I

722 53 21
                                    

En el vasto mar del Nuevo Mundo, se encontraba uno de los novatos piratas de la nueva era, el reconocido Monkey D. Luffy, el cual acompañado de su tripulación y su barco Thousand Sunny Go, descansaba tranquilamente en medio de la oscuridad de la noche.

Aquella madrugada a nuestro capitán le había tocado la labor de vigilar en lo alto de su barco, pero el sueño le había vencido sin dar aviso. Fue en cuestión de segundos que el cielo tuvo una abertura inusual, y en medio del silencio una extraña nave voladora, lumínica y de gran tamaño, abrió su puerta posterior para que entonces a través de un inimaginable magnetismo empezara a alzar de su lugar a nuestro capitán, el cual, al estar en un sueño tan profundo, no sintió nada extraño y fue finalmente abducido, sin que él o sus nakamas pudiesen hacer algo al respecto.

Aquella noche transcurrió más tranquila de lo normal, no fue hasta la salida del sol que notaron la ausencia de su alegre y enérgico capitán. Causando gran preocupación, e incluso en algunos de ellos desesperación, al no saber sobre el paradero de su nakama o su repentino desaparecimiento. Llegando a especular todo tipo de teorías.

—Quizá fue tragado por un rey marino; para posteriormente ser digerido por los ácidos dentro del estómago—sugirió Robin pensativa. Siendo reprendida al instante por Usopp y Chopper quienes temieron por la vida de Luffy.

—Tendrán que bajar y buscarlo en el mar—decidió Nami, señalando a Zoro y Sanji, quienes se quejaron al inicio por la idea, pero después accedieron. Debían encontrar a Luffy, donde sea que estuviese.

—Solo esperamos que estés bien, Luffy–san...—mencionó con preocupación Brook. Todos sus nakamas asintieron. El ánimo de todos estaba notablemente bajo, al no saber qué había sucedido con su capitán.

Mientras tanto, en una amplia cabina color blanco y totalmente sellada yacía sobre una cama metálica un aún dormido Luffy. Un amplio ventanal cubierto por un material altamente resistente y transparente, por el cual lo observaban sus captores.

Se trataba de criaturas humanoides, con tecnología avanzada que querían realizar diversos experimentos con Luffy. Uno de ellos observaba cuidadosamente los datos que arrojaba su máquina sobre el espécimen que tenían en frente. Por sus expresiones faciales parecían contentos con su nuevo hallazgo.

Aprovecharon que Luffy dormía para extraer diversas muestras, sin embargo, aún quedaba una por tomar. Es entonces que una hembra de aquellos seres entró a la cabina dónde se encontraba Luffy, y ante la mirada de sus compañeros que observaban desde fuera, procedió a bajar el pantalón azul que portaba el pirata, seguido de su ropa interior. Es entonces cuando con sus manos con dedos alargados empezó a acariciar el miembro del humano. Notando con curiosidad la textura elástica del mismo.

Después de varios segundos haciendo aquellos movimientos, los cuales pretendían despertar y activar el instinto sexual del capitán, su objetivo se vio truncado ya que la mano de Luffy la interrumpe, impidiéndole seguir con su labor.

—Oye, ¿qué estás haciendo?—preguntó Luffy con mirada intimidante, haciendo retroceder hacia atrás a la hembra, que lo miraba con algo de temor.

Buscando algún tipo de orden, la hembra mira hacia sus compañeros y capitán. Los cuales hacen un gesto con la mano, instándole a seguir con el plan B. Luffy finalmente entiende que está en una situación extraña y se pregunta cómo llegó allí, sin embargo, no tiene una respuesta a ello. Por lo que intenta conseguir ayuda de la hembra de apariencia extraña que está con él en aquella habitación tan diferente.

—Oye, necesito volver con mi tripulación. ¿Sabes dónde estamos?—insistió con la esperanza de que le respondiera aquellas preguntas.

Es entonces que Luffy se fija un poco más en el ser que tiene a un costado suyo. No sabía si podía llamarla mujer, pero definitivamente tenía parecido con el cuerpo de las mujeres que anteriormente había visto. Por su parte ella tenía cabello rubio y corto, su rostro era ovalado y tenía grandes ojos oscuros, su boca era pequeña y labios delgados, su nariz era casi imperceptible al igual que sus oídos. En cambio, el resto de su cuerpo era delgado, pero poseía los mismos atributos femeninos. Estaba totalmente desnuda frente a él, y poco a poco se fue acercando a Luffy hasta estar casi montada sobre él. Pero entonces con frustración la hembra comprobó que era imposible la tarea, pues el miembro de Luffy se mantuvo dormido.

Abducidos | LuHanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora