Sipnosis

41 5 0
                                    

Jungkook era considerado un muchacho estupendo, trabajador y buen hijo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jungkook era considerado un muchacho estupendo, trabajador y buen hijo. En su persona, se reflejaba un buen futuro, alguien premiado por su excelentísima calidad como humano. Sí, un muchachito de 20 años que se esforzaba por hacer sentir orgullosos a sus padres y era así, para ambos, Jungkook era su preciado tesoro que amaban con todo su ser. Un joven demasiado bueno para reír y hacer reír a otros.

No fue hasta ese día en que cumplía sus 23 años. Se había mudado hace dos años de la casa de sus progenitores. Las visitas eran diarias, más su madre, que adoraba ir a ver a su hijo para prepararle una buena comida y pensar cuan feliz era de saber que su bebé había aprendido bien. Era maravilloso. Su padre lo veía siempre y reía al ver su esposa llorar cuando Jungkook debía irse a su propia casa. El hombre lo veía siempre con una sonrisa, delataba lo orgulloso que estaba de tener un hijo como él. Su tesoro.

Desde sus 23 años a delante, Jungkook había adquirido una nueva manera de pensar y de ser. A tan temprano edad, él parecía alguien de una edad más avanzada, un sujeto que no tenía motivos para ser amable o dar sonrisas a las personas que veía día a día en el trabajo. No era más ese muchachito de ojitos luceros que brillaban cada vez que oía un te quiero de su familia. Su mundo se apagó cuando fue separado de quienes más amaba en la vida.

Comenzó a seguir una rutina no programada. Despertar, Trabajar y dormir. No veía necesario agregar algo más, de vez en cuando hacer algo pequeño con Namjoon, que no muchas veces sucedía porque sus ánimos de soportar la humanidad, era nula. Él odiaba cada cosa que sucedía a su alrededor. Lo hacía y solo podía liberar ese sentimiento a través de insultos y malograr días ajenos. Era agresivo, él sabía en qué se había vuelto, tampoco hacía algo para cambiarlo. La culpa igual se instalaba en su pecho cuando sobrepasaba los límites. Era así. Actuaba mal, se arrepentía y lo cometía así a diario.


Él necesitaba saber por qué ahora que el castaño había aparecido abruptamente en su vida, tenía la necesidad de saciar aún más su ira en alguien. Específicamente en él. Taehyung daba a creer que lo disfrutaba. Él jodidamente parecía disfrutar de ser tratado así, o quizás era su estúpida naturaleza que le obligaba a hacer perder la paciencia a Jungkook. Lo único que lo mantenía casi cuerdo, era el saxofón. Algo tenía ese maldito saxofón y Taehyung, claro, lograba despejar su mente de caos y luego, era el mismo músico que volvía su estadía a las afueras del edificio, un suplicio.



Pero claro, Jungkook, un hombre impulsivo que jamás se dejaba pisotear. Era por eso que sí Taehyung decidía que quería jugar, él también lo haría y peor. Porque él no soportaba a ese joven engreído y cínico y tampoco soportaba verlo tan cerca sin querer besar sus carnosos labios que sonreían tan sarcásticamente.



Time out    |    VkookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora