C6 -

21 5 1
                                    


Con ese agresivo y poco común encuentro que tuvo con Taehyung, dió terminó a su semana de trabajo y agobio. No había querido prestar atención a lo ocurrido. Es que, aún que fue sumamente consciente de lo que quería, deseaba en ese preciso momento, no fue capaz de darle el gusto al otro por más que quisiera besar al castaño oscuro. Lo quería, sí, ansiaba tanto poder besarlo y hacer callar todas sus mierdas sobre su persona, pero seguía permaneciendo esa barrera construida por Jungkook que se hacía creer que si accedió a darse el gusto a él y Taehyung, era caer bajo y hacerle saber al otro que había sido derrotado.

Sí, algo tonto que no podía tomar enserio, pero lo hacía y precisamente no sabe cómo.

Le agitaba el corazón al recordar cómo dejo a Taehyung afueras del edificio. Le había devuelto todas esas veces que el menor lo había echo sentir tonto a él, una sola vez lo hizo con Kim y fue lo suficiente para que resulte aún más ridículo. Diablos, Taehyung iba a besarlo y el lo impidió. Estaba entre dos bandos, el primero estaba en sentirse orgulloso de haber puesto al ajeno en su lugar y el segundo era en que se arrepentía cómo la mierda. Jamás había tenido tal deseo de besar a alguien, a un hombre, un hombre que sacudía su ser con una sola estúpida y atractiva sonrisa. Diablos, él jamás admitiría en voz alta eso.

Sin embargo, todo era diferente a lo que había sentido antes. Probablemente hace dos días, Jungkook ni siquiera hubiese imaginado que él pasaría de tener deseos de querer golpear a Taehyung a querer besarlo. Estaría seguro que antes se habría abofeteado y reído tan fuerte, hasta que sus oídos sangraran. Trágico, sí. Era distinto ahora, porque él quería ser parte del juego de Taehyung, pretendía divertirse con él y ver qué tan capaces eran de aguantarse mutuamente. Jungkook juraría que estaba loco, ¿Él, siendo así? Namjoon lo mandaría al manicomio antes y rogaría a los cielos que los demonios dejen su cuerpo. Lo sabe.

Estaba fuera de su comprensión el porque comenzaba a actuar así. Culpaba al estrés y la rutina odiasa que se obligaba a seguir. Desafortunadamente, ser un crío parecía mejor idea que seguir con su ideología de creer ser un perfecto seguidor de rutinas aburridas que solo colmaban su paciencia.




 Desafortunadamente, ser un crío parecía mejor idea que seguir con su ideología de creer ser un perfecto seguidor de rutinas aburridas que solo colmaban su paciencia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Taehyung, quien desde el piso en que vivía, intentaba empujar fuera la sensación de vergüenza que llenaba su cabeza. Con palabrerios y miradas de odio hacia todo lo que hacía, se trataba de hacer creer que no fue tanto. Una vez que deje ganar a Jungkook no era nada, pronto lo pondría en su lugar y se burlaría en su maldita cara. Yoongi, su amigo y compañero de piso, que practicaba en su guitarra, notó la densa tensión en el aire. Taehyung parecía echar humos por las orejas y nariz. Min dejo el instrumento a un lado y suspiro.

— ¿Ya vas a decir que te sucede? — Vió al castaño tensarse y supo que era algo grande cuando Taehyung no lo vio con su habitual sarcástica sonrisa, sino que su ceño fruncido dejaba mucho que pensar.— Te escucho maldecir a cada dos segundos, ¿No recibiste demasiada propina o qué?

El castaño no respondió, solo se levantó y se dirigió al refrigerador para coger una cerveza. Yoongi lo miraba atento, sabía que Taehyung no era fácil de soltar las cosas que tenía en su cabeza, en especial sus problemas, es por eso que esperó pacientemente hasta que Kim estuviera devuelta sentado frente a él, bebiendo su cerveza con enfado.

— ¿Y bien?

— ¿Qué?

— ¿Me dirás qué te sucede?

Taehyung cerró los ojos contando hasta díez y la indignación, vergüenza e ira, parecían no querer irse. Por lo que en un intento de distracción, dejo la cerveza a un lado y busco su cajetilla de cigarros para fumar uno. No obstante, Yoongi fue más rápido y arrebato la cajetilla de sus manos guardandolas en su sudadera. Taehyung no tenía ganas de discutir, en serio que no y por eso solo lo miro con mala cara y subió sus pies al mueble, cediendo a solo beber de su cerveza, apoyando el cristal sobre su rodilla.

— No quiero complicar tu vida, Yoongi. De verdad que no.

El mayor de ambos frunció sus labios y sus cejas.

— La tuya parece estar demasiado complicada. Taehyung, detesto ver tu cara arrugada, debes estar muy molesto cómo para estar así.

— Lo estoy, Yoongi, joder lo estoy.

— Vale, ¿Pero porque?

— Porque quise besar a un maldito amargado, pero solo me hizo ver cómo un estúpido.

Muy contrario a lo que pensó Yoongi, parpadeando e inhalando apoyo sus codos sobre sus muslos, cubriendo su boca que formaba una ‘o’ debido a la sorpresa. Si que era grande.

— ¿Te rechazaron, Taehyung? ¿A tí? Diablos, ahora entiendo.

Taehyung pareció enojarse más con eso porque bebio una gran cantidad de cerveza, viendo hacia otra parte avergonzado. Jungkook no lo había rechazado, ¿O sí?

— Ni una palabra más de esto.

Fue lo último que dijo antes de levantarse con pesadez y tirar la botella a la basura antes de perderse por el pasillo que guiaba a su habitación.

Mientras tanto, el rubio seguía sorprendido. Taehyung siempre contaba que tenía amantes vez que el quería, jamás obtuvo un no, pero que ahora venga y le cuente que esta molesto porque alguien rechazo un beso. Joder, Taehyung estaba acabado.






El labio inferior de Taehyung temblaba debido a la ira contenida. Se sentía aún más patético al contarle a Yoongi. Se debe estar burlando de él en la sala. Un molesto nudo se formó en su garganta. Quería gritarle a Jungkook. Nunca actuaba así, pero ahora parecía que el azabache se había esmerado en hacerlo sentir tonto. No puede creer que estuvo así de desesperado por besar a ese maldito agresivo. Su cabeza dolía aún, ni hablar de su cuello marcado que tuvo que ocultar con un suéter de cuello alto.

No estaba bien, no, claro que no. Era obvio que aquello había comenzado por su culpa, lo sabe. Él fue quien sacó a Jungkook de sus casillas con sus estúpidas burlas. Lo sabe y no quiere arrepentirse, no lo va a hacer. Es por eso que se quita su prenda superior y la arroja a algún lado de su habitación, sus pies descalzos ya se dirigen al espejo de la pared y nota lo mal que se ven esas marcas sobre su piel, sus dedos se encargan de recorrerlas con lentitud e instintivamente sus párpados caen cansados y su característica sonrisa nace en sus labios.

— Te voy a joder, Jeon Jungkook, ya verás.

Time out    |    VkookvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora