ᴍɪꜱᴛʀᴇꜱꜱ ᴏꜰ ʙᴇᴀꜱᴛꜱ. [MDZS X OC]

Capítulo 5: El aterrador hermano mayor, Nie MingJue.

Las risas del pequeño bebé HuaiSang llenaron todo el cuarto cuando Erin hizo sonar el sonajero frente a él.

<Esta etapa de HuaiSang es realmente encantadora, ¡Me hace querer comermelo a besos!>, Erin piensa aquello, HuaiSang se ha sacado el dedo de la boca para señalar con sus manitas regordetas a la chica frente a él.

—¿Qué pasa, A-Sang? ¿Buscas algo?— El bebé balbuceó algo y su mirada viajó bruscamente de un lado al otro.

Ve a su padre, pero como no es lo que busca sigue mirando alrededor con frenetismo. Al no encontrar a la persona que faltaba, hizo un mohín y parecía que iba a comenzar a llorar pronto.

—Ah, ¿Qué le pasa?— Erin volteó a ver al líder Nie, en busca de una respuesta y una forma de consolarlo.

—Hm… Parece que A-Sang extraña a su Da-ge.— Nie GongHui tomó a su hijo menor entre sus brazos para comenzar a mecerlo. Erin pensó que esa escena era enternecedora.

—¿Su Da-ge? ¿Dónde está él?— Cuestionó ella, y escuchó al adulto soltar un suspiro ruidoso, lo que genero una risa por parte del bebé.

—Mi hijo mayor no es nada parecido a mí, es demasiado preocupado porque todo salga como le gusta y un maniático del control, heredó eso de su madre.— Se le escapó un suspiro nostálgico antes de volver a hablar. —Le molestó mucho que no llegara a tiempo y ahora se ha ido a Descanso en las Nubes para no hablarme.

Erin mantuvo una cara de póker antes de estallar en carcajadas. La matrona y los sirvientes que seguían en la sala miraron estupefactos cuan estridente era la risa de la niña, y el cómo su líder no parecía disturbado por el claro hecho de que se estuvieran burlando de él.

Por su parte, la niña siguió riéndose hasta que le dolió la barriga, su risa fue tan que pronto contagió al bebé A-Sang, lo que a su vez causó la felicidad del mayor Nie.

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En algún lugar de Descanso en las Nubes dos jóvenes blandían sus espadas, dejando grandes olas de energía Yin que hacían volar las hojas y mover las ramas a su alrededor.

—Hermano Nie, no quisiera sonar hostil, pero-

El chico de uniforme limpio esquivo elegantemente una de las estocadas lanzadas por su contraparte.

—…¿No piensas regresar a tu casa ya? Escuché que tu padre ya terminó sus asuntos en Yummeng y volvió a Reino Impuro.

—Xichen, concéntrate.— Siguiendo a esas palabras el muchacho barrió su pie en el suelo con la intención de derribar al otro, sin éxito ya que este saltó al instante y se impulsó del tronco de un árbol para embestirlo.

El otro usó su sable como escudo, sujetándolo con las manos desnudas sin miedo a cortarse.

Con una explosión de aire los dos aún seguían de pie en el ring, exhalando ruidosamente, con el cabello deshecho y pegado a la frente por el sudor que les goteaba, a pesar del clima frío del lugar.

Finalmente, el cuerpo del Nie fue el primero en sucumbir al cansancio, lanzándose hacia atrás mientras suspiraba.

—Ugh, es un fastidio.— Se cepilló el cabello desordenado y miro a su compañero sentarse elegantemente frente a él.

—¿Qué es lo que te inquieta, hermano Nie?— Su tono pausado y suave tenia un efecto terapéutico en él. —¿Cómo está tu pequeño hermano? ¿Las cosas con tu padre no han ido bien?

Un suspiro aún más grande y ruidoso sale de los labios del otro, más allá de todo el Lan fue paciente con su joven y complicado amigo.

—Ya es tu tercer suspiro frustrado. Normalmente hasta este punto ya estás desahogando te conmigo.— La respuesta del chico solo revelaba cuan predecibles se habían vuelto las acciones de su amigo.

Y para el otro se sintió como un puñal directo a su orgullo.

—Xichen… eres realmente…