O2. ⌇ Ver lo que esconde ese pantalón.

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Oh no.

No lo estaba haciendo,

No le estaba viendo el culo a su mejor amigo mientras dormía ¿verdad?

Joder, tenía ganas de cortarse el cuello justo en ese momento.

Después de comer y esperar pacientemente la convocatoria para Qatar ambos chicos siguieron festejando su logro en el departamento del mayor, se sentían realmente felices, era el primer mundial de los dos y lo vivirían juntos.

Aunque Pedro se encontraba muy entusiasmado por este hecho Pablo parecía estar doblemente más entusiasmado que él.

Por esa misma razón el tiempo se les salió de las manos y cuando era hora de que el menor se dirigiera a su casa ya era bastante tarde como para exponerlo a salir a altas horas de la noche, Pedro se ofreció amablemente a que se quedará a dormir en su habitación y él lo haría en el sofá de la sala pero Pablo parecía no estar muy contento con quitarle su cama al mayor.

Todo bien hasta ahí ¿no?, no sería la primera vez que dormirían juntos, lo habían hecho antes en algunos viajes del club y nunca habían tenido alguna clase de inconveniente, el problema vino cuando Pablo le comentó que le sería imposible dormir con pantalón de mezclilla así que tuvo que prestarle un short suyo para que este durmiera cómodamente, no pudo prestarle un pantalón de pijama normal porque al parecer las caderas y cintura del más joven eran más pequeñas que las de él y aquel short fue la única prenda que no se le resbalaba hasta las rodillas.

Ahora, tenía a su mejor amigo completamente dormido a su lado en posición de cucharita haciendo resaltar aún más su trasero.

Pedro se sentía todo un pervertido por estar viendo fijamente en medio de la oscuridad aquella parte del cuerpo de su mejor amigo, lo peor de todo era que tenía ganas de tocar.

Le parecía extraño pensar de aquella manera solo porque Gavi llevara un short puesto, en los entrenamientos siempre lo hacía y no era como que se le quedara viendo embobadamente en medio de los entrenamientos o partidos, bueno...

No iba a negar que en una que otra ocasión su vista sí se llegaba a desviar a otros lados que no fuera el balón, pero nada extraordinario.

Había aceptado que le gustaba Gavi (y mucho) pero no era excusa para estar pensando sobre este como todo un viejo verde, sobre todo porque hacer o pensar de esa manera mientras él otro estaba completamente inconsciente lo hacía sentir como un abusador.

Se levantó de la cama y tomó su almohada, cuidando que Pablo no se fuera a despertar con sus movimientos, sacó una cobija de su closet con la intención de irse a dormir a la sala cuando el menor habló en medio de la oscuridad.

Sacándole un buen susto a Pedro.

– ¿Pedro? ¿A dónde vas? – Preguntó debilmente la voz de Gavi en medio de la oscuridad.

– Mhm, iré a la sala a dormir, no quiero apretarte y que mañana te quejes por no haber descansado bien. – Era una excusa tonta porque la cama daba suficiente espacio para que los dos pudieran dormir cómodamente.

– Pero yo te quiero aquí, Pepi... – Se sentó en la cama, tratando de ver a los ojos a su mayor. – Por favor, acuéstate conmigo. – Suplicó.

Pedro solo asintió y regreso al lado de Pablo, trató de relajarse e ignorar el rojo en sus mejillas por lo reciente dicho por el menor. Su corazón se sintió tibio al saber que su castaño lo quería ahí con él.

Volvió a acomodarse, solo que esta vez dándole la espalda para así dejar de ver aquel lugar, cerró sus ojos y suspiro tratando de dormir cuando Gavi volvió a hablar.

– Pedro... – Llamó la atención del mayor.

– ¿Qué pasa?

– Deja de verme el culo y mejor abrázame. – Pedri tragó grueso al oír aquello.

Sintió la sangre recorrer su rostro, ¿Acaso Pablo no pensaba en lo vulgar que sonaba cuando lo decía de esa manera?

Prefirió no decir nada y acatar lo dicho por su menor, abrazándolo por la cintura y juntando sus caderas.

Sí, definitivamente no podría dormir en toda la noche.

– ¿¡Te ha pillado mirándole el culo!? Pero que risa, Dios mío. – Comentó burlonamente Ferran, echándose a carcajadas.

– A mí no me da risa, eh. – Le molestaba que su amigo se burlara de su penosa situación. – ¿Y tú qué? ¿Has tenido avances con Nico?

– ¡Qué va! Nico parece tener un corazón de hielo cuando se trata de mí. – Ferran fingió llorar.

– Bueno, te gano en el amor y en los remates. – Se burló Pedri.

– Que chistoso eres, por lo menos yo no puse de excusa una estúpida canción para aceptar que le traigo ganas a mi mejor amigo. – Atacó Torres.

– ¿Ah sí? – Amenazó Pedro.

– Sí. – Aseguro Ferran.

– ¿Pues sabes qué? Al menos yo sí sé r... – La discusión fue abruptamente interrumpida por Gavi.

– ¿Otra vez peleando ustedes dos? ¿Ahora qué hizo Ferran? – Cuestionó el recién llegado.

– ¿¡YO QUÉ!? Pregúntale a tu novio que no le basta con estarme molestando sobre mis remates sino que también con Nico. – Se cruzó de brazos Torres, haciendo berrinche.

– Pedro no es mi novio. – Aclaró Pablo.

– Pero te encantaría que lo fuera ¿a qué sí?– Bromeó el mayor, pasando su brazo derecho por los hombros de Gavi.

– ¿Pero quien te ha dicho a ti que tienes derecho de abrazar a Pablo? – Pedro tomó el brazo del mencionado, alejándolo celosamente de Ferran.

– Pablo no es tuyo, creo que deberías dejar de ser tan celoso y aprender a compartir. – Ferran jaló el otro brazo del menor, poniéndolo en medio de ambos para así empezar a jalonearlo con la meta de quedarse con el castaño.

La pelea seguiría de largo sino fuera porque alguien más grande de lo que eran los tres abrazó al menor por el cuello y lo jaló delicadamente a su cuerpo.

Ferran y Pedro voltearon a ver al responsable de que su "discusión" parase siendo ni más ni menos que Robert Lewandowski.

– Lo siento niños pero este pequeñín se va conmigo. – Sin esperar respuesta alguna Robert se llevó a Gavi, dejando a ambos chicos atónitos.

Se quedaron en silencio por algunos segundos hasta que el mayor de ambos habló.

– Tal vez deberías de tener algo de cuidado con Lewy ¿sabes?, puedo que te quite al novio. – Comentó Ferran, la mayoría de veces todo lo que salía de la boca de este era una simple broma pero esta vez lucía sincero.

– Quisieras, ese anciano no es competencia para mí. – Se cruzó de brazos y desvío su mirada hacia otro lado que no fueran Pablo y el mayor.

Tonterías, ni el mismísimo Robert Lewandowski podría arruinar su futuro plan de casarse con Gavi y tener 3 hijos y 2 perros.

Si lo querían quitar del camino, tendrían que esforzarse más, no se dejaría vencer tan fácil.

safaera 𖥻 pedri x gaviDonde viven las historias. Descúbrelo ahora