De entre los osos, el conciderado más peligroso de todos era el oso gris, un enorme animal capaz de muchas cosas.
Y ahora, uno enorme esta en el bosque, este era casi el doble de grande que uno normal, midiendo alrededor de cuatro metros, con patas anchas, ojos color fuego y garras enormes y muy afiladas.
Aunque, esto no fe problema para el joven que estaba frente al animal, un chico de unos 18 años, el cual media aproximadamente 1.68(siendo el más pequeño de todos mis narutos) metros, tenia cabello castaño, algo oscuro y revoltoso, peinado para abajo.
Su ojos eran de un llamativo carmesí, este tenía peial blanca, con un rostro de facciones fuertes, su cuerpo era envidiable para cualquiera, teniendo músculos definidos, espalda ancha y pecho prominente, con un abdomen marcado en cuatro.
Este actualmente usaba una musculosa roja, pejada a su cuerpo, revelando sus brazos bien entrenados, con diferentes cicatrices decorandolos un pantalón vaquero negro, además de botas para escalar y unas vendas blancas en sus puños.
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Con un rugido, el oso se abalanzó contra el adolescente, quien con la mayor tranquilidad del mundo espero al animal, moviendo su cabeza evitó un zarpazo del oso, para con su puño derecho golpear la cara de este.
Lo cual siguió con otro puñetazo en la otra mejilla, seguida de una patada en el pecho alejando nuevamente al animal.
Estampando sus garras en el suelo, el oso gruñó, estando en cuatro patas, corrió contra el hombre, quien lo levantó con una patada, seguida de un puñetazo en el abdomen.
Colándose en la cabeza del oso, paso su brazo por el cuello del animal, y haciendo fuerza empezó a extrangular el oso.
El cual se retorció unos segundos, gruñendo e intentando golpear al adolescentes, intentando siendo la palabra clave, pues este callo muerto segundos después.
Suspirando, levanto el oso con una mano, subiendolo a su hombro lo empezó a llevar consigo, arrastrándolo sin problema alguno.
A poco más de kilómetro y medio, había una especie de campamento, del cual salía humo de una fogata.
Saliendo de una camioneta cercana, una hermosa chica de unos 17 años fue a revisar la olla que estaba sobre el fuego.
Esta tenía un hermoso y sedoso cabello largo, que caía como cascada hasta su trasero, con la mitad izquierda siendo de un tono rojo carmesí, bastante llamativo, y la mitad derecha del blanco más puro que se pudiera imaginar.
Esta tenía heterocromia, siendo su ojo izquierdo de un tono azul cielo, el cual estaba debajo de una horrible cicatriz, producto de una quemadura.
Su ojo derecho era de un frío tono de gris, combinando con su cabello de la parte derecha y su tono de piel, la cual era bastante pálida.