Capítulo 4: Deseos desencadenados

27 8 0
                                    

Deseos desencadenados

Me calló con un beso tan arrasador que sentí que hasta me estaba quemando los labios, estaba introduciendo cada vez más su lengua, nuestras lenguas se sincronizaban entre sí, éramos como dos amantes buscándose entre sí.

Me cuesta respirar después de ese beso tan profundo tan candente, nos separamos por un momento para poder respirar porque ese beso se llevó una gran parte de mi oxígeno y sabía que el del también.

Te intentas controlar, pero en ti genera una reacción absorbedora. Ahora creo más que el corazón tiene razones que la misma razón ignora.

Me entregó a él sin importarme nada a mi alrededor ni lo que decía mi mente ni nada por el estilo.

El me desea como yo lo deseo entonces que inconveniente hay ninguno ¿verdad?

Vuelvo a observar detenidamente al hombre que tengo al frente mío, me di cuenta de que estaba semi desnudo en su torso se podían ver unos tatuajes peculiares cerca de su corazón tenía un Nudo como del infinito y en el otro costado tenía unos pájaros negros y tras de toda le corrían gotas de sangre por su torso algo que me puso inquieta.

- ¿Estás bien Narcisista? -vuelvo a preguntar- me preocupas.

-No me digas narcisista, muñequita necia y por si acaso no te preocupes por mi porque esas heridas se curaron hace bastante tiempo ¿de por sí? -con un tono de voz fuerte-.

-Si no quieres que te diga narcisista entonces no me digas muñequita, si eres un real narcisista.

-Jamás de dejare de decir muñequita necia si sigues así te enseñare a no ser desobediente mi muñequita necia-con una voz grave y sutilmente maliciosa-.

Sin poder más conmigo misma me impulso donde él devolviéndole el beso, pero está vez fue con más intensidad carnal como si fuera la última vez que lo volviera a ver, y él me devolvió igual de intenso el beso.

Una de sus manos estaba en mi cabello crespo, cada instante me estaba atrayendo a él como una feroz bestia comiendo a su presa.

Cada momento la tensión era infernal su cuerpo pegado al mío como si fueras dos imanes atrayéndose entre sí era insoportable.

La otra mano estaba en mi barbilla haciendo que abriera cada vez más la boca para profundizar más el beso se hizo más intenso que antes, ya nuestras ganas no podían más con nosotros ya nos estábamos desvistiendo como locos.

Me quitó con afán la blusa, pero de un pronto a otro se paralizó en ver el tatuaje que tengo al lado del corazón es de un ave fénix de tornasol negro y blanco mezclados a la perfección, no tenía nada de especial ni que fuera tan extravagante

Pero no pregunte nada a tal comportamiento porque se compuso más rápido de lo que pude procesar y solo seguí deseándole como nunca.

Sin tener paciencia me subió la enagua con desespero, bajando las bragas con rapidez puso su mano en mi muslo haciendo líneas invisibles con su dedo que cada vez se estaba acercando a mi parte más sensible, apenas podía inclinar la cabeza hacia atrás con tanta excitación, con una ansiedad evidente iba a introducir un dedo en mí, pero yo lo pare con terquedad.

-Porque sigues con el pantalón, así no se puede ¿tu si puedes aprecias mi cuerpo y yo me tengo que conformar con tu torso marcado, así no es el trato querido?

-Soló quería ver cuando me deseabas, pero si deseabas tanto mi polla me hubieras dicho desde un principio, entonces quítame el pantalón muñequita traviesa-con un descaro increíble-.

-No seas un gilipollas, antes de que sigamos con esta atracción tan descabellada nunca he tenido relaciones con nadie, tú eres el primero-con una voz quebradiza-.

- ¡Ósea eres virgen¡-con voz de pánico-.

-Eee sí porque, ¿ya no me deseas? -dudando cada vez más de sus palabras insípidas-.

- ¿Esta segura que lo quieres hacer conmigo? un hombre que llego a tú casa en medio de la noche ensangrentada y tras de todo hasta tienes mil dudas de mi persona.

-Estoy lo suficientemente segura que lo quiero hacer contigo, no quiero tenerlo con nadie más, sé que mi alma te conoce más que yo mismo, pero eso no indica que no te tenga certidumbre sobre ti.

Entonces de ahora en adelante serás de mi pertenencia, serás completamente mía y nadie te podrá poseer y si te querrán tocar un centímetro de tu hermoso cuerpo primero los matare con mis propias manos-cada vez se estaba poniendo más dominante y sádico, pero en sus ojos se podía ver la lujuria que habitaba en el sin cesar-.

Le quite el pantalón con rapidez y cuando cayó al suelo puse mi vista en su bóxer no podía quitar la vista de su abultada polla que era bastante grade y tras de todo ya se estaba marcando más en su bóxer, se puso así por mi ¡Hay dioses del olimpo ¡-me estoy poniendo cachonda-.

Metió suavemente su dedo en mi parte más sensible para ver si estaba mojada, me estaba provocándome sin parar, mis gemidos solo lo hicieron moverse con más rapidez inserto otro dedo y acelero el ritmo me retorcí contra él, estaba jadeando por un poco de aire.

Me mira con esa miraba de como si yo fuera su presa, después de un par de minutos se detuvo con desesperación, sintiendo lo mojada que estaba en un movimiento rápido me puso más apretada entre la pared y él, le baje el bóxer con ganas de tener todo de él.

Entrelazados entre síDonde viven las historias. Descúbrelo ahora