O8. ⌇Tú tiene un culo cabron.

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Pedro no podía creer estar en la misma situación que hace unos meses.

Otra vez le estaba viendo el culo a Pablo, solo que esta vez no se sentía tan mal consigo por eso, después de todo el menor ya era su novio, lo que lo alarmaba es que literalmente estaba en medio del primer partido de la selección española en busca de aquella copa y en vez de enfocarse en las jugadas que hacían sus compañeros y rivales estaba más enfocado en como el culo de su novio se movía en medio del partido.

El canario se limitaba a morderse ligeramente el labio y seguir observando desde la banca no solo esa parte del cuerpo de su amado sino todo su ser en general. Su novio era hermoso, y lo era aún más cuando jugaba.

Esa castaña cabellera desordenada con algunos mechones pegados a su frente por el sudor, las mejillas rosas, respiración agitada y la voz bastante más débil de lo normal, Pedro no necesitaba más para volverse loco.

Siguió en sus pensamientos por unos minutos más hasta que su mejor amigo, el cual también estaba descansando en la banca, llamó su atención.

– Joder, Pedro, entiendo que Pablo no es exactamente un chico plano pero tampoco creo que sea para tanto, por poco y hasta te chorrea baba de la boca. – Dijo Torres.

– No sé de que hablas, solo estoy mirando el partido. – Excusó aún sin voltear a ver a su amigo.

– No me mientas, ni el fútbol te entretiene tanto, cualquiera podría notar que te estás comiendo a Pablo con la mirada.

– Bueno... es mi novio ¿no? Normal que lo mire un poco más que a los demás. – Dijo Pedro, por fin viendo al mayor a los ojos.

– Sí, normal que lo mires, lo que no es normal es que lo hagas como si fueras un chaval de 14 años en su momento más hormonal del día. – Bromeó. – Dime una cosa, ¿tú y Pablo ya han hecho... esa clase de "cosas"?

– No Ferran, no hemos follado, si es a lo que te refieres; ni siquiera nos hemos besado más allá de un simple pico.

Ferran abrió la boca con la intención de seguir con aquella conversación cuando Luis Enrique llamó a Pedro a calentar, indicándoles que pronto entraría a jugar.

Una vez en la cancha Pedro se vió obligado a concentrarse en el partido y dejar las miraditas que le mandaba a su novio para más tarde.

Les estaba yendo bien, ambos jóvenes se sentían extasiados con la sensación de estar en su primer mundial, estaban felices y era notorio, hasta que algo interrumpió aquella felicidad.

– ¡Al menos fijate por donde pasas, culo fácil! – Escuchó Pedro a lo lejos, volteó lo más rápido posible y se encontró con la desagradable escena de su novio y un jugador del equipo contrario confrontandose.

El estadio se llenó de abucheos y gritos contra la evidente falta de la selección contraria a la española, Pedro se acercó rápidamente al ver al contrincante dandole pequeños empujones a su novio.

Era evidente la molestia del canario, ese imbecil se podía meter con cualquiera pero Pedro jamás le perdonaría el hecho de que le tocó aunque sea un solo pelo a su pequeño y lindo noviecito.

– ¿Cuál es tu problema, pedazo de gusano? ¡Vuélvele a tocar un solo pelo a Pablo y te juro que te reviento! – Gritó Pedro empujando al del otro equipo una vez llegó hasta el par de gallos de pelea, posicionándose entre Gavira y el contrincante.

Había sido el primero en llegar puesto que el árbitro y demás compañeros apenas se estaban dirigiendo hasta el lugar del pleito.

– ¡No me toques maricon! Me contagiarás de sida o una de esas mierdas que se cargan los gays como tú, ve a defender a tu novio a otra parte. – Gritó el contrario, Pedro estaba apunto de defenderse cuando el árbitro los alejó a él y a Gavi de la pelea.

Ambos dieron algunos pasos lejos del punto de origen, podían ver como el árbitro trataba de calmar al jugador que había cometido la falta, puesto que a este parecía que le iba a explotar una vena de la frente al ver que le sacaban tarjeta amarilla.

– Lindo, ¿estás bien? – Preguntó el mayor acercando a Pablo hasta él y dandole una pequeño beso justo donde su frente y cuero cabelludo se juntaban.

– Si, ese come pitos me tomó desprevenido pero no importa, lo mataría en una pelea real. – Comentó Gavi inocentemente.

El partido se reanudó y colmó con la victoria española, era un motivador y buen inicio para la selección.

Los jugadores se subieron a su bus y tomaron dirección al hotel, como era de esperarse, Pablo y Pedro se sentaron juntos.

– ¿Y? ¿Cuál será mi premio por esta gran victoria? Digo, mi papel en este partido fue excepcional. – Habló Gavi de forma egocéntrica.

– No sé que es lo que quieras pequeño gruñón pero estoy seguro que puedo dártelo.

– Pues, somos novios ¿no? – Preguntó Pablo, recibiendo una sonido de afirmación de parte del mayor. – Y los novios se demuestran el amor que se tienen, yo quiero que me demuestres todo el amor que me tienes.

– ¿Qué es lo que buscas, Pablo Gavira? – Sonrió Pedro picaronamente.

– Quiero que nos demostremos ese amor, quiero sentirme amado por ti... quiero que demos el siguiente paso, Pedro. – Comentó Pablo, haciendo tragar duro al mayor.

¿Qué es lo que quería Pablo? ¿Sexo? Pedro no tenía ningún problema en tener sexo con su menor pero ¿Pablo estaba seguro de lo que decía?

– Si tú no quieres esta bien, tal vez sientas que me estoy adelantando mucho pero solo quería decirte. – Mencionó el menor cabizbajo ante el silencio de su novio.

– No, no es lo que tú piensas Pablo, claro que me gustaría dar el siguiente paso contigo pero esta es una decisión que debes pensar muy bien, me refiero a que, sería tu primera vez.

– Pero por eso no hay problema, Pepi. Yo quiero que tú seas mi primera vez, tonto. – Dijo sonriente Pablo.

Pedro se sentía feliz por eso, él sería la primera vez de Pablo y por fin llevarían su relación a otro nivel.

Le hacía feliz ver la sonrisa de Pablo ante lo decidido, aunque susto fue el que se llevó al ver la sonrisa de este decaer en cuestión de segundos.

– Espera Pedro ¿tú ya no eres virgen? ¿yo no voy a ser tu primera vez? – Preguntó alarmado el menor.

Pedro negó con la cabeza.

Vaya error, ahora tenía que aguantar a Pablo durante todo el camino preguntándole sobre con quien fue su primera vez, como estuvo, donde fue, si le gustó o no, entre otras cosas.

Pedro agradeció que Pablo no preguntará por si había tenido sexo más de una vez porque así no tenía que mentir, ni aguantar al menor hacerle exactamente la mismas preguntas sobre aquellas otras ocasiones.

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⏰ Última actualización: Jul 25, 2023 ⏰

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