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Hoy, es un dia normal, aburrido como cualquier otro. Miro pasar a las personas preocupadas por su estupida vida. Corriendo de aqui para haya, con problemas que le importan poco menos que un cacahuate.
Pero sería diferente para dos animales, la eriza púrpura le pidio al zorro que fuera a una cita ambos. Vestido con un abrigo, me estaba rostizando, hay calor y el con abrigo. Sí queria cocinarlo mejor que lo lanzara a un volcan activo.
Al llegar, puedo verla a ella en la entrada, igual con un abrigo, al verlo le sonrió y saludo con su alegria contagiosa de aquella Sarah que el conocía. Si, contagiosa, hasta a el se le pega un poco de esa alegria aunque no se note.
— Hola Luther, me alegra que llegaras, pensé que no vendrías. — Sonrie con un leve sonrojo rosado en su cara. —
— Yo cumplo mi palabra Sarah, aunque si querías cocinarme vivo, hubieras buscado otra forma. — Jalo el cuello del abrigo, tratando inultimente que se le quite un poco el calor. —
— Tranquilo, pronto sabras por que te pedí que vinieras así. — Lo tomó de la mano, y lo arrastró entrando al domo. —
Tan solo estar adentro, siente el zorro el porque del abrigo. El lugar esta lleno de aire acondicionado a niveles bajo cero. Capases de penetrar hasta los huesos.
— ¿Porqué me has traido a una pista de patinaje sobre hielo, Sarah? —
— Simple, ¿mi querido zorrito- quiero decir Luther? Me di cuenta el invierno pasado, que tu no entraste a la pista de patinaje conmigo, y pensé que era por que no sabias. —
— Je, tienes razón Sarah, yo no quería entrar a a pista de patinaje por eso. - Se cruzo de brazos. —
El se los coloco los patines mientras la veía, ella ya esta dentro de la pista, patinando con tranquilidad. Entro el tambien, con algo de dificultad ya que nunca habia hecho esto.
Cuando ya mantenía el equilibrio, patina hacia ella. Con cuidado de no caerse.
— ¿Luther? Pensé que no querías estar aqui.....conmigo. — Pudo ver su cara rosada de sonrojo de nuevo. —
— Cambie de opinion, ahora no te quejes. — Desvio la mirada y escucho una leve risa venir de ella. —
Comenzaron a patinar juntos, lado a lado, dandole vueltas a la pista, despues ella comenzó con trucos y saltos, y el trataba de copiarla, claro que se caía de colas varias veces. Pensó que se burlaría mas solo le daba la mano para levantarme.
Luego, comenzaron a hacerlo en pareja, agarrados de las mano, ella sonríe con ese sonrojo en sus mejillas, y al igual que ella, el siente arder la cara. Aunque suene extraño.
Siguieron bailando sobre el hielo, juntos, lo cargue, giraron, de todo lo que es posible en ese lugar congelado que se llamaba Ice Cap Zone.
— Me alegro que vinieras a nuestra cita, Luther. — Sonrió sin dejar patinar. —
— ¿Cita? ¿Cuando esto se volvio una cita?. —
— Oh, bueno, yo lo veo así, pero sí no quieres tomarlo así, está bien. — Desvío la mirada. —
El zorro no le respondo, simplemente siguió patinando con ella. Pero ella deja de mirarlo directamente a los ojos, solo lo sigue en linea al patinar.
Siguieron un poco mas, hasta hacerse algo tarde. Salieron de la pista y sé quitamos los patines pará salir, todo en puro. silencio. Luther creyó que ella pensaba que esto era una cita. Jamas tuvo una cita hace mucho tiempo, asi que no estaba seguro. ¿Que se debe hacer en una cita con tu “mejor amiga” nuevamente?
— Bueno Luther, creo que es mejor que me vaya, gracias por esta linda tarde. — Se despide con la mano y se va sin verlo. —
La veía alejarse y al final fue con ella, colocándose a su lado y se sorprende al verlo.
— Ehhhh ¿Porqué vas conmigo? — Lo miró. —
— No tengo nada que hacer, y pensaba acompañarte para irnos a cada juntos. — Habló sin darle importancia. —
Caminaron en silencio, de nuevo, por lo general a Luther me gusta el silenció, en este caso lo molesta, lo incomoda.
— Oye Sarah. —
— ¿Dime? —
— Gracias por la cita. — No la miro, se sintió raro, no la quería mirarla. —
— Pensé que no creías que era una cita. — En su voz detecto asombro y algo de alegría. —
— No se que es una cita contigo después de todo tiempo, así que si tu dices que es una cita, es una cita, y punto. — Siguió sin verla. —
En eso siente que lo abrazaban, especificamente está vez sintió que era diferente el sentimiento. Vió levemente a la púrpura, quien lo abraza con una gran sonrisa. Es extraño.
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Llegaron a su casa, y se separó de el.
— Gracias Luther, quizas podramos salir alguna otra vez. —
— Quizás. —
— Bueno, entremos a casa mí pequeño zorrito. — Ella beso su mejilla y se entró a la casa de ambos. —
Limpio su mejilla, aunque es menos desagradable de lo que penso pero sentía que tenía las mejillas calientes, Talvez sonrojado. Quizas, solo quizas, me haya agradado esta “cita”.
// Alfin actualizo está mierda después de 94 lmao.
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