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Enzo conocía al castaño desde que volvió al millo luego de su préstamo a Defensa y Justicia, recuerda haberse enfrentado ante él por primera vez, en un Boca-River amistoso. Recuerda también, un penal no convertido de su parte y la sonrisa canchera del menor, acompañada de un: "¿Eso es lo más fuerte que podés patear, Enzito?".

Al igual que recuerda al castaño abrazar a su amigo al final del partido, entonces las palabras de Julián vienen a su mente: "Sus abuelos son de Calchín, pasamos toda nuestra infancia juntos. Cuando llegó a Buenos Aires yo lo fui a buscar."

Recuerda que ahí empezó. Ese fue el comienzo de todo, un penal y una sonrisa canchera. No una mirada, no un beso o siquiera una palabra. Una pelota, quizás sí.

Un comienzo inusual. Tanto, que a Enzo aún le volaba la cabeza, no importaba si ya había pasado un año de el. Enzo todavía recordaba esa sonrisa y lo que provocó en él.










Quizás ahí debió haber notado que ya había caído.

Quizás ahí debió haber notado que ya había caído

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—No sé si lo notaron, pero varios
capítulos van a ser cortitos.

Fell. - Enzo Fernández x maleoc!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora