando sacarle el cerebro por ahí. Reid golpeó la mano sobre su escritorio con tanta fuerza que el metal se dobló.

"¿Te sientes bien?"

Levantó la mirada a la pantalla. Lewis tenía los ojos abiertos como platos, mirándolo fijamente.

"No. ¿Te parece si terminamos esto más tarde? Hay algo que tengo que atender antes."

"Seguro. ¿Es fiebre? Mi mamá dice que es por la temporada." Reid asintió con las manos apretadas a los lados de su silla giratoria. "Entonces descansa. Les explicaré que no entregaremos el trabajo hasta después de Año nuevo."

"Adiós."

Empujó su escritorio lejos con una mano antes de abrir las piernas y mirar al pequeño insolente que parecía querer avergonzarlo frente a su jefe. Tomó un mechón del suave cabello negro, haciendo que lo mirara. Logan jamás lo sacó de su boca, gimiendo mientras mecía la cabeza arriba y abajo. "¿Qué demonios se metió en ti, eh? Abre grande, déjame ver tu lengua." Se levantó sin soltarle el cabello, apretando los dientes cuando Logan se lamió la boca con gusto y ojos brillantes, deseando, casi rogándole a Reid que lo tratara duro. Se sostuvo de el pequeño hilo de cordura que le quedaba y con la otra mano tomó su mandíbula, poniéndolo en posición cuando Logan le mostró su lengua. "Eso es. Buen chico. Ahora vas a tragarme completo, ¿entendido?"

Logan asintió con un gemido saliendo desde su pecho. "Todo."

"Sí."

Metió su pene lentamente dentro de la húmeda cavidad que lo había estado mimando hace un rato, siseando cuando la lengua suave y acolchada frotó las venas gruesas alrededor de su pene, saboreándolo como a su paleta favorita. Logan era tan sucio, joder, volvía a Reid loco cada vez que dejaba libre su lado sumiso y calmo. Era tan jodidamente sexy que quería destrozarlo por completo. 

Tomó la parte trasera de su cabeza antes de comenzar a mecer sus caderas, sin ser demasiado duro pero tampoco demasiado suave. Quería que lo sintiera, el borde crudo de lo que le hacía sentir. Esa desesperación latente dentro de su cuerpo de poseerlo y hacerlo llorar un poco, solo por placer. Su cuerpo se tensó y él comenzó a embestir más rápido, más profundo hasta que sintió la punta sensible de su pene frotarse contra la pared suave de su garganta y el sonido húmedo de saliva llenó la habitación junto a sus gemidos rotos.

[ESPECIAL] Una Navidad de OsosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora