14. Luzu

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"No te dejes dominar por tus emociones..."

"Controla cada movimiento y todo lo que este ocurriendo."

"Controla"

"Nedie sabe porque estoy haciendo lo que hago, recuerdalo. Tomé una decisión con un objetivo y voy a completarlos."

"Controla"

¿Te gusta el control?

Luzu tiene un problema con él. Un problema obsesivo y reactivo.

Traumatico.

Esa mañana, cuando el Alfa despertó sin el híbrido pato entre sus brazos, creyó lo de anoche había sido un sueño.

Creyó que era su animal interno inventado escenarios, buscando consuelo desesperado.

No tardó demasiado tiempo en saber que no, no había sido un sueño.

La cosa era que Quackity, también tenía problemas de control. Pero de forma opuesta a la de Luzu.

Luzu planea, ejecuta con cautela y obtiene lo que quiere.

Quackity ejecuta sin piedad, derrumba todo como un torbellino y consigue lo que quiere.

Luzu entra por el oído de las personas, gana su confianza con palabras agradables, con diplomacia.

Quackity habla sin cuidado y sin preámbulos, sin vergüenza o moral y si no te agradaba, podías irte, porque él trabajaba solo.

Luzu construye para formar más caminos.

Quackity destruye cuando no ve salida.

Luzu era calculador.

Quackity una fuerza mística de la naturaleza.

¿Y qué pasaba cuando un objeto imparable choca con uno inamovible?

Gemelos, al parecer.

Lo único que encontró Luzu es esa mañana eran un par de plumas doradas regadas por la habitación.

Y lo primero que lo hizo querer darse de golpes contra la pared fue ver la puerta de la caja fuerte de los impuestos abierta...

Por qué el Omega por error - o tal vez no - la dejo así.

¿Cuál era el problema de Quackity? ¿Él en serio creía que haciéndolo enojar iba a darle el puesto?

No pudo evitar sonreír, por qué había sido una buena jugada. Sabía reconocer que esa noche fue error suyo.

"Vale, la follada no era gratis, comprendo"

Realmente, no le importaba tanto los diamantes, tenía más formas de conseguír lo que quería.

Lo que realmente dejó un mal sabor de boca en Luzu fue volver a a sentirse usado... No se arrepentía, ni un solo segundo... Pero que algo te lastime muchas veces, no lo hace menos doloroso.

Se levantó de la cama, y aunque le gustase el suave olor que el Omega había dejado en él, no necesitaba recordarlo constantemente en el día.

Lo segundo que hizo agotar su paciencia fue no encontrar las llaves de su maldita casa por ningún jodido lado.

Cuando estuvo listo, vestido con uno de los trajes nuevos que habían dejado escondidas las típicas sudaderas negras que usaba, se dirigió a la salida, en donde no estaban las llaves de la casa donde se supone que deberían estar.

Así que esa mañana Luzu salió con un 10% menos de paciencia de lo que generalmente tenía.

Pobre alcalde, no sabía que eso solo era la travesura más chiquita de Quackity.

"La ruina de mi existencia" -LuckityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora