Auto, pelea y mucho más

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—¿Steve? ¿Por qué paras el auto?—preguntó Eddie tanto incómodo como molesto.

—Eddie..—dijo Steve acercándose lentamente a él.

[...]

—Robin por favor tranquilizate ¿si? ni sé porque eso sigue ahí..—dice Nancy tratando de tranquilizar a su enojada novia.

—¡No, Nancy! ¿Por qué mierda tienes una camisa de tu mejor amigo con el cual pasas veinticuatro siete hablando y se tienen MUCHA confianza?—decía Robin caminando en círculos por la habitación de Nancy reclamándole, lo que para la de rulos era una estupidez.

—Robin, basta.—dice Nancy ya molesta.

—No, no parare hasta que me des una buena explicación de porque tienes una camisa de él, en tu maldito armario.—le gritaba.

Nancy tenía los ojos cristalizados, ¿por qué Robin se ponía así por una camisa? La de rulos no aguantó más. Se paró de la cama, se fue al baño y se encerró allí, donde por fin pudo dar rienda suelta a sus lágrimas. Odiaba que Robin fuera así con ella, era la primera vez que veía esa faceta de ella.

Robin se dirigía a donde se encontraba su novia, enojada, Nancy ni siquiera le daba una explicación. Estaba a punto de empezar a gritar de nuevo hasta que escuchó un sollozo de Nancy. Ahí cayó en cuenta de lo que había hecho, había hecho llorar a Nancy por no saber controlar su ira y celos. Se sentó de espaldas a la puerta, justo como Nancy estaba al otro lado.—Nance.. Oye, perdón.. No pude controlar mis celos y eso te hizo sentir mal, de verdad perdóname, no quería hacerte llorar.—Dijo la rubia tratando de expresarse lo más que podía, se sentía muy mal por hacer llorar a su preciada novia.

—No... Está bien, debí darte una explicación, es solo que..—Nancy dio un respiro tratando de controlar su voz.—Me puse tan nerviosa cuando empezaste a gritar que solo podía pedir que pararas.—Robin se sintió tan culpable al escuchar eso.

—No te disculpes, la que se tiene que disculpar soy yo, no debí ponerme así por una simple camisa.—dijo Robin pegandose leves cabezazos contra la puerta que tenía detrás suya. Robin escuchó un click, indicando que la puerta del baño estaba abierta.

—Pasa, quiero abrazarte..—Robin al escuchar eso se paró de su lugar para poder abrir la puerta del baño. Adentro se encontraba una Nancy con  los ojos levemente rojos y sus hermoso pelo repleto de rulos que tanto amaba Robin desordenado, nunca había visto el pelo de su novia desordenado. Robin no pudo ver más aquello que ella misma había provocado y se acercó para abrazar a Nancy, esta correspondió al abrazo pasando sus brazos por el cuello de su novia. Se quedaron abrazadas por bastante tiempo hasta que Robin dejó un beso en el cuello de la de rulos, esto tomó por sorpresa a Nancy, mas no apartó a quien seguía dando besos en su cuello.—¿Planeas recompensarme?—dijo soltando una risita, risita que amaba la rubia.

Mientras tanto sus amigos, Eddie y Steve, se estaban compartiendo unos buenos besotes en el auto, ¿como mierda habían llegado a eso? Ninguno de los dos lo sabe, pero aquí les va contexto.

[...]

Eddie miró los labios de Steve, apetecibles, como siempre, estos se movían articulando palabras a las cuales Eddie no estaba prestando la más mínima atención, estaba en su trance mirando los labios de Steve. Ni siquiera sabía que mierda estaba haciendo o pensaba hacer. Pero agarro de la camisa a su acompañante y le plantó tremendo beso en los labios. Steve, sorprendido ante el acto de Eddie, correspondió unos segundos después de procesarlo. Luego de unos minutos seguían compartiendo besos hasta que, por un mal movimiento de Steve, este apretó la bocina alertando tanto a él como a su acompañante haciendo que separen sus labios, vuelvan a sus pociones iniciales y empiecen a conducir hacia la casa, como si nada hubiera pasado.

El encuentro (Steddie y Ronance)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora