𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑𝐎𝐔𝐒𝐋𝐘 ‖ 𝑫𝒂𝒛𝒂𝒊 𝑶𝒔𝒂𝒎𝒖, 𝑪𝒉𝒖𝒖𝒚𝒂 𝑵𝒂𝒌𝒂𝒉𝒂𝒓𝒂

2┇𝑷𝒆𝒍𝒊𝒈𝒓𝒐

Peligro. Su significado es único, a diferencia de etéreo su significado no es subjetivo, este es claro, es preciso y específico. PE-LI-GRO similar a riesgo y exposición, cuyo significado es capaz de generar miedo en las mentes débiles y causar satisfacción a quienes han perdido la razón. Acarició aquella palabra deslizando la yema de mi dedo por encima de la tinta negra de mi cuaderno de bolsillo. Últimamente, he desarrollado una extraña obsesión por las palabras.

Peligro, es una palabra atractiva, envolvente y grave. Por más que intento acariciarla en murmullos encuentro una problemática constante, es una palabra que debe ser tratada con serenidad y completa seriedad parecida a la de los oficinistas. Una palabra con la que hay que tener cuidado, a la que debes rozar con guantes de algodón porque puede atraerte y ser tu peor pesadilla.

Adrenalina. Miedo. Emoción. Pánico. Son unas de la tantas emociones que suele producir esta palabra. Su rareza es exclusiva y me gusta, porque eso es precisamente lo que la hace única, además del riesgo que conlleva en sí la palabra misma, es rara e interesante.

"Caer de esta ventana puede ser peligroso" pienso mirando hacia abajo, "a menos que estuviera alta" me decepciono al final porque puedo ver cada insecto que camina por el césped.

—Estas muy callada, Ada.

Forme un mohín meneando mi pie, la punta de mi zapato roza con el suelo gris cubierto con una fina capa de polvo. Si se ensucia tendré que limpiarlos y eso me da pereza.

—Conocer personas es aburrido— murmuré releyendo mentalmente la palabra escrita en mi cuaderno— y más si se trata de un protegido tuyo, Morita.

—Mori.

—Por eso, Morris.

—Mori.

—Ya lo sé, Moris.

—¿Cuando dirás mi nombre, belleza?— suspiró rendido demostrando su cansancio.

—Cuando sea interesante.

Solto una risa nasal, por el rabillo del ojo lo vi sonreír aunque su mirada expresaba su cansancio. Tal vez se deba a la muerte del jefe, últimamente a caído mierda sobre mierda en la Port Mafia y, para mí mala suerte, mis zapatos han terminado salpicados en sus negocios. Si no es eso, no se que más lo tenga así de exahusto y preocupado, me da mucha pereza investigar los verdaderos motivos. Además, no puede haber más motivos que ese.

—Ada— pronunció con alegría— siempre tan linda conmigo.

—Quiero comer. Tengo hambre.

—Pronto, pequeña— mantuvo su sonrisa— le diré a nuestro invitado que te lleve a comer.

—Para comer, ¿tengo que moverme de aquí?— el pelinegro asintio— se me quito el hambre.

—Estaba pensando— ignoró mi comentario— en enviarte con todos nuestros socios en el extranjero, ya sabes, mantener las conexiones ahora que el jefe ha fallecido. Necesitamos artillería.