Almas Gemelas • Byler. CANCELADA

Cap2.

– Lamento decepcionarlos si esperaban una razón "interesante" – Dijo mientras hacía comillas con sus manos – Pero solo estaba corriendo. Y la causa del mal olor es porque olvidé utilizar desodorante y no lo traje conmigo, si lo hubiera hecho olería bien.
Terminó de explicar su mejor amigo, ambos chicos asintieron con la cabeza. Les había decepcionado un poco la verdadera razón, aunque estaban aliviados de que haya sido una razón lógica y normal que algo sucio.

– Lucas, tú sabes que eres mi mejor amigo... Pero por favor ve a bañarte.
Esta vez Lucas sí le hizo caso; se levantó del suelo, se limpió su parte trasera y saludó a los chicos para luego irse del lugar.

– Wow, al fin te hizo caso, Dust-
Frente a sus ojos creyó ver a Mike, su mejor amigo desde siempre. Obviamente fue su imaginación, ya que al mirar mejor se dió cuenta de que realmente no estaba allí.

– Bueno, lamento decirte amigo que, me tengo que ir. Prometí hablar con Suzie hoy ¡Perdón! ¿Mañana podemos reunirnos?

– Claro, no tengo problema – Mintió, últimamente se sentía bastante solo. – Espero que todo salga bien con Suzie, ¡Nos vemos! – Mentirle así a su amigo no estaba bien, pero ¿Qué más podía hacer? No podía decirle que se quedara con él, que jugaran juntos D&D u otra cosa pero que no se vaya a hablar con su novia, eso sería egoísta.

Sin embargo, ahí se quedó, sentado en el pasto, viendo como su amigo se iba y él quedaba solo, otra vez.

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– Hola Jonathan... – Saludó desanimado Will, algo que activó el "Hermanosentido" de su hermano mayor.
Rápidamente Jonathan dejó todo lo que estaba haciendo (que era nada ya que recién llegaba a la casa) y se fijó en su hermano.

– ¿Estás bien? ¿Pasó algo? ¿Te duele algo? – Jonathan se fijaba en que el menor estuviera bien. – No pareces tener heridas, tampoco tienes fiebre... De hecho, estás normal.

– No pasa nada, ¿Qué haces aquí?.

– Es mi casa

Ambos hermanos se miraron, el mayor estaba confundido, el menor solo quería acostarse y dormir para olvidar sus penas.

– Me refiero a que normalmente estás con Nancy... Y casi siempre estás en los horarios de la cena y ya.

Will no parecía el mismo, parecía un niño melancólico, que miraba con desdén la habitación. Jonathan estaba preocupado, normalmente Will era todo lo opuesto, siempre tenía una sonrisa de oreja a oreja tan tierna, siempre estaba tranquilo pero a la vez era ruidoso, le dabas tema de conversación y no paraba de hablar hasta terminar; estaba rodeado de sus amigos, siempre hablaba de ellos y planeaba partidas para jugar D&D juntos. Ahora era diferente, estaba solo, no hablaba mucho, se quedaba en su pieza mucho tiempo, su sonrisa salía muy pocas veces, tan pocas como para contarlas con la mano.
Joyce también estaba preocupada pero el trabajo la mantenía ocupada.

– Will... ¿Estás bien? Últimamente estás un poco... Diferente – Aunque Jonathan tenía la vista fija en Will él no lo hacía, miraba sus pies fingiendo que no había escuchado. – Es por la mudanza, ¿Verdad?.

La mudanza, una de las cosas que, de cierta forma, le daba igual pero a la vez lo mantenía triste, preocupado y enojado por no poder quedarse y disfrutar a sus amigos más tiempo. Se los diría a ellos pero... ¿Para qué? ¿Para generar lástima y que solo se junten con él por eso? ¿O ser completamente ignorado por Mike por el simple hecho de que intentará estar más tiempo con su novia? No podría hacer eso, definitivamente no.

– No es por eso, ya dije que no me molesta y que seguramente nuestra vida allá será mejor... – Intentó hacer una sonrisa pero al parecer se vió tan forzada que preocupó más a Jonathan. – ¡Estoy bien! Lo prometo, no me pasa nada, simplemente... – Alguna excusa tenía que inventar y rápido – No tenía tanto dinero como para comprar mi helado favorito – ¿En serio? Era la excusa más barata que había hecho, nunca un "El otro día ví muchos animalitos muertos" o "Me caí de la escalera" ¡O incluso un "Es que estoy estresado porque las pinturas no me salen como yo quiero"! No, dije "No tenía tanto dinero como para comprar mi helado favorito".

– ¿Seguro que es eso? Puedes contarme lo que sea y lo sabes ¿Verdad? – La cálida sonrisa de Jonathan más sus ojos que reflejaban sincera preocupación hizo que Will quisiera llorar. Por un segundo estuvo a punto de contarle todo, de abrazarlo y ahogar sus penas en su llanto. Lo estaba por hacer, pero decidió callar y guardarse todo.

– Sí, estoy seguro, no te preocupes por mí – Está vez sonrió de verdad, no se forzó a hacerlo, abrazó fuerte a su hermano con un nudo en la garganta y las lágrimas a punto de salir – Iré a mi pieza, voy a dormir, adiós – Se separó suavemente y con una tierna sonrisa – Te quiero – Le dijo antes de salir del lugar e irse caminando hacia su habitación.

Jonathan lo miró alejarse, él no sospechaba él sabía lo que le pasaba a su hermano; sabía que no estaba para nada bien, sabía que cuando "dormía" por las tardes en realidad se la pasaba llorando en silencio, que extrañaba a sus amigos, que para nada quería mudarse y que se negaba a decirles. Sabía todo.
¿Entonces por qué no ayudaba? No ayudaba porque quería que Will le contara todo por voluntad propia. Por ahora solo quedaba esperar pacientemente y si no lo hacía esta vez si intervendría.

Will caminó lentamente hacia su habitación hasta que llegó. Abrió la puerta, entró y cerró despacio. Se tiró en su cama, ¿Cómo mierda pasó todo esto? ¿En qué momento cambió todo? ¿Por qué le tuvieron que pasar tantas cosas a él? Y lo que más le dolía ¿Por qué tuvo que enamorarse del maldito Michael Wheeler?

No supo cómo pero Will se quedó dormido, al parecer lloró tanto que se quedó dormido por el cansancio.

– Cielo, levántate, es hora de cenar... – Joyce despertó cariñosamente a Will. – Hice tu comida favorita, si quieres cambiate de ropa, hoy vinieron Nancy y Mike a comer con nosotros – ¿Mike? ¿Por qué Mike estaría aquí?.

– ¿Mike? ¿Por qué está aquí? – Dijo entre bostezos Will. Lentamente se levantó frotándose los ojos.

– Supongo que quiere verte, ¿No? – El corazón de Will empezó a latir fuerte mientras quería creer que así era, que Mike Wheeler quería verlo a él, a Will Byers.