Mente de ajedrez

Huérfano

Voy corriendo, toda la  oscuridad del bosque me hace sentir indefenso, las ramas en lugar de acariciar mi piel, la rasgan como si fuera de papel.

Dejé a Lucía con su familia porque tengo que asegurarme de que todo esté bien con mi madre y mi hermano, no me imagino que pasaría si ella... Si ella muriera.

El camino está plagado de huellas de caballos y soldados.

He llegado a la casa y logró ver a lo lejos a mi madre junto con el Sr. Juan (el alfil) y el Sr. Carlos (el Rey) de arrodillados frente a una muchedumbre de soldados, junto al Rey veo a una mujer tirada y solo puedo pensar en su esposa (La Reina), está muerta, Mi madre tiene las prendas rasgadas al igual que el Sr. Juan.
Un soldado tiene una espada y la clava sin piedad el el pecho del Sr. Carlos y otro soldado hace lo mismo con Juan, mi madre grita pero un soldado le da una cachetada para callarla.

-Es tu última oportunidad mujerzuela, acepta ser mi mujer y seras la próxima reina de esta tierra.- pronunció estas palabras un hombre grande y musculoso, al parecer es el líder de los bárbaros porque va vestido diferente a los demás, este lleva una camisa holgada de lino blanco, encima, un chaleco de piel café y pantalones negros.

-Jamás traicionaré la memoria de mi esposo como para rebajarme a alguien como tú ¡bastardo! y mucho menos a mis hijos, así que lárgate de aquí que no te daré nada de mí.- después de haber dicho esto le escupió en la boca.

El hombre sonrió sarcásticamente y movió su muñeca hacia un soldado, sabía lo que eso significaba.

Trato de ponerme de pie, quiero llegar hasta ella pero una rama atrapa mi chaleco y un par de segundos se vuelven una eternidad, Giro para mirarla, pero cuando al fin logre rasgar mi chaleco y salir de ahi, solo encontré en su espalda una espada... ella saca un ligero gemido mientras de su boca comienza a salir sangre... su frágil cuerpo cae al suelo, gira hacia mí como si ella supiera desde un principio que yo estaba ahí y mueve sus labios escribiendo "te amo".

Gotas comienzan a salir por mis ojos -esto es un sueño- pienso -No puede ser verdad- mi madre, ella es mi amiga, la amo, no puede estar muerta.

-¡No!- grito y todos los soldados presentes giran hacia mi, no le doy importancia porque mi madre está muerta ¿qué otra cosa peor puede suceder? que vengan y me maten, la aguja de una espada no será peor que el dolor que me inunda.

Escucho la tierra temblar mientras los soldados se acercan.

-Levántate muchacho- me toma por el abrazo un hombre gordo y peludo con olor a cerdo y me obliga a ponerme de pie aunque mis piernas no respondan.

Una bola de bárbaros se forma en mi alrededor  todos me apuntan con sus armas, debo ser fuerte y dejar de llorar, la muerte de mi madre no será en vano, ella murió como una guerrera... y yo haré lo mismo.

Mis piernas vuelven en sí -¿Y ahora qué hago?- hay por lo menos dos docenas de soldados que me impiden correr, todos me apuntan cons sus espadas, machetes, hachas y antorchas.

-Tu nombre- me dice la sombra de un hombre que se va acercando a mi de entre la muchedumbre de bárbaros, cuando se acerca lo suficiente logro ver que es el mismo hombre que dio la orden de asesinar a mi madre.

-Sebastian

-¿Sebastián que?- me pregunta enseguida.

-Sebastian Alaerko.- no había pronunciado el apellido de mi padre desde que falleció.

Su mirada, de ser una amenazadora, reflejada de fuerza y odio, cambió a una mirada de temor, me estudió de pies a cabeza y entonces solo dijo:

-Retirada.

Salió del circulo de bárbaros y en seguida todos los demás lo hicieron y continuaron hacia el sur.

De nuevo regresó la oscuridad al bosque, todo era frío pero al mismo tiempo era cálido reconfortante, estar aqui siempre sera mi hogar y nadie lo impedira.

camine hasta llegar a nuestra casa, tiene la puerta destrozada y al entrar todo está en su lugar, es como si en cualquier momento saliera mi madre con su candelabro de plata preguntándome si quería algo de cenar pero el cuerpo tirado de una guerrera que me amanto y cuido durante estos años decía lo contrario. 

Salí por la puerta trasera y camine hasta el establo, al llegar jack seguía dormido, para el nada malo ha sucedido, lo separaron de su madre cuando era un potrillo y ni siquiera la recuerda, para el mañana sera otro dia normal para ir al pueblo o recolectar leña.

Tomo una pala y despierto a Jack, lo preparo para montar y me dirijo nuevamente a la casa.

Una gota cae en mi mejilla sin piedad, comienzo a correr y correr, otra gota cae en mi mejilla sin embargo esta no es salada como la anterior, tiene un sabor dulce y frío, otra gota cae sobre mi frente, caen sin permiso sobre todo mi cuerpo, siento que me hago fuego y trato de evitar cada una pero es imposible, me inundan, y por mas que corra, jamás podré hacer que deje de llover.

Bajo de jack y corro al cuerpo de mi madre, me tiro al suelo y la abrazo, aun sigue tibio su cuerpo y a pesar de estar muerta siento que en cualquier momento va a despertar, es como si estuviera dormida.

Tomo la pala y comienzo a escarbar un hoyo, la tierra esta húmeda porque no deja de llover y tengo la necesidad de tirarme al suelo, pero debo ser fuerte; fuerte por mi madre.

Me acerco al cuerpo de mi madre y lo tomo, una mano carga su espalda y con la otra las piernas,  me inclino y despacio la recuesto sobre la cama de hojas, al quitar mis manos siento una cortada en mi brazo derecho, como una hoja de papel, levanto la manga del brazo de mi madre y entonces la espada que mi tío me había dado esta ahí. 

-¿Por qué la tenias? ¿Qué quieren los bárbaros? ¿Por qué le temen al nombre de papá? ¡Mama!- grito a su cuerpo esperando una respuesta -¡MAMA!

Me suelto a llorar por última vez y me tiro a su pecho, como cuando un hijo duerme sobre su madre sintiéndose protegido, sera la ultima vez que mire su rostro, ella será recordada como una guerra.

-Te amo Mama.  

Cubrí su cuerpo con una capa de tierra y alrededor coloque varias flores de color azul que tanto le gustaban, esas flores que mi padre le regalaba.

Me levanté de allí y monte a Jack, no se a donde deba ir pero será hacia delante y aun hay muchas preguntas sin respuestas que debo responder... pero no esta noche, esta noche será de luto porque de todas las estrellas en el cielo, ha caído la que me dio vida.

Este juego se ha quedado sin Reyes, sin alfiles y sin mi madre... sus muertes no serán en vano, al contrario, son las torres de este juego de ajedrez.

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Aqui esta otro capitulo de "Mente de ajedrez" después de varios meses jaja.

Quiero agradecer a esas personas que me enviaron mensajes preguntándome si seguiría  con la historia porque ya no tenía planeado hacerlo, sin embargo aquí está :) me motivaron muchísimo espero que sea de su agrado, tenía mucho que no escribía así que perdonen las faltas de ortografía y sigan leyendo esta historia... Al parecer la chica de mente de ajedrez sigue viva...