La academia Yancy, una escuela privada la cual además de ser un internado se suponía ayudaba a sus alumnos a prepararse para la vida profesional.
Cosa que en realidad no ayudaba mucho, pero era una buena excusa para obtener más dinero que una escuela privada común.
Bueno, pues ahora, siendo alrededor de las nueve de la noche, salía de clases una niña de unos trece años, mientras la cual llevaba unos libros en la mano.
Ella siendo Hadriana Jackson, estudiante que estaba catalogada con capacidades diferentes, ya que ella estaba diagnosticada con TDAH.
Con algo de decepción, ella coloco sus libros en su casillero y se fue a la cafetería esperando encontrar algo para cenar.
Desde la semana pasada, donde suspendió varias de las materias que llevaba, había empezado a tomar clases especiales para intentar mejorar.
Solo esperaba que su promedio no bajara más de lo que ya había bajado, estaba realmente preocupada por lo que diría su hermano cuando volviera a casa.
Pues siendo que desde que su madre murió el se había hecho cargo de ella.
Entrando en el comedor, la pelinegra vio a una criatura extraña rebuscando entre la basura.
La cual estaba olfateando, y dándose la vuelta, Hadrian vio a un hombre de dos metros de alto, el cual estaba prácticamente desnudo, el cual era muy peludo.
Teniendo un torso de apariencia fuerte, una cabeza de toro y piernas de bovino.
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Bufando, el minotauro la observo mientras seguía olfateando.
Mientras por otro lado, la Jackson salió corriendo, alterando al monstruo el cual la empezó a perseguir por los pasillos de la escuela .
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*Claro que esta bien, ella está justo aquí* hablo una mujer de aspecto anciano, mientras guiaba a Naruto y Caori por la escuela.
Eso hasta que ambos escucharon, como los cascos de un animal chocaban contra el suelo.
Sabiendo lo que significaba, siendo más que obvio, Naruto interrumpió a la anciana, mientras salía corriendo y bajaba la escalera de un salto.
*Hmp ¿que le pasa al señor licenciada?* pregunto la directora mientras veía a Caori que solo pudo suspirar.
*cada tanto tiene que salir a correr para mantenerse en forma, véalo como supersticiones de su profesión* respondió la bicolor, mientras sacaba un cigarrillo.
