Primer mal recuerdo.

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Sentada en un rincón de la habitación, aquel lugar donde los recuerdos afloraban y alcanzaba su punto máximo. La depresión, el dolor y las lágrimas marcaban su territorio lenta y dolorosamente por mi piel.

Recuerdos traicioneros se esparcieron en mi mente. Mi oscuro pasado regresa, mi pesadilla en vida es recordada una y otra vez. Tal vez el olvido no esté hecho para mi.

Desde que mamá descubrió mis cortes decidió llevarme al psicólogo y es que no se daba cuenta que ella era la causante de una parte de mi dolor.

Mamá solía decirme que no servía para nada, que era una mierda y lo peor que me dijiste y aún recuerdo con mucho dolor es que me dijiste que era una puta. Los insultos nunca dejaban de salir de su boca, me afectaba y no lo podía evitar. Mi propia madre lanzándome escupitajos de veneno cuando yo pasaba por el peor momento de mi vida, en lugar de ayudarme a salir de ese oscuro túnel, solo me introducías en el.

¿Y es que no te importaba? ¿Es que pensabas que yo no tenía sentimientos? Realmente no entiendo como pudiste hacerme tanto daño y al día siguiente comportarte como si no hubiese pasado nada, como que si lo que hiciste no tuvo importancia para mi.

Yo solo traté siempre de portarme de la mejor manera contigo y tú nunca lo notaste, soy tan torpe que nunca hago las cosas bien por más que lo intente. Es muy frustrante y triste a la vez.

Las palabras duelen más que los golpes, las palabras hieren el corazón y los golpes solo la piel.

Las cicatrices son el recuerdo de lo miserable que me hacías sentir, las lágrimas que boté por sentirme inservible y la peor hija del mundo; el de ser una decepción para mi madre.

A veces realmente sentía odiarte por todo lo que me hacías pasar, y no te culpo, se que no lo hacías apropósito, solo intentabas ser buena madre y no sabías como, a pesar de todo yo te perdono, tal vez nunca será la hija que siempre deseaste tener.

Si algún día llegas a leer este diario quiero que sepas que a pesar de todo y aunque no lo demuestre yo si daría la vida por ti.

Perdón por los enojos.

Perdón por hacerte llorar.

Perdón por los cortes.

Perdón por las decepciones.

Perdón por todo lo malo que hice, tú no tienes la culpa porque fueron mis decisiones.

Un Diario Lleno De Heridas y Cicatrices.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora